Blas MatamoroJosef Gabriel Rheinberger (1839-1901) caminó sobre las arenas movedizas de la música alemana en la segunda mitad del Ochocientos. Para evitar accidentes, se recostó en un suave y devoto academicismo que le produjo buenos resultados.
Tal vez Brahms lo considerase con simpatía, mientras Liszt y Wagner lo mirarían con horror y Bruckner le pondría mala cara, correspondida por el mismo Rheinberger. Éste pertenece a la familia de los Reger, Humperdinck, Suder y Pfitzner, por no citar a más parientes.
En efecto, su estética es sencilla, sensata y prudente. Ha recibido una tradición y la conserva con cariño. Para ello se apoya en una sólida base religiosa, su fe católica puesta al servicio de trabajos litúrgicos.
En «La estrella de Belén», suerte de cantata familiar de tema navideño, contó con la colaboración literaria de su mujer Franziska, quien firmaba sus poemas como Fanny von Hoffnaass. Rheinberger quiso rendir homenaje personal y artístico a su esposa con esta partitura que se estrenó en Dresde la Nochebuena de 1892.
Imagen superior: Josef y Franziska poco después de su boda.
Franziska, gravemente enferma, no pudo asistir al evento y murió la Nochevieja de ese mismo año. No oyó la amable y crédula partitura, llena de sabios momentos alternos de polifonía y solos vocales, tierno agasajo a un Dios que se da el lujo de encarnarse sobre la paja de un pesebre, al cual acuden a honrarlo tanto reyes como pastores.
Disco recomendado: Josef Gabriel Rheinberger (1839-1901): La estrella de Belén op.164 (Cantata de Navidad) / Rita Streich, soprano. Dietrich Fischer-Dieskau, barítono. Symphonie-Orchester Graunke. Dir.: Robert Heger / CARUS / Ref.: CARUS 83.111 (1 CD)
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Marta Vela
