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Crítica: «Channel Zero» (2016-2018), de Nick Antosca

La primera temporada de Channel Zero me ha dado miedo, que es lo mejor que se puede decir de una serie de terror.

Es como si It lo hubieran adaptado matando a casi todos los personajes, en lugar de limitarse a pagar el cómodo peaje de una sola baja.

En cuanto al manejo de la metáfora fantástica, también funciona mejor que los desenlaces de It – Capítulo uno o el de Insidious, por poner ejemplos que he disfrutado en otros aspectos: el mundo imaginario de ‘Candle Cove’ sí trae consigo un precio alto a pagar, menos manido y mucho más tangible, en el mundo real. Se percibe en esa encrucijada de universos una mixtura entre King y Barker que, extrañamente, funciona.

Sobran algunos diálogos rutinarios y algunos actores rudimentarios. Pero se agradece que no sea el amor romántico lo que hay en juego (eso se lo cargan con valentía apenas esbozado) y que toda la temporada la dirija la misma persona, un muy interesante Craig William Macneill, quien curiosamente esquiva el lugar común que luego ha abrazado en su paso al cine. Además, el metraje de seis capítulos resulta perfecto: series como The Terror debieran haber tomado nota.

Y desde luego, el Niño de Dientes es el mejor nuevo monstruo que he visto en los últimos años. ¡En muchos años! Sencillamente escalofriante. Bien por su creador, Nick Antosca.

Y bien por los protagonistas, ese Paul Schneider que parece un Ralph Fiennes criado en Boston (o sea, medio apamplanado) y, especialmente, una inmensa Fiona Shaw, que no se limita a ser solamente la madre del prota y va adquiriendo paulatinamente un rol muy sustancioso en la trama.

PD. Tal vez he empatizado demasiado con el personaje principal porque a mí también me salió un diente de más en la parte superior de la encía, como le sucede a él.

El viejo reaccionario que malvive en mí encadenado a pan y agua, ese desatinado que a veces forcejea por bramar que los cómics ya no son lo que eran desde que no se venden en los quioscos, o que ya no se hacen películas como las de los años 80, y que a veces siente la tentación de ser otro bocachancla en las redes antes que callar por respeto a los muertos, empezó con mal pie la temporada dos de Channel Zero y quiso llevarla a sus roderas de púas. Yo ya le oía refunfuñar desde el inicio: “Uy, qué adolescentes más antipáticos”, “Anda, si en esta temporada van de modernos” y, finalmente, un estertor: “Oh dios mío, otro Finchercito no…”.

Y yo, a regañadientes, había de concederle que los dos primeros episodios de esta segunda temporada, bajo el título No-End House, abrían fuego con demasiadas ínfulas: ciertamente el empaque del universo que se despliega en la Casa mágica del título se beneficia con el geometrismo visual orquestado por su director Steven Piet, aunque uno ya esté un poco empachado de tanto kubricksmo. Sin embargo, se escapa por las rendijas de las puertas un airecillo excesivo a manipulación: los adolescentes en esta historia resultan todo lo fríos que el propio director necesita para que la atmósfera funcione ‒tampoco se les exige que sean peronistas en un decorado argentiano, ¡pero una miaja de salero al menos!‒, hasta el punto de que la caracterización de los personajes parece supeditada al sofisticado diseño de producción y a su deliberado tonito gélido. Y encima el único personaje adulto con relevancia lo encarna John Carroll Lynch, un actor muchísimo más cualificado como monstruo comentrañas que como papá entrañable.

Por fin, la maquinaria arranca eficaz con la sorpresa antropófaga sobre cuerpos granadinos al final del episodio dos y el espectador comprende que todo lo previo ha sido un proceso de olla a presión con el fin de que la tapa reviente desde el capítulo tres: de pronto nos vemos involucrados en una trepidante y, sí, terrorífica huida de los protagonistas por ese universo extraordinario. Y ahora por fin el viejo reaccionario se arrellana baboso en su sofá, una vez comienza a reconocer influencias que antes no pillaba. Ahora ya distingue el juego de la casa de muñecas como ese mundo-cárcel que ha disfrutado en tantas series y cómics fantasiosos setenteros, capta el guiño a los ladrones de cuerpos aunque siga sin saber a qué tanta vaina, se relame con la esfera blanca que le recuerda a la negra de Gantz, e incluso empalma cables de fascinación tendidos en su infancia, hasta el punto de que durante el episodio cuatro me propina un codazo para confesarme que “si llego a ver esto de niño, me hubiera entusiasmado como cuando leí La larga marcha.

Y yo aplaudía también, reconciliado con el viejo reaccionario a mi lado y con lo ofrecido en la pantalla, deseando saber hasta dónde se atreverían a llegar con la repugnancia del símil caníbal.

Pues llegan hasta el punto de que el monstruo termina convertido en un Mr. Magoo apollardado que persigue a su hija por toda la casa con intenciones más turbias que su campo de visión.

Y poco más.

En el último tercio de la temporada, la estructura entera se derrumba. Y es que No-End House debería haber acabado en el episodio cuatro, añadiendo como epílogo la primera secuencia del episodio seis: porque la vida lógica de la narración finaliza si vuelves a entrar en la Casa. Aquello que se prolonga desde el episodio cinco supone una tediosa fabulación de lo que sucedería si el monstruo sale al mundo real, rematado con otra fabulación incluso contradictoria referente a la vida doméstica en el cosmos interior de la Casa. Por descontado, todavía subsisten buenas ideas y destacan varias imágenes sugerentes y hasta morrocotudas, así como se agradece el esfuerzo por hollar nuevos terrenos en el paisaje de lo horrorífico y aplicar la inteligencia antes que el lugar común: pero el alma de la historia ya no está ahí.

Y lo demás giallo ves venir.

Si nos fijamos bien, uno puede darse perfecta cuenta de cuándo se tambalean este tipo de planteamientos tan pomposos: exactamente cuando empiezas a preguntarte por qué no hay ni una sola gota de humor en toda la historia narrada. Ni en las situaciones, ¡ni en los personajes! Nadie es divertido, y desde luego se evita a toda costa, casi con TERROR, que haya un punteado cómico. No vaya a ser que, en lugar de procurar alivio, la risa se traiga abajo todo el magnificente pero finalmente plomizo castillo de naipes. Y es que si sueltas una carcajada, ésta te devuelve el sonido a hueco.

Y mirad, tanto como trato de mantener a raya al viejo reaccionario que convive encadenado a pan y agua en mí, en una cosa sí le doy toda la razón: ¡por dios, qué personajes con tan poca gracia!

¡¡¡El Niño de Dientes era mucho más majo!!!

P.D. La temporada tres solventa muchos de esos tornillos flojos.

Lista de episodios

Temporada 1: Candle Cove (2016)

Channel Zero: Candle Cove está basada en la terrorífica historia viral de Internet creada por Kris Straub. Trata de la creciente obsesión de un hombre con los niños de Candle Cove, un tétrico programa de marionetas de los años 80 con una perturbadora conexión con un misterio de su infancia sin resolver.

«Tú tienes que ir dentro» («You Have to Go Inside»). Dirección: Craig William Macneill. Guión: Nick Antosca. Fecha de emisión: 11 de octubre de 2016.

«Yo te cogeré de la mano» («I’ll Hold Your Hand»). Dirección: Craig William Macneill. Guión: Don Mancini y Nick Antosca. Fecha de emisión: 18 de octubre de 2016.

«¿Quieres ver algo guay?» («Want to See Something Cool?»). Dirección: Craig William Macneill. Guión: Harley Peyton. Fecha de emisión: 25 de octubre de 2016.

«Un buque extraño» («A Strange Vessel»). Dirección: Craig William Macneill. Guión: Erica Saleh y Nick Antosca. Fecha de emisión: 1 de noviembre de 2016.

«Invitado de honor» («Guest of Honor»). Dirección: Craig William Macneill. Guión: Katie Gruel y Mallory Westfall. Fecha de emisión: 8 de noviembre de 2016.

«Bienvenido a casa» («Welcome Home»). Dirección: Craig William Macneill. Guión: Nick Antosca, Harley Peyton y Don Mancini. Fecha de emisión: 15 de noviembre de 2016.

Temporada 2: No-End House (2017)

Channel Zero: La casa sin fin está basada en la historia The No-End House, escrita por Brian Russell. Margot (Amy Forsyth, The Path) es una chica que visita junto a sus amigos La Casa sin Fin, una extraña casa de los horrores formada por una serie de habitaciones cada vez más espeluznantes.

«Esto no es real» («This Isn’t Real»). Dirección: Steven Piet. Guión: Nick Antosca. Fecha de emisión: 20 de septiembre de 2017.

«Bonito vecindario» («Nice Neighborhood»). Dirección: Steven Piet. Harley Peyton y Mallory Westfall. Fecha de emisión: 27 de septiembre de 2017.

«Beware the Cannibals». Dirección: Steven Piet. Guión: Don Mancini y Erica Saleh. Fecha de emisión: 4 de octubre de 2017.

«The Exit». Dirección: Steven Piet. Guión: Nick Antosca y Katie Gruel. Fecha de emisión: 11 de octubre de 2017.

«El daño» («The Damage»). Dirección: Steven Piet. Guión: Harley Peyton y Lisa Long. Fecha de emisión: 18 de octubre de 2017.

«La chica hueca» («The Hollow Girl»). Dirección: Steven Piet. Guión: Nick Antosca y Angel Varak-Iglar. Fecha de emisión: 25 de octubre de 2017.

Temporada 3: Butcher’s Block (2018)

«Comienzo insidioso» («Insidious Onset»). Dirección: Arkasha Stevenson. Guión: Nick Antosca. Fecha de emisión: 7 de febrero de 2018.

«Cárnicas Peach» («Father Time»). Dirección: Arkasha Stevenson. Guión: Harley Peyton, Mallory Westfall y Angel Varak-Iglar. Fecha de emisión: 14 de febrero de 2018.

«Sois todos ratones fantasmas» («All You Ghost Mice»). Dirección: Arkasha Stevenson. Guión: Angela LaManna, Justin Boyd y Nick Antosca. Fecha de emisión: 21 de febrero de 2018.

«Alice in Slaughterland». Dirección: Arkasha Stevenson. Guión: Harley Peyton. Fecha de emisión: 28 de febrero de 2018.

«La puerta roja» («The Red Door»). Dirección: Arkasha Stevenson. Guión: Nick Antosca, Justin Boyd y Mallory Westfall. Fecha de emisión: 7 de marzo de 2018.

«Zona de sacrificio» («Sacrifice Zone»). Dirección: Arkasha Stevenson. Guión: Nick Antosca, Harley Peyton y Angela LaManna. Fecha de emisión: 14 de marzo de 2018.

Temporada 4: The Dream Door (2018)

«Cenizas en mi almohada» («Ashes On My Pillow»). Dirección: E. L. Katz. Guión: Nick Antosca. Fecha de emisión: 26 de octubre de 2018.

«¿Dónde dormiste anoche?» («Where Did You Sleep Last Night»). Dirección: E. L. Katz. Guión: Alexandra Pechman y Nick Antosca. Fecha de emisión: 27 de octubre de 2018.

«El amor duele» («Love Hurts»). Dirección: E. L. Katz. Guión: Lenore Zion y Lisa Long. Fecha de emisión: 28 de octubre de 2018.

«Extraño triángulo amoroso» («Bizarre Love Triangle»). Dirección: E. L. Katz. Guión: Mallory Westfall y Isabella Gutierrez. Fecha de emisión: 29 de octubre de 2018.

«Me perteneces» («You Belong To Me»). Dirección: E. L. Katz. Guión: Angel Varak-Iglar y Justin Boyd. Fecha de emisión: 30 de octubre de 2018.

«Nosotros dos» («Two of Us»). Dirección: E. L. Katz. Guión: Nick Antosca, Isabella Gutierrez y Lisa Long. Fecha de emisión: 31 de octubre de 2018.

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Hernán Migoya

Hernán Migoya es novelista, guionista de cómics, periodista y director de cine. Posee una de las carreras más originales y corrosivas del panorama artístico español. Ha obtenido el Premio al Mejor Guión del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, y su obra ha sido editada en Estados Unidos, Francia y Alemania. Asimismo, ha colaborado con numerosos medios de la prensa española, como "El Mundo", "Rock de Lux", "Primera Línea", etc. Vive autoexiliado en Perú.
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