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Otro malentendido sobre Felipe II

“¿Era entonces solo para servir a Dios que coleccionaba tantas obras de arte? En su libro El Escorial: arte y poder en el Renacimiento, el historiador Henry Kamen llega a la conclusión de que el interés del rey por el arte tenía «un carácter positivo y personal. No consideraba a los pintores meros artesanos, sentía un respeto profundo y crítico por ellos.» Según Kamen, no debe extrañarnos el hecho de que Felipe II quisiera por ello tener en su casa muchas obras de pintores como Tiziano y Tintoretto y de los primitivos flamencos. Después de todas las noticias que habían llegado hasta él y lo que había visto con sus propios ojos, quería competir con su colección con mecenas como Rodolfo II, Cosme I de Médici y Maximiliano II.”

Esperad, que debo respirar profundo antes de continuar…

El autor de estas palabras es Henk Boom, periodista holandés, corresponsal en España, en su libro El Bosco al desnudo: 500 años de controversia sobre Jheronimus Bosch (Antonio Machado, 2016). Toma las palabras de Henry Kamen, ese hombre…

Por favor, que alguien diga a estos dos caballeros, porque creo que no lo saben, que Maximiliano II es primo hermano a la par que cuñado de Felipe II, y que Rodolfo II es su sobrino, criado a la sombra de su tío, en los palacios reales de Aranjuez y Madrid. Que alguien les comente que quién llevaba la voz de mando era El Prudente; que él era el modelo a imitar por parte de los dos Habsburgo “menores” y no al revés.

Por favor, que me va a reventar la tapa de los sesos si sigo leyendo tanto argumento estúltico… Cuánto daño ha hecho la maldita narrativa protestante

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Mar Rey Bueno

Mar Rey Bueno es doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Realizó su tesis doctoral sobre terapéutica en la corte de los Austrias, trabajo que mereció el Premio Extraordinario de Doctorado.
Especializada en aspectos alquímicos, supersticiosos y terapéuticos en la España de la Edad Moderna, es autora de numerosos artículos, editados en publicaciones españolas e internacionales. Entre sus libros, figuran "El Hechizado. Medicina , alquimia y superstición en la corte de Carlos II" (1998), "Los amantes del arte sagrado" (2000), "Los señores del fuego. Destiladores y espagíricos en la corte de los Austrias" (2002), "Alquimia, el gran secreto" (2002), "Las plantas mágicas" (2002), "Magos y Reyes" (2004), "Quijote mágico. Los mundos encantados de un caballero hechizado" (2005), "Los libros malditos" (2005), "Inferno. Historia de una biblioteca maldita" (2007), "Historia de las hierbas mágicas y medicinales" (2008) y "Evas alquímicas" (2017).