Cualia.es

Walter Murch

Walter Murch es un editor y técnico de sonido que ha trabajado con CoppolaZimmerman y Minghela. Es la persona que admiro más últimamente desde el punto de vista intelectual.

Comencé leyendo ‒creo que porque vi el libro en Londres por casualidad y me interesó‒ The Conversations: Walter Murch and the Art of Editing Film (Alfred a Knopf, 2002).

The Conversations es una larga entrevista o conversación entre Michael Ondaatje, autor de la novela El paciente inglés, y Walter Murch. Después leí En el momento del parpadeo (Ocho y Medio, 2003), editado en español, y ahora voy devorando entrevistas y artículos que encuentro en Internet, que es la mayor fuente de información que ha existido nunca sobre la faz de la Tierra, y además disponible al instante y casi para todo el mundo. Mayor que la Biblioteca Nacional y que la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, puesto que no se limita tan sólo a libros. Quien no quiera estar informado no es porque no pueda, sino porque no quiere.

Las cosas ingeniosas, inteligentes, sensibles, divertidas y deliciosas que dice Walter Murch son tantas que lo único que puedo hacer es recomendarlo y citar de vez en cuando alguna.

En este texto que copio aquí, Walter Murch habla de los célebres y temidos visionados de prueba que a menudo llevan a modificar de manera radical una película (o a veces a la muerte del autor del guión, como al parecer le pasó a Boris Vian al ver la adaptación de La espuma de los días).

Los testeos y el dolor reflejo

“No debiera seguirse ciegamente lo que aparece en los testeos de prueba ‒dice Murch‒, más de lo que lo hace con cualquier otra cosa… Los testeos de prueba son solamente una manera de averiguar dónde está parado.

Hubo un procedimiento en Julia [de Fred Zimmerman] que, desgraciadamente, nunca he visto repetido. Teníamos una persona sentada en una mesa en el hall del cine con un cartel que decía: Si desea hablar con nosotros por teléfono, después de unos días, deje su número aquí. Esas conversaciones posteriores fueron transcritas y se agregaron a la encuesta.

Si va hacer visionados previos y va a escuchar lo que las personas tengan para decir, ésa es la manera de hacerlo, un tiempo después, cuando han tenido un día o dos de maduración, para permitir que la película se vaya descubriendo. No mire lo que las personas escriben en el calor del momento. Será una reacción, pero una reacción sesgada.

Hay mucho de lo que se llama médicamente “dolor reflejo” en ese proceso.

Cuando uno va a un doctor y le dice que tiene un dolor en el codo, es propio de un matasanos que saque su bisturí y empiece a operarlo directamente en el codo. Pero entonces se tendrá no sólo el dolor original, sino además, probablemente, un dolor en la muñeca y otro también en el hombro. Si quien lo estudia es un doctor experimentado, le tomará una radiografía, y determinará que la causa del dolor, probablemente, es un nervio pinzado en su hombro, solo que se lo percibe en el codo. El dolor en el hombro ha sido proyectado al codo.

Las reacciones del público son así. Cuando usted hace la pregunta directa: ‘¿Cuál es la escena menos lograda?’, y aproximadamente el ochenta por ciento de las personas están de acuerdo con que una escena no les gusta, el impulso es de ‘arreglar’ esa escena o directamente sacarla. Pero hay muchas probabilidades de que esa escena esté bien. En cambio, el problema puede estar en que el público, simplemente, no entendió algo que necesitaba saber o comprender, para poder apreciar esa escena. Por consiguiente, en lugar de arreglar esa escena, deberá clarificar alguna situación que ocurre cinco minutos antes. No opere necesariamente en el codo: en cambio, trate de descubrir si están pinzándose los nervios en alguna otra parte. Pero el público nunca le dirá eso directamente. Simplemente le dirá dónde está el dolor, y no su origen”.

Copyright del artículo © Daniel Tubau. Reservados todos los derechos.

Daniel Tubau

Daniel Tubau inició su carrera como escritor con el cuento de terror «Los últimos de Yiddi». Le siguieron otros cuentos de terror y libro-juegos hipertextuales, como 'La espada mágica', antes de convertirse en guionista y director, trabajando en decenas de programas y series. Tras estudiar Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, regresó a la literatura y el ensayo con libros como 'Elogio de la infidelidad' o la antología imaginaria de ciencia ficción 'Recuerdos de la era analógica'. También es autor de 'La verdadera historia de las sociedades secretas', el ensayo acerca de la identidad 'Nada es lo que es', y 'No tan elemental: como ser Sherlock Holmes'.
Sus últimos libros son 'El arte del engaño', sobre la estrategia china; 'Maldita Helena', dedicado a la mujer que lanzo mil barcos contra Troya; 'Cómo triunfar en cualquier discusión', un diccionario para polemistas selectos. Además, ha publicado cuatro libros acerca de narrativa audiovisual y creatividad: 'Las paradojas del guionista', 'El guión del siglo 21', 'El espectador es el protagonista' y 'La musa en el laboratorio'.
Su último libro es 'Sabios ignorantes y felices, lo que los antiguos escépticos nos enseñan', dedicado a una de las tendencias filosóficas más influyentes a lo largo de la historia, pero casi siempre ignorada o silenciada. A este libro ha dedicado una página que se ha convertido en referencia indispensable acerca del escepticismo: 'Sabios ignorantes y felices'.
En la actualidad sigue escribiendo libros y guiones, además de dar cursos de guión, literatura y creatividad en España y América.