La franquicia de videojuegos Tomb Raider pasó por un lavado de cara en 2013. Fue aquel año cuando salió a la venta un reboot (reinicio), en el que sufrían cambios tanto el tono del juego como el aspecto de Lara Croft, la protagonista. En aquella ocasión, asistíamos a la primera aventura de la arqueóloga, que se nos mostraba como una joven con recursos, pero vulnerable. Por su parte, su voluptuoso y caricaturesco físico daba paso a una anatomía realista, en la que ya no se hacía explotación de su sex appeal.
La actriz sueca Alicia Vikander releva a la norteamericana Angelina Jolie (no deja de ser curioso que a tan británico personaje no le haya interpretado ninguna actriz inglesa), y se revela como la perfecta “neo-Lara Croft” en este relanzamiento cinematográfico, que parte del videojuego de 2013, aunque simplificando su trama, reduciendo el número de personajes y cambiando progresivamente su argumento para acabar narrando una historia distinta. La de Indiana Jones y la última cruzada, específicamente.
Lara busca a su padre. Para ello, sigue las notas de su investigación arqueológica, que le son confiadas para que las destruya y no caigan en malas manos, cosa que ella no hace. Dichos documentos terminan en posesión de quien no deben y… En fin, no hay castillos ni cameos de Hitler, pero por lo demás, hay escenas calcadas de manera inane y poco inspirada.
Tomb Raider es una de esas películas que parecen rodadas íntegramente por la segunda unidad. No es un desastre, pero su aspecto no difiere de tantas otras cintas similares, o series de televisión o videoclips. La acción es apresurada y poco espectacular, los efectos especiales son más bien malos y hay entretenimiento, pero carente de suspense o sentido de la maravilla.
En el lado positivo, destaca la presencia de buenos actores haciendo lo que pueden con el material con el que trabajan. Alicia Vikander sobresale por su aspecto casi idéntico al personaje del videojuego, aunque en una versión algo más “étnica”. Su Lara está interpretada con brío, y se nos presenta como un personaje valiente, fuerte y “echao palante”, pero aun así, humano y simpático. Por su parte, el estupendo secundario Walton Goggins continúa sosteniendo la llama de los actores de carácter de la vieja escuela, con ese rostro que parece hecho para el wéstern. Sin esfuerzo, Dominic West borda su papel de náufrago enloquecido, aunque quien se lleva al gato al agua es Nick Frost con una breve pero hilarante aparición.
Da la sensación de que la mayor parte del presupuesto de Tomb Raider se ha ido en pagar a los actores (¡Derek Jacobi! ¡Kristin Scott-Thomas!) y la publicidad, ya que la película se salva por poco de ser una serie B, y no de las chisposas. Al fin y al cabo, simplemente se trata de un producto más de una franquicia en la que el verdadero negocio reside en los videojuegos. Es una película-complemento, por así decirlo.
Sinopsis
Lara Croft es la hija ferozmente independiente de un excéntrico aventurero que desapareció cuando ella era apenas una adolescente. Ahora, Lara se ha convertido en una joven de 21 años sin ningún propósito en la vida. Se abre paso por las caóticas calles del East London, el barrio de moda, como mensajera en bicicleta, un trabajo que apenas le da para pagar el alquiler. Decidida a forjar su propio camino, se niega a tomar las riendas del imperio empresarial de su padre y con la misma firmeza se niega a reconocer que él se ha ido para siempre. Pero después de siete años sin él, deberá enfrentarse a los hechos y seguir adelante aunque Lara no logra entender lo que la impulsa a resolver el enigma de su misteriosa muerte.
La película está salpicada de numerosas guiños al videojuego de éxito Tomb Raider que data de 2013. Este videojuego es el más vendido de toda la historia de la franquicia y fue una fuente de inspiración para los realizadores, al igual que la versión actualizada del personaje. El director Roar Uthaug, que creció jugando con todos estos juegos, afirma: «Me enganché al juego, y por supuesto al personaje de Lara Croft, una chica fantástica que resuelve todos los rompecabezas, evita todas las trampas y saquea las tumbas. Pero cuando vi lo que habían hecho con el juego en 2013, me fascinó la versión auténtica y descarnada del personaje, y pensé que era algo que debía llevarse a la gran pantalla».
El prolífico y veterano productor Graham King, que obtuvo los derechos cinematográficos del activo hace varios años, también reconoce que estaba deseando llevar al cine este concepto desarrollado de la historia del personaje. «Lara Croft es una de las protagonistas femeninas más fuertes y exitosas de este género, sobre todo en el cine. Llevábamos bastante tiempo sin saber del personaje y creo que este es el mejor momento para revisitar su personaje y contar sus orígenes en el contexto del mundo actual. El tono ha cambiado, la historia tiene mucho drama y emoción, junto con secuencias de acción increíbles, casi encadenadas, así que estoy convencido de que el público actual disfrutará de este viaje con ella tanto como lo hacen los fans de los videojuegos».
Vikander también creció con los videojuegos y es una fan absoluta. «Cuando era niña no tenía videojuegos, así que me encantaba ir a casa de amigos que sí los tenían», recuerda. «Me acuerdo cuando jugábamos con Lara Croft. Me sorprendió muchísimo porque nunca había visto a una chica como protagonista de un juego. No sólo era una mujer, también era fuerte, decidida y competente y esa idea me impactó. ¡Sólo tenía diez años, así que me pasaba casi todo el tiempo practicando en la gran Mansión Croft!»
Vikander, que superó su nivel de juego cuando se convirtió en adolescente, recuerda: «Cuando me enteré de que iban a hacer esta película, me compré los juegos más nuevos. Eran la esencia de Lara en las versiones anteriores, pero ahora vamos a contar su historia desde el principio. Para mí, ella es como los superhéroes y héroes de acción que tanto nos gustan; cuando observamos el proceso que siguen para convertirse en ‘súper’ versiones de ellos mismos, nos identificamos con ellos a nivel emocional».
Al igual que en los videojuegos, los realizadores querían que la acción de la película pareciera real y que el público tuviera la impresión de estar en medio de todo, viviendo los acontecimientos a través de los ojos de Lara: correr a toda velocidad, pelear con todas sus fuerzas, disparar un arco y una flecha mientras esquiva las balas, además de toda clase de obstáculos mortales, y resolver rompecabezas increíblemente intrincados en sólo unos segundos. Lara necesita toda la fuerza, la habilidad, la inteligencia y la resistencia que pueda reunir para superar cualquiera de sus hazañas, y esa es precisamente la razón por la que los fans de todo el mundo adoran sus videojuegos: dejan caer al jugador en medio de la acción y cada vez, los llevan a experimentar el viaje virtual de sus vidas.
Cuando Vikander llegó al rodaje, ya había seguido un durísimo programa de entrenamiento y estaba en plena forma. El programa exigía que la antigua bailarina profesional hiciera gala de toda su entrega y disciplina tanto antes como durante el rodaje, para conseguir el físico necesario para interpretar a Lara Croft. La actriz superó sus propios límites para interpretar un papel física y emocionalmente exigente, y se embarcó en una aventura que, para ella, fue comparable a la de su personaje.
«No hay nadie más duro que una bailarina», dice Magnus Lygdbäck, entrenador de renombre mundial y creador del Método Magnus, una mezcla de fitness y preparación física y mental. «Cuando me incorporé al proyecto, tenía grandes esperanzas puestas en Alicia, y no me defraudó. Construyó la Lara Croft perfecta».
A excepción de algunas secuencias rodadas en sitios de Londres como incluyendo Hackney y Shoreditch, y fuera de Wilton House, una casa de campo inglesa en Wilton, cerca de Salisbury en Wiltshire, que representaba el exterior de la Mansión Croft-el rodaje de Tomb Raider se realizó en Ciudad del Cabo y alrededores.
Las secuencias exteriores del puerto de Hong Kong se rodaron en Hout Bay, un pintoresco pueblo de pescadores a 20 minutos de Ciudad del Cabo.
«Cuando Lara Croft emprende este viaje, no está lista para lo que le va a suceder», afirma Uthaug. «Tiene que aceptar el desafío y, a través de sus numerosas pruebas, descubrir si puede convertirse en la Tomb Raider, preparada para cualquier aventura que se le presente. Creo que el público disfrutará muchísimo viendo cómo Lara descubre quién es y de qué está hecha».
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