Últimamente están llegando a las salas de cine varias películas que tratan sobre la heroica resistencia británica durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Casualidad? ¿Efectos secundarios del Brexit? Sea cual sea la razón, aquí tenemos un nuevo film centrado en una de las personalidades más relevantes de la historia de Gran Bretaña: el primer ministro Winston Churchill.
En el mencionado conflicto participó más de una prima donna (como decían en Patton), pero Churchill destacó como una de las presencias más importantes y carismáticas. Supo convertirse en icono de la fuerza y el espíritu británicos con tal éxito que, a día de hoy, su imagen haciendo el signo de la victoria sigue siendo tan poderosa como la mismísima Union Jack.
Lejos de ser una persona intachable, Churchill fue un personaje complejo, acaso contradictorio, lo cual le hace todavía más interesante. Algo más discutible es el retrato que se hace de Sir Winston en esta película.
Hay que aclarar que, pese a lo que pueda parecer por su título, Churchill no es una biografía que narre la vida del protagonista, sino un relato de los tensos días previos al día D.
Según nos cuenta la película, Churchill se muestra totalmente contrario al Desembarco de Normandía, ya que tiene cierto trauma por la tragedia de Galípoli y no está dispuesto permitir otra carnicería de jóvenes soldados ingleses.
Así, el gran Brian Cox se pone en la piel de un Churchill concebido como un molesto vejete borrachín que entorpece los planes de Ike (John Slattery) y Monty (Julian Wadham). Un hombre que grita a todo el mundo y es apaciguado por su esposa (Miranda Richardson) y el mismísimo Jorge VI (James Purefoy, en una breve pero emotiva interpretación).
Más allá de si esta representación es o no fiel históricamente, lo cierto es que la película resulta repetitiva en exceso, con secuencias muy similares concebidas para que Brian Cox se luzca imitando Churchill, fumando puros y echando broncas salpicadas de esputos. Incluso tiene un momento shakespeariano en el que clama al Cielo para que el clima cancele el desembarco.
Puede que el film aporte una visión de la cara más vulnerable del personaje, pero no plantea un análisis profundo del personaje, y se decanta en exceso por la caricatura y la anécdota.
Sinopsis
Churchill es un retrato del célebre primer ministro Winston Churchill en los días anteriores al famoso desembarque del día D, en junio de 1944. Todas las fuerzas están concentradas en el sur de Inglaterra, preparadas para invadir una Europa ocupada por los nazis, y esperan la decisión de Churchill sobre el ataque y el desembarque.
Con mucho miedo de repetir los errores que cometió durante la Primera Guerra Mundial en las playas de Galípoli, agotado por los años de guerra, acosado por una depresión y obsesionado con la idea de alcanzar una gran estatura histórica, Winston Churchill también tiene que enfrentarse a la crítica constante de dos oponentes políticos: el general Eisenhower y el mariscal Montgomery.
Solo el apoyo inquebrantable de su esposa, la inteligente y serena Clementine, pueden detener un colapso físico y mental y conseguir que llegue al destino más alto.
Churchill está dirigida por Jonathan Teplitzky (Un largo viaje, Marcella). La historia se basa en el guión original de la historiadora británica Alex von Tunzelmann (Los Medici: señores de Florencia) que hace su debut en el cine. El reparto de Churchill lo encabeza Brian Cox (Guerra y Paz, Coriolanus, L.I.E.) que da vida al legendario Winston Churchill. Miranda Richardson (Harry Potter, Juego de lágrimas) interpreta a la esposa y confidente del primer ministro, Clemmie. John Slattery (Spotlight, Mad Men) es el general Eisenhower, comandante en jefe de las fuerzas aliadas en el Día D. Finalmente, Julian Wadham (La dama de hierro, Caballo de batalla) da vida al personaje del mariscal Montgomery.
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