«Busco a un hombre para quien sea un esfuerzo llevar adelante su vida, cuyo juicio no siempre es demasiado bueno y que comete errores», dice James Stewart sobre su elección de personajes, agregando: «Creo que la fragilidad humana es algo muy bonito de reflejar.»
Esta definición de personajes se adecúa admirablemente a los papeles más importantes de cine y teatro que ha tenido Stewart a lo largo de una notable carrera que se ha visto ayudada por asociaciones gratificantes y creativas con maestros de la pantalla, como Capra, Lubitsch, Cukor, John Ford, Anthony Mann y, naturalmente, Alfred Hitchcock.
Le debe a Hitchcock cuatro de sus más fascinantes creaciones: El teórico del asesinato en «La soga» («Rope») (un acierto en haberle dado un papel contra los que le eran típicos); el fisgón pegado a su silla de ruedas en «La ventana indiscreta» («Rear Window»); el dominante marido y padre de «El hombre que sabía demasiado» («The Man Who Knew Too Much»), y el desesperado soñador romántico de «Vértigo», cuatro personajes patéticamente obsesivos y vulnerables cuya ambivalencia reflejaba la compleja confusión de Hitchcock entre la inocencia y la culpa, entre la fantasía y la realidad.
Si Cary Grant representaba lo que a Hitchcock «le hubiera gustado ser», Stewart estaba «más cerca de representar al mismo Hitchcock», como lo señalaba Donald Spoto en su biografía del director «The Dark Side of Genius». El dice «La imagen de Stewart fue remodelada para adaptarse a gran parte de su psiquis. En sentidos muy importantes, es lo que Hitchcock se consideraba a sí mismo. Esos cuatro personajes le dieron un «alter ego» lo suficientemente atractivo como para granjearse la simpatía del público.»
James Stewart nació el 20 de mayo de 1908 en Indiana, Pennsylvania. Mago y acordeonista aficionado desde la adolescencia, hizo su debut como actor en una obra de «boy scout», y más tarde apareció en espectáculos del Princeton Triangle Club. Tras licenciarse en arquitectura en Princeton en 1932, fue persuadido por su compañero Joshua Logan a unirse al grupo University Players, de Falmouth, Massachussets, cuyos miembros incluían a futuras estrellas, como Henry Fonda y Margaret Sullavan.
«Stewart y Fonda compartieron un apartamento hasta que ambos dieron sus primeros pasos en Broadway, y también cuando llegaron por primera vez a Hollywood en 1935.
La cazadora de talentos Hedda Hopper le recomendó para una prueba cinematográfica a la MGM, y así Stewart obtuvo un contrato a largo plazo. Debutó haciendo de un joven reportero en «La voz que acusa» («The Murder Man»), cuyo protagonista era Spencer Tracy.
Siendo un muchacho desgarbado, con una forma de hablar lenta y con los modales de un tímido campesino, era una rareza entre los galanes de Hollywood y un desafío para los directores de reparto. Con todo, logró personajes secundarios en comedias románticas de la MGM como «Rose Marie», «Entre esposa y secretaria» («Wife Versus Secretary») o «Una chica de provincia» («Small Town Girl»).
Interpretó al hijo de Walter Huston en la película de Clarence Brown «Of Human Hearts», y también tuvo la oportunidad de cantar y bailar con Eleanor Powell en «Nacida para la danza» («Born to Dance»).
Sus dotes para la comedia se confirmaron en «Ardid femenino » («Vivacious Lady»), cuyo director, George Stevens, comentó: «Su secreto es el talento. Demuestra una absoluta convicción en cada escena.»
Lo acertado de esta afirmación quedó demostrado en las fábulas sociopolíticas de Capra «Vive como quieras» «You can’t Take it with You») y «Caballero sin espada» («Mr. Smith Goes to Washington»), por la cual Stewart ganó el Premio al Mejor Actor de 1939 de los Críticos de Cine de Nueva York y una nominación para el Oscar. Al representar las virtudes de la clase media de los pequeños pueblos norteamericanos, es la quintaesencia del héroe populista, el idealista simple que sirve como elemento de ruptura cuando se le arroja al «sistema» y él expone sus debilidades. «Tengo mis propias reglas y me atengo a ellas», explicó. «La regla es simple pero inflexible. Una película de James Stewart tiene que tener dos ingredientes vitales: Debe ser limpia y representar el triunfo de los oprimidos sobre los opresores.»
Las otras películas importantes de Stewart antes de la guerra le reunieron con Carole Lombard en el drama romántico «El lazo sagrado» («Made for Each Other») con Claudette Colbert en la comedia dislocada «En este mundo traidor» («I’s a Wonderful World»), y con Marlene Dietrich en «Arizona» («Destry Rides Again»), que se aprovechaba de la cómica improbabilidad de su estrella como un pistolero no violento que dominaba a un pueblo sin ley.
En 1940 fue reunido con su antigua compañera de teatro Margaret Sullavan en la melancólica comedia de Ernest Lubitsch «El bazar de las sorpresas» («The Shop Around the Corner») y en el film de Frank Borzage «The Mortal Storm», una denuncia apasionada contra el totalitarismo nazi.
Ese mismo año ganó un Oscar por su divertida interpretación de un columnista de la prensa del corazón que se desprecia a sí mismo en la película de George Cukor «Historias de Filadelfia» («The Philadelphia Story»).
Durante la segunda guerra mundial, Stewart cumplió veinte misiones sobre Alemania como piloto de bombarderos, logrando ser ascendido de soldado raso a coronel. Hasta su retiro del servicio en 1968, fue brigadier general de reserva en la Aviación, el actor de mayor graduación en las Fuerzas Armadas.
Después de la guerra regresó a Hollywood, pero no a su viejo estudio, la MGM. En cambio prefirió apoyar a una pequeña compañía independiente, Liberty Films, de Capra y Stevens, al aceptar el papel del desesperado director filantrópico de una modesta asociación de ahorros y préstamos en «¡Qué bello es vivir!» («It’s a Wonderful Life»),
Una maravillosa recapitulación de los temas más importantes de Capra, la película le valió a Stewart su tercera nominación para el Oscar.
En «Magic Town», Stewart apareció junto a Jane Wyman como un joven organizador de encuestas. Fue un reportero que defendía sus ideas en «Yo creo en ti» («Call Northside 777»), de Henry Hathaway, un duro film de acción rodado en estilo semidocumental.
Codirigida por King Vidor y Leslie Fenton, «On Our Merry Way» le dio su primera oportunidad de trabajar en una película junto a su viejo amigo Henry Fonda. A medida que sus personajes eran más diferentes, su personalidad fílmica maduró. Así fue como aceptó el difícil papel de Rupert Cadell, el profesor de filosofía que descubre que dos de sus discípulos han asumido sus teorías sobre los derechos de los superhombres demasiado literalmente en el film de Alfred Hitchcock «La soga».
A principio de los cincuenta, Stewart se convirtió en una de las primeras estrellas de Hollywood que prefirió trabajar por un porcentaje en los beneficios de un film. Su primera experiencia en ese sistema fue con el gran éxito de «Winchester 73». Hecha para Universal International en 1950, la película le estableció como un héroe de «westerns» y señaló el comienzo de una fructífera asociación con el director Anthony Mann.
En el período de cuatro años entre 1952 y 1955 trabajaron juntos en no menos de siete películas, entre ellas: «Horizontes lejanos» («Beneath the River»), «Colorado Jim» («The Naked Spur»), «Tierras lejanas» («The Far Country»), «El hombre de Laramie» («The Man from Laramie») y en dos excursiones muy provechosas fuera del género del «western» como «Música y lágrimas» («The Glenn Miller Story») y «Strategic Air Command».
A través de los cincuenta, la versatilidad de Stewart quedó demostrada por la variedad de sus interpretaciones en «Flecha rota» («The Broken Arrow»), de Delmer Daves, otro «western » clásico; en «El invisible Harvey» («Harvey»), por la cual volvió a ser nominado para el Oscar como el encantador borracho cuyo inseparable compañero es el invisible conejo blanco de tres metros que da título al film; en «El mayor espectáculo del mundo» («The Greatest Show on Earth»), de Cecil B. de Mille, donde era el médico disfrazado como payaso del circo; en «El héroe solitario» («The Spirit of St. Louls»), de Billy Wilder, donde personificaba a Charles A. Lindbergh; en «Anatomía de un asesinato» («Anatomy of a Murder»), de Otto Preminger, donde interpretaba a un abogado de poca importancia que se arriesga a defender un sorprendente caso de asesinato, y que le valiera otro premio de los Críticos de Cine de Nueva York y otra nominación para el Oscar, todo esto sin nombrar los protagonistas en tres de las obras maestras de Hitchcock: «La ventana indiscreta», «El hombre que sabía demasiado » y «Vértigo».
En los sesenta, Stewart regreso ocasionalmente a la comedia, como en «Un optimista en vacaciones» («Mr.Hobbs Takes a Vacation»), pero su trabajo más importante fue para John Ford en tres cantos clásicos para el viejo Oeste: «Dos cabalgan juntos» («Two Rode Together»), «El hombre que mató a Liberty Valance» («The Man Who Shot Liberty Valance») y «El gran combate» («Cheyenne Autumm»), donde aparecía en una versión humorística de Wyatt Earp. Las entrañables cualidades de Stewart volvieron a quedar demostradas en el épico sobre la guerra civil norteamericana «El valle de la violencia» («Shenandoah») y en otras películas menos pretenciosas, como «Una dama entre vaqueros» («The Rare Breed»), «Bandolero» y «El club social Cheyenne» («The Cheyenne Social Club»), otra reunión con Henry Fonda.
La carrera de Stewart como primer actor se extendió en los principios de los setenta, cuando regresó a Broadway para la reposición de su antiguo éxito de cine y teatro de «Harvey» y comenzó una serie de televisión cómica en 1971 llamada apropiadamente «The Jimmy Stewart Show». En 1973 fue la estrella de otra serie titulada «Hawkins on Murder». En 1976 apareció como el compañero y médico de John Wayne en «El último pistolero» («The Shootist»), un conmovedor testamento de un género al cual ambas estrellas sirvieron tan magníficamente.
Desde entonces, Stewart tuvo apariciones importantes en «Aeropuerto 77» («Airport 77»), «La magia de Lassie» («The Magic of Lassie») y la «remake» británica de «Detective privado» («The Big Sleep»).
En 1980 Stewart recibió el Premio del American Film Institute al Logro de una Vida. Más recientemente apareció junto a Bette Davis en la película para televisión por cable «Right of Way».
James Stewart murió el 2 de julio de 1997.
Copyright de las notas de producción de «La ventana indiscreta» © 1984 Universal Pictures, Universal Classic, Cinema International Corporation. Reservados todos los derechos.