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«Seis personajes en busca de autor», de Luigi Pirandello

Como un ilusionista que saca conejos de su chistera, Luigi Pirandello quiso dejar boquiabierto al público que asistió el 9 de mayo de 1921 al Teatro Valle, en Roma. Como es sabido, aquella sorpresa no tuvo una consecuencia feliz, sino una respuesta airada ‒»Manicomio! Manicomio!»‒, que engrandece la novedad que supuso esta obra: Seis personajes en busca de autor, pionera de esa fórmula que es el «teatro dentro del teatro».

Ingeniosa y febril, la pieza no nos da tregua en ningún momento. Como anuncia su título, juega con la idea de que ya no es posible saber donde termina la ficción ‒encarnada por esos seis personajes «reales y consistentes»‒ y empieza, objetiva, la realidad, personificada por un equipo escénico que ‒aunque nos cueste verlo así‒ también son actores que engrasan y articulan los dispositivos del trampantojo.

Evidentemente, este vaivén entre lo que es y lo que aparenta ser cada figura sorprende hoy menos que en otros tiempos. Nosotros, marcados por el posmodernismo, ya estamos acostumbrados a que se rompa la cuarta pared, o a que los personajes ‒como nos enseñó Unamuno‒ interpelen a sus autores, insatisfechos por el destino que les tocó en suerte. Sin embargo, la audiencia de los años treinta o cuarenta asistía a esta representación pirandelliana y descubría pasajes que aún eran insólitos, y sin duda, muy turbadores.

El contraste entre lo real y lo imaginario ‒un contrapunto que ya advirtió Cervantes‒ quizá no sea tan impactante en la era de la realidad virtual, pero a cambio, eso nos permite interpretar con más claridad el discurso teatral de Pirandello.

A la hora de analizar ese texto pionero, sobre todo en el ámbito estudiantil, resulta de enorme utilidad esta edición, muy clara y didáctica, de Juan Carlos Pantoja Rivero y Maria Concetta Brigandi.

La introducción es, en este sentido, un brillante resumen de lo que Pirandello supuso en términos literarios. Pantoja Rivero y Brigandi analizan el credo dramático del escritor y la conciencia de su época, siempre centrados en la novedad que supuso Seis personajes en busca de autor. «Cuestionarse el espacio escénico ‒leemos‒ es, también, una manera de reflexionar sobre la doble esencia del teatro (obra literaria y espectáculo), lo que está en clara consonancia con el tema del teatro dentro del teatro en el que se incluye nuestra obra, que le sirve a Pirandello para someter a análisis la propia esencia de la ilusión teatral».

La excelente traducción que aquí se incluye ‒debida a Miguel Ángel Cuevas‒ nos permite acercarnos con confianza a esta obra maestra de la literatura italiana.

Sinopsis

En Seis personajes en busca de autor el tema básico es la reflexión sobre la identidad humana a partir de la confusión entre actores y personajes. Desde el principio, los límites entre el escenario y la sala desaparecen, en el escenario discuten el tramoyista y el director de escena y por el patio de butacas entra el director de la compañía. Seis personajes en busca de su propia identidad, como personajes de ficción o como seres de carne y hueso, que sufren y luchan, pero que no pueden evitar el destino que para ellos tiene reservado su creador, que los abandonó a su suerte y los obligó a buscar otro autor que les diera vida.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.