Jack Mabry (Robert De Niro), oficial de libertad condicional a punto de jubilarse, comienza a revisar el caso de un preso apodado «Stone» (Edward Norton). Las conversaciones mantenidas entre convicto y funcionario, durante las que el primero trata de manipular al segundo para convencerle de que se ha rehabilitado, degeneran en un complejo juego psicológico. La relación se enrarece aún más cuando entra en escena Lucetta (Milla Jovovich), la atractiva esposa de «Stone», dispuesta a todo con tal de que su marido salga de la cárcel.
Después de El velo pintado (The Painted Veil, 2006), un arrebatado drama romántico de regusto clásico ambientado en la lejana China, el director John Curran vuelve a juntarse con el actor Edward Norton en Stone (2010). En este caso, se trata de un turbador drama psicológico cimentado en un complejo triángulo pasional en el que el ambiente carcelario es lo que menos importa.
Una de las grandes bazas de la película es su soberbio reparto encabezado por un icónico De Niro, que encuentra un digno contrincante en el igualmente camaleónico Norton. Completa el trío protagonista Milla Jovovich, que se mete en la piel de una mujer fatal, desinhibida, impulsiva y muy sexual que, como dice el guionista del filme (Angus MacLachlan), «se propone seducir a Jack, poniendo en peligro la identidad moral del agente«.
Lucetta actuará como un catalizador de la desintegración moral del personaje encarnado por De Niro, al que el propio actor describe como «un hombre enfrentado a la tentación, con una sirena cantándole delante y el sentimiento de culpabilidad. Es casi un arquetipo bíblico de la tentación«. Sin embargo, como se verá, el personaje femenino no hace más que destapar sentimientos latentes y desenterrar culpas olvidadas.
En el extremo opuesto de Lucetta se encuentra Madylyn, la esposa de Mabry, papel desempeñado por Frances Conroy. Esta veterana actriz es conocida sobre todo por dar vida a uno de los personajes principales de la aclamada serie A dos metros bajo tierra (Six Feet Under), creada por Alan Ball para la cadena HBO. Conroy encarna a una mujer sufrida, que soporta con resignación cristiana un matrimonio que prácticamente ha llegado a anular su identidad.
Stone se vertebra a partir del enfrentamiento dialéctico entre dos hombres. Uno que representa la legalidad y otro el crimen, al estar cumpliendo condena en ese momento. Sin embargo y como se hace patente desde las primeras escenas, el personaje interpretado por De Niro dista mucho de ser un representante modélico de la moral y el orden. A medida que avanza la trama, las diferencias entre ambos se van diluyendo fatalmente.
La película elabora una interesante reflexión –en ocasiones algo pomposa– sobre el peso de la culpa, a la vez que aborda las diferencias a veces irreconciliables entre la ley y la ética, cargando las tintas contra la hipocresía y el moralismo burgueses. Un turbio y denso drama que se apoya en la construcción minuciosa de cuatro personajes («Stone», Mabry, Lucetta y Madylyn) y en el que la religión y la fe –y la falta de ella– cobran una importancia capital.
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Copyright de las imágenes © Holly Wiersma Productions, Mimran Schur Pictures, Millennium Films y Stone Productions. Cortesía de Filmax. Reservados todos los derechos.