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Tertuliano y el absurdo

Tertuliano fue uno de los primeros apologistas del cristianismo. Nacido en Cartago hacia el año 155, decía que Dios era material, pero se oponía a todo intento de conciliación con la sabiduría greco-romana.

Pensaba que lo grande del cristianismo era su irracionalidad: la muerte del hijo Dios es creíble porque es contradictoria, y su resurrección es cierta porque es imposible.

Se ha hecho célebre su frase Credo quia absurdum (Creo porque es absurdo), aunque en sus escritos la expresión que se halla es Credo quia ineptum o Credible quia ineptumcertum est quia impossibile est (Creo porque es estúpido: es cierto porque es imposible), que es un planteamiento muy interesante: las historias acerca de Jesucristo son tan estúpidas, que sólo pueden ser verdad.

No recuerdo quiénes decían algo parecido: si la historia de Jesucristo fuese una mentira, resulta absurdo hacerle hijo de un carpintero, hacerle fracasar en su intento de convertir a su buena nueva a los judíos, tener discípulos que le traicionan y le abandonan, y además hacerle morir en la cruz. Nadie elegiría algo tan vulgar para el hijo de Dios (o Dios mismo) si se lo inventase.

Tertuliano acabó en la herejía, adhiriéndose al montanismo, aunque en aquel momento era difícil predecir cuál sería en el futuro la herejía y cuál la ortodoxia entre las diferentes interpretaciones del mensaje cristiano.

De todos modos, Tertuliano también acabó separándose del montanismo y creó su propia variante, el tertulianismo, que todavía existía en tiempos de Agustín de Hipona.

A veces pienso que Tertuliano era una especie de Chesterton de la Antigüedad. Basta con recordar aquella historia del día que Chesterton entró en una iglesia rural, oyó un sermón disparatado del párroco y salió convencido de la verdad del cristianismo, puesto que: “si diciendo tonterías como estas ha logrado sobrevivir casi dos mil años, es que es la verdad”.

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Daniel Tubau

Daniel Tubau inició su carrera como escritor con el cuento de terror «Los últimos de Yiddi». Le siguieron otros cuentos de terror y libro-juegos hipertextuales, como 'La espada mágica', antes de convertirse en guionista y director, trabajando en decenas de programas y series. Tras estudiar Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, regresó a la literatura y el ensayo con libros como 'Elogio de la infidelidad' o la antología imaginaria de ciencia ficción 'Recuerdos de la era analógica'. También es autor de 'La verdadera historia de las sociedades secretas', el ensayo acerca de la identidad 'Nada es lo que es', y 'No tan elemental: como ser Sherlock Holmes'.
Sus últimos libros son 'El arte del engaño', sobre la estrategia china; 'Maldita Helena', dedicado a la mujer que lanzo mil barcos contra Troya; 'Cómo triunfar en cualquier discusión', un diccionario para polemistas selectos. Además, ha publicado cuatro libros acerca de narrativa audiovisual y creatividad: 'Las paradojas del guionista', 'El guión del siglo 21', 'El espectador es el protagonista' y 'La musa en el laboratorio'.
Su último libro es 'Sabios ignorantes y felices, lo que los antiguos escépticos nos enseñan', dedicado a una de las tendencias filosóficas más influyentes a lo largo de la historia, pero casi siempre ignorada o silenciada. A este libro ha dedicado una página que se ha convertido en referencia indispensable acerca del escepticismo: 'Sabios ignorantes y felices'.
En la actualidad sigue escribiendo libros y guiones, además de dar cursos de guión, literatura y creatividad en España y América.