En 2010 salió a la venta Marica tú, uno de mis proyectos más personales como editor en Ediciones Glénat.
Cuando empecé un año antes como editor volantín, tenía claras dos ideas para dos proyectos de novelas gráficas: 1) la vida sin aditivos, victimismos ni idealismos de un o una inmigrante sudaca (me gusta la expresión “sudaca” porque no tiene género) en Barcelona –proyecto que está en proceso…– y 2) la vida cotidiana de un marica contada por él mismo. Entre sudacas y maricas andaban mis intereses.
Siempre he tenido muchos amigos maricas, de hecho cada vez tengo más. Creo que me gusta su mirada de vuelta y, por otro lado, mis amigos heteros están todos teniendo hijos con una sola hembra. Así que me aferro al clavo adolescente que a cierta edad “adolecente” empieza a ser privilegio casi exclusivo de los gays.
Mi mejor amigo marica es Julián Almazán, el guionista de Marica tú. Julián y yo compartimos muchos gustos (ja, ja, ja), como el cine de terror, el pop idiota (o sea, el verdaderamente inteligente) y, sobre todo, una mirada esencialmente lúdica y hedonista de la vida. Le conozco desde hace muchos, muchos años, desde que me enamoré de su fanzine La mesa camilla. Luego desarrollamos una amistad que es la que uno idealiza cuando tiene un hermano con quien lo comparte todo.
Su web actual, Teenage Thunder, me fascina porque no viste su ingenio de necesidad de podios, reconocimiento o prestigio. Habla de lo que le gusta y se la trae al pairo crear tendencia de opinión.
Siempre admiré el talento de Julián para proyectar su vida a través de sus reseñas de cultura pop. Y me pregunté durante mucho tiempo cómo podría crear el vehículo perfecto para que Julián expresara esa apasionante mirada suya a través de la ficción.
Una de las pocas cosas que me interesan, que disfruto aparte de escribir, y que creo se me dan bien, es reunir talentos y sacar de ellos una obra interesante y con razón de ser en nuestra sociedad. Siempre me ha dolido que esa faceta tan vital para ser editor de cómic –propiciar obras de la unión de dos talentos; crear profesionalidad y un vivero de guionistas– no se practique casi nunca en la endeble industria española. Con Marica tú he podido cumplir otro deseo: que Julián explicara cómo es la vida REAL (no la de diseño) de un gay en el Madrid de hoy.
Y lo ha hecho a través de la hermosa languidez visual de Alfonso Casas, otro nuevo artista de la escena comiquera española que aplaudo por su saber hacer.
Estoy muy contento de Marica tú. Por sus autores, por mi querido Julián. Y, sobre todo, por el lector.
Sinopsis
Julián está depre porque acaba de tener un desengaño amoroso. Su tristeza la ahoga saliendo con todos los chicos que puede ligar por Internet y haciéndose un “seguro anticuernos”: O sea, poniéndolos él primero…
La vida de Julián, basada en el historial sentimental de su guionista, es la de un gay treintañero que está harto de los estereotipos asociados al hecho de ser gay.
Ésta es la historia de la resaca de un grupo de amigos autosuficiente… y de como nadie, por mucho que le baste ponerse un DVD de John Hughes, acudir al último concierto de Kylie o coleccionar muñecos de Jason Vorhees de Viernes 13, quiere estar solo al final del día.
Marica tú es una historia sobre el amor y la soledad, contada con mucho sentido del humor.
Copyright del artículo © Hernán Migoya. Previamente publicado en Comicsario, un blog para la fenecida editorial Glénat España. Reservados todos los derechos.
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