Luisa Roldán, conocida como “La Roldana”. Imaginera sevillana. Considerada como la primera escultora española registrada. La calidad de su arte hizo que se fijase en ella el rey Carlos, segundo de su nombre. Sevilla, Cádiz y Madrid. Escultora de cámara desde 1692 hasta su muerte, en 1706.
En la imagen superior, «La educación de la Virgen», un tema muy querido entre pintores y escultores sevillanos del Barroco. Santa Ana, madre y maestra. Santa Ana, enseñando a leer a la Virgen María. Un tema reproducido una y otra vez durante toda la Edad Moderna. Esculturas y pinturas encargadas por mujeres para sus conventos y sus capillas particulares. Mujeres enseñando a mujeres. Y, en el punto culminante de esta tradición, una escultora sevillana haciendo su propia versión de este tema tan intrínsecamente femenino.
Imagen superior “El entierro de Cristo” (1701), MET.
En 2016 el Metropolitan neoyorkino se hizo con “El entierro de Cristo”, de Luisa Roldán. Se trata de un impresionante conjunto en barro cocido hecho por la sevillana para el nuevo monarca, el francés Felipe V. Después de ocho años trabajando como escultora de cámara de Carlos II, La Roldana busca mantener su puesto de trabajo, congraciándose con la nueva dinastía. Y lo consigue.
El cuerpo de Cristo aparece rodeado por sus más cercanos: José de Arimatea, Juan Evangelista, María Magdalena y Nicodemo. A un lado, dos hombres sostienen la lápida con la que cubrirán la tumba. Con motivo de su adquisición, el Metropolitan hizo un magnífico reportaje fotográfico. He de manifestar que ese Juan Evangelista me ha parecido tan poderoso, tan increíblemente actual, que temo encontrármelo cualquier día, paseando por la calle…
Copyright del artículo © Mar Rey Bueno. Reservados todos los derechos.