El 21 de mayo de 1471 nacía en Nuremberg Alberto Durero. Al leer su nombre, la primera imagen que se me viene a la cabeza es un grabado xilográfico, coloquialmente conocido como El rinoceronte de Durero. Un grabado realizado a partir del dibujo que Valentin Ferdinand, pintor moravo, mandó desde Lisboa al humanista Konrad Peutinger de Nuremberg.
El rinoceronte en cuestión había emprendido, en enero de 1515, un largo viaje de cinco meses desde la ciudad de Goa, en la India, y llegaba a Lisboa como regalo del sultán gujaratí Muzafar II para el rey Manuel I.
Imagen superior: dibujo con pluma y tinta del rinoceronte, hecho por Alberto Durero en 1515. Museo Británico, Londres.
Este mismo rinoceronte volvió a ser embarcado pocos meses después, esta vez hacia Roma, con la misión de sorprender con su exotismo al papa León X, y a Europa entera, ya que era el primero de su especie que se vería desde la Antigüedad.
Desgraciadamente, la nave en la que iba naufragó a causa de una tormenta en el glofo de Génova, y el rinoceronte se ahogó.
En este naufragio no hubo supervivientes, y con el barco se perdieron la carga y los valiosos regalos que transportaba. No obstante, el rinoceronte apareció muerto en una playa genovesa, por lo que igualmente llegó a Roma, se disecó y causó gran impresión en todos aquellos que acudían a admirarlo.
(Esta entrada se la dedico a Annarita, que es fanática de Durero…)
Imagen del banner: «Rinoceronte vestido con puntillas» (1956) de Salvador Dalí (Autor: Manuel González Olaechea y Franco, CC).
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