Hernán Migoya«People / Will always make a lover feel a fool / But you knew I loved you / We could have shown them all…»
Freddie en 1991, Georgios en 2016. Me quedé huérfano de dioses.
A los 24 años escribías unas letras de una madurez que casi nadie estaba dispuesto a admitir. Eras demasiado guapo para los tíos tan feos que escribimos en las revistas. Y movías demasiado bien el culo para que a la gente le importase lo bien que escribías.
Siempre he pensado que viviste tus últimos veinte años aburrido de la vida. Te aburrías componiendo, te aburrías actuando. Desde 1996 ya no creabas melodías, solamente ritmos hastiados. Se notaba que la música ya no era tu refugio especial.
Pero antes, qué cantidad de buenas canciones nos diste. Creo que nunca fuiste del todo consciente de ello. O no lo valorabas demasiado. Para tantos millones de personas que soñamos con acariciar la puta gloria aunque solo sea un segundo, tú eras una bofetada insolente en el rostro: vivías apoltronado bajo ella, permitiendo que te prodigase mimos y mamadas, que se revolcase en ti, y a ti te la sudaba.
Te falló el corazón, pero intuyo que no ponías mucho de tu parte. Por lo poco que he sabido de ti estos años, hace tiempo que no querías vivir. En el Cielo también te morirás de aburrimiento, igual que aquí, ¿sabes? Sigue a Freddie, con él tal vez te diviertas. O busca una esquina diferente, como cuando eras un niño gafotas y friqui, hasta que se harten de lo especialito que eres y Dios te devuelva aquí a patadas. Ojalá fuera así. Prometo que haría todo lo posible para que a partir de ahora te aprecien más.
Pero no estoy siendo justo.
Mi único deseo hoy es que al fin hayas reencontrado allá donde estés a tu madre, a tu Anselmo, a todos los seres que quisiste y perdiste y por los que te dejaste ir.
Aquí también has sido muy, muy querido, mi querido Georgios Kyriacos Panayiotou.
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Guzmán Urrero
Marta Vela
