El 7 de septiembre

Pues no sé tú, pero yo me acabo de enterar de la historia que se escondía detrás de esa canción mítica de Mecano que oí compulsivamente durante tanto tiempo y que, también, estuve otro tanto tiempo (o más) sin poder oír y que ahora, en plena madurez, prefiero no escuchar a menudo, porque donde hubo fuego cenizas quedan. Me refiero a «El 7 de septiembre», el primer sencillo que se publicó del álbum Aidalai (1991). Resulta que, detrás de esa letra, está la historia de amor entre Nacho Cano y Coloma Fernández Armero… ¿Coloma Fernández Armero?, pensé. ¿De qué me suena ese nombre? Busqué. Y encontré.

Mi casa es un gran depósito de libros. Hay libros por todas partes. De cuando leía novelas acumulo varias estanterías en las que los libros se apilan por fecha. Por la fecha en que los compré, quiero decir, que es una forma como otra cualquiera de clasificar libros. Dada mi particular querencia por las fechas creo que, de hecho, este es el sistema más apropiado para ordenar cosas y acontecimientos: los unos me llevan a las otras y viceversa.

Imagen superior: vídeoclip oficial de «El 7 de septiembre». La ruptura entre Nacho Cano y Coloma Fernández Armero marcó tanto a ambos que decidieron seguir reuniéndose para celebrar la fecha en que comenzó su relación: el 7 de septiembre de 1981. “Fue así durante muchos años ‒explica Coloma en «Vanity Fair»‒, diría que otros ocho por lo menos. Nos habíamos separado en diciembre y el siguiente 7 septiembre nos fuimos a La Parra, un restaurante que a Nacho le gustaba mucho y celebramos nuestro primer aniversario de separados. Ambos teníamos mucho respeto y mucha cautela, guardamos muchísimo las distancias en aquella comida, recuerdo que intentábamos no revolver el tema”.

En una de las estanterías, correspondiente a los años 1999/2000, está el objeto de mis pesquisas: Querida Yo. El primer libro que escribió Coloma y que yo leí entonces (julio de 2000) considerándola el colmo de la modernidad: de ahí me sonaba su nombre. Incluso anoté párrafos enteros en unas hojas que coloqué en las primeras páginas del libro. “Cuando te tragas a alguien con sus defectos, lo quieres para siempre”, leo. Página 38. Yo y mis manías académicas: cita, autora, título, página…

Al final del libro, un recorte de periódico. Qué tiempos aquellos en los que compraba el periódico todos los días y recortaba noticias que guardaba en cualquier lugar… “Celera Genomics anuncia que inicia la carrera del proteoma humano. La empresa de Craig Venter utilizará aparatos de nueva generación”. Titular de El País, martes 18 de julio de 2000. Vaya, pienso, qué píldora del pasado. De ese maravilloso y adorable pasado que se empeña en manifestarse día tras día. Esa noticia es el punto de partida de mis Amantes, mi segundo libro, ese que escribí tras mi estancia escocesa. De hecho, Querida Yo conserva entre sus páginas uno de los muchos separadores que me compré en Edimburgo: los clanes escoceses y sus tartanes familiares.

Junto a Querida Yo han aparecido unos cuantos libros que no recordaba tener. Creo que tengo memoria mía para rato…

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