Este es el tema más conocido de Greg Allman, “en la carretera con su último dólar” (1). Suena aquí lo suficientemente desesperado como para hacer cualquier cosa. Un montón de cantantes han alardeado de “chicos malos”, haciendo que el tontear con la vida al margen de la ley y la sociedad pareciera sexy, pero Allman fue uno de los primeros en hacer que sonase menos divertido.
Aunque él compuso la canción, compartió créditos con Kim Payne, un roadie de los Allman Brothers que fue quien aportó la frase: “The Road Goes On Forever”.
Tras escribir el tema, Gregg Allman quiso grabarla de inmediato, así que con la ayuda de Payne, encargado de vigilar el equipo, irrumpió en el estudio del grupo en Macon, Georgia, en mitad de la noche y empezó a trabajar antes de que se le fuera de la cabeza.
La primera version apareció en el segundo álbum de The Allman Brothers Band, Idlewild South (Capricorn, 1970), pero no apareció como single hasta el 26 de marzo de 1971, con «Whipping Post» en la cara B.
Sin embargo, interpretada por Gregg, se convirtió en uno los momentos destacados de sus actuaciones en directo, así que cuando editó su primer álbum en solitario, Laid Back, en 1973, grabó una nueva version y la lanzó como sencillo. Se convirtió en su mayor éxito, llegando al número 19 de las listas americanas.
«Si consideramos ‘Whipping Post’ el mayor logro de los Allman ‒escribe Dan Rys‒, entonces ‘Midnight Rider’ podría ser su canción más icónica, en particular para el propio Gregg Allman. Se trata de un tema relativamente simple, comparado con la mayoría del catálogo de la banda, pero es su espíritu ‒’La carretera siempre continúa’, canta Allman con nostalgia‒ lo que la convierte en una parte clave de su identidad musical. Esa ruta despejada alimentó el perdurable amor de Gregg por las motocicletas, y además contribuyó a la desaparición de otros dos miembros de la banda, Duane Allman [que murió en un accidente de moto en 1971, a los 24 años] y Berry Oakley [que falleció al año siguiente, a la misma edad y por el mismo motivo]. La pasión por la carretera siempre ha sido una fuerza impulsora para el grupo, y ‘Midnight Rider’ es su tema definitivo» (Billboard, 27/05/2017).
«El álbum Idlewood South ‒escribe Ed Leimbacher‒ supone un gran paso adelante con relación al primer disco del grupo, que llevaba por título The Allman Brothers Band (1969) y venía a ser una combinación de Santana y, en mayor medida, Led Zeppelin (…) En este segundo LP, los Allman ofrecen temas más breves, ajustados y menos ‘densos’. “Revival’ plantea un tono entusiasta, con panderetas y coros de gospel que anticipan la incursión de Duane Allman y Dick Betts con sus guitarras. La melodía pegadiza es propia de un single poderoso: ‘People, can you feel it, Love is everywhere!’. Luego, hay un retorno al blues con la burbujeante guitarra slide de ‘Don’t Keep Me Wonderin ‘, que viene acompañada por tres delicias rítmicas en las que intervienen con fuerza el batería Butch Trucks y el conguero Jai Johanny Johanson. En ‘Midnight Rider’ se alternan las guitarras acústicas y eléctricas con eficacia, mientras que ‘In Memory of Elizabeth Reed’ resuena como un tema de Santana, pero con más agallas. Las guitarras gemelas suenan a la par, y luego se distancian de forma explosiva (creo que Duane toma el registro superior). (…) Finalmente, llega el blues con sentimiento cuando el bajista Berry Oakley entona, con aire vengativo, ‘Hootchie Coochie Man’. Nunca pensé que volvería a gustarme esta melodía, pero la banda desata una descarga de energía que deja humeando los cables del tocadiscos. (…) El resto es silencio, o debería serlo. ‘Please Call Home’ y ‘Leave My Blues at Home’ no añaden nada. La primera suena como una parodia de Buddy Miles y la segunda parece un descarte del primer álbum de los Allman» (Rolling Stone, 24/12/1970).
(1) «I’ve got one more silver dollar, / But I’m not gonna let ‘em catch me, no… / Not gonna let ‘em catch / The midnight rider».
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