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Las dos Españas de Chaves Nogales

Descubrí a Manuel Chaves Nogales leyendo La herencia del pasado. Las memorias históricas de España (Barcelona, 2011) de Ricardo García Cárcel.

Encargué su A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España, la reedición de 2011, hecha por Libros del Asteroide. Un libro publicado, originalmente, en 1937, en pleno exilio parisino.

Su lectura me reconcilió, siquiera un poquito, con nuestra historia más reciente. Me gusta todo el pensamiento de Chaves, si bien me quedo con una frase que, quizás, no sea la más representativa ni la más brillante, pero que, de forma parecida, he pensado muchas veces, antes de leerle, antes de saber de su existencia:

«De mi pequeña experiencia personal, puedo decir que un hombre como yo, por insignificante que fuese, había contraído méritos bastantes para ser fusilado por los unos y por los otros» (1).

Inicié un cuaderno para ir anotando lo que se me venía a la mente, allá por el verano de 2012. Cuaderno que, como no podía ser de otra forma, empezaba con el machadiano:

«Españolito que vienes

al mundo te guarde Dios.

una de las dos Españas

ha de helarte el corazón.»

Al que añadí: «¿Y qué ocurre si son las dos Españas las que te hielan el corazón?»

Nota:

La frase en cuestión se inscribe en un diagnóstico más amplio: «Los caldos de cultivo de esta nueva peste -escribe Chaves-, germinada en ese gran pudridero de Asia, nos los sirvieron los laboratorios de Moscú, Roma y Berlín, con las etiquetas de comunismo, fascismo o nacionalsocialismo, y el desapercibido hombre celtíbero los absorbió ávidamente. Después de tres siglos de barbecho, la tierra feraz de España hizo pavorosamente prolífica la semilla de la estupidez y la crueldad ancestrales. Es vano el intento de señalar los focos de contagio de la vieja fiebre cainita en este o aquel sector social, en esta o aquella zona de la vida española. Ni blancos ni rojos tienen nada que reprocharse. Idiotas y asesinos se han producido y actuado con idéntica profusión e intensidad en los dos bandos que se partieran España. De mi pequeña experiencia personal, puedo decir que un hombre como yo, por insignificante que fuese, había contraído méritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros. Me consta por confidencias fidedignas que, aun antes de que comenzase la guerra civil, un grupo fascista de Madrid había tomado el acuerdo, perfectamente reglamentario, de proceder a mi asesinato como una de las medidas preventivas que había que adoptar contra el posible triunfo de la revolución social, sin perjuicio de que los revolucionarios, anarquistas y comunistas, considerasen por su parte que yo era perfectamente fusilable».

Copyright del artículo © Mar Rey Bueno. Reservados todos los derechos.

Mar Rey Bueno

Mar Rey Bueno es doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Realizó su tesis doctoral sobre terapéutica en la corte de los Austrias, trabajo que mereció el Premio Extraordinario de Doctorado.
Especializada en aspectos alquímicos, supersticiosos y terapéuticos en la España de la Edad Moderna, es autora de numerosos artículos, editados en publicaciones españolas e internacionales. Entre sus libros, figuran "El Hechizado. Medicina , alquimia y superstición en la corte de Carlos II" (1998), "Los amantes del arte sagrado" (2000), "Los señores del fuego. Destiladores y espagíricos en la corte de los Austrias" (2002), "Alquimia, el gran secreto" (2002), "Las plantas mágicas" (2002), "Magos y Reyes" (2004), "Quijote mágico. Los mundos encantados de un caballero hechizado" (2005), "Los libros malditos" (2005), "Inferno. Historia de una biblioteca maldita" (2007), "Historia de las hierbas mágicas y medicinales" (2008) y "Evas alquímicas" (2017).