Inferno es una cinta de horror sobrenatural dirigida por Dario Argento con la contribución de su mentor, Mario Bava, que se hizo cargo de algunos de los efectos más celebrados de esta película. La acción del film comienza cuando Rose Elliot (Irene Miracle), una joven escritora neoyorquina, descubre un libro del alquimista E. Varelli, arquitecto de las residencias de Las Tres Madres, tres brujas cuyos poderes se expresan, respectivamente, a través del dolor, las lágrimas y la oscuridad. Rose intuye que la casa donde vive es uno de esos tres enclaves de poder.
La trama forma parte de la llamada Trilogía de las Madres, formada por Suspiria (1977), Inferno y La Madre del Mal (2007). El concepto de esas tres brujas se inspira en tres figuras, Mater Lachrymarum, Mater Suspiriorum y Mater Tenebrarum, ideadas por Thomas de Quincey en su libro Suspiria de Profundis (1845).
La que ahora sí es la segunda parte de la Trilogía de las Madres, y durante muchos años fue la segunda parte de “la inacabada Trilogía de las Madres”, nunca llegó a plantearse como eso. Sí, era más o menos una secuela de la celebrada Suspiria, donde aparecía la ¿bruja? ¿espíritu maligno? ¿diosa? Mater Supiriorum.
En Inferno intervenían sus otras dos ¿hermanas?, Mater Tenebrarum y Mater Lachrymarum, sin que hubiera necesidad real de hacer una tercera película, aunque se hable de un triunvirato malévolo.
Como en Suspiria, o incluso de una manera más radical que en aquel ya clásico del terror, lo importante no es tanto la coherencia de la historia como la atmósfera pesadillesca. Es más, como en algunas de las mejores películas de Mario Bava, el guión sigue la extraña lógica de un mal sueño, con escenas desconcertantes tanto en su ritmo como en su propósito, y siempre supeditadas a la atmósfera terrorífica e hipnótica donde la realización, la fotografía y la música se relacionan de una manera muy distinta a como lo harían en una película de narrativa y puesta en escena convencional.
Es difícil explicar Inferno. No se trata de un guión incomprensible, aunque tanto las motivaciones de los personajes como el propio desarrollo de la historia siguen unos derroteros enigmáticos. En ese aspecto, uno no puede sino recordar los terrores intensos pero ambiguos de Poe y Lovecraft, al igual que también tiene que recordar a escritores como Arthur Machen o los movimientos ocultistas de principios del siglo XX en la relación que se establece en la película entre magia, arquitectura y música.
Inferno, pese a sus asesinatos gore y tics sensacionalistas, es una extraña obra de arte que se presta a mil análisis, interpretaciones y revisiones.
Ficha técnica
Director: Dario Argento
Producción: Claudio Argento, Salvatore Argento, Guglielmo Garroni (como William Garroni)
Guión: Dario Argento
Reparto: Irene Miracle, Leigh McCloskey, Eleonora Giorgi, Daria Nicolodi, Alida Valli
Música: Keith Emerson
Fotografía: Romano Albani
Montaje: Franco Fraticelli
Estudio: Produzioni Intersound
Distribuidora: 20th Century Fox
Fecha de estreno: 7 de febrero de 1980
Metraje: 107 min.
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