Cualia.es

«El bestiario de los números», de David Blanco Laserna y María Espejo

A medida que la divulgación científica ha mejorado sus estrategias, ha ido creciendo el interés de los lectores más jóvenes. Al fin y al cabo, cuando estos son realmente curiosos, nunca se sacía del todo su afán de conocimiento.

Sin duda, un buen divulgador es un auxiliar de valor incalculable para el aprendizaje. Pero qué difícil es encontrar uno que sepa educar, divertir y emocionar con la misma soltura. David Blanco Laserna pertenece a esa rara categoría. No sólo es un excelente intérprete de los grandes misterios de la física, la astronomía o las mátemáticas. También sabe envolver sus explicaciones con una habilidad narrativa de primera categoría, que le ha permitido fascinar a los lectores veteranos, y muy especialmente, a los más pequeños.

Escribir con amenidad y aplicar su fantasía al conocimiento científico ‒ahí es nada‒ son las dos claves que explican la calidad de los libros que Blanco Laserna ofrece a niños y a adolescentes. Por si aún no conocen esa mezcla de ciencia y de ficción, les invito a descubrir títulos que pueden despertar la vocación de sus hijos o alumnos, como Galileo envenenadoLas aventuras del joven EinsteinNumeriverso. Las sumas que vinieron del espacio o Multiplicaciones a toda máquina. Y si no tienen niños cerca, este prolífico autor también ha escrito obras muy recomendables para adultos, como Einstein: la teoría de la relatividad. El espacio es una cuestión de tiempo.

El bestiario de los números es otra prueba del ingenio de David Blanco Laserna a la hora de fomentar la pasión por la ciencia ‒en este caso, las matemáticas‒ a través de una amenidad narrativa que atrapa felizmente a los jóvenes lectores.

Como su título indica, este es un bestiario clásico, heredero de los bestiarios medievales, pero las prodigiosas criaturas que describe están vinculadas, por las vías más diversas, con operaciones y curiosidades matemáticas.

Sin duda, el relato es vibrante, pero el libro se convierte en algo extraordinario gracias a las fantásticas ‒nunca mejor dicho‒ ilustraciones de María Espejo. Nadie mejor que ella para transmitirnos esa emoción entre el clasicismo, la elegancia y el misterio. Pese a ceñirse al carácter matemático que requiere el texto, las criaturas que crea en estas páginas dejan tras de sí una estela de fantasía, color y delirio. Por eso mismo, el acierto de Espejo es tan inusual: porque sus ilustraciones dan una nueva dimensión a la obra, y al mismo tiempo, subrayan su significado.

En este sentido, El bestiario de los números es una nueva confimación del talento que posee esta ilustradora, capaz de inventar mundos prodigiosos y memorables con un estilo personal y de gran sutileza.

Sinopsis

El bestiario de los números es un libro muy peligroso. Quien se aventura a perderse entre sus páginas corre el riesgo de que los números cobren vida en su imaginación y de no poder pensar ya en otra cosa que en sus misteriosas propiedades. Muy pocos han logrado resistir su hechizo. Si te atreves, abre el libro y echa un vistazo a sus dibujos.

¿Eres capaz de descubrir qué números se esconden en el cuerpo de sus fantásticas criaturas?

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Thule Ediciones. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.