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Crítica: «Star Trek: Más Allá» (Justin Lin, 2016)

Lo que distingue a esta nueva entrega de Star Trek es un optimismo asumido sin ningún esfuerzo. En más de un sentido, la película es una aventura clásica, ambientada en un escenario galáctico que nos demuestra cómo los sueños de la humanidad pueden hacerse realidad.

Esos dos detalles ‒el optimismo y la confianza en el porvenir‒ vienen a ser las señas de identidad que Gene Roddenberry, creador de la franquicia, aplicó a la teleserie original en 1966. Si añadimos a esa mezcla el conflicto con civilizaciones exóticas y una camaradería militar extraída de los libros de C.S. Forester, descubriremos que Star Trek: Más Allá es un largometraje sumamente respetuoso con la tradición de la saga.

¿Qué hay de nuevo, pues, en esta película? Por un lado, un guión con mucha personalidad, escrito por Simon Pegg y Doug Jung. Quienes siguen a Pegg en su faceta creativa saben cuánto disfruta con la interacción entre temperamentos opuestos, en la línea de las tradicionales buddy movies. En este caso, el peso de la trama recae sobre tres pares de personajes complementarios: Spock (Zachary Quinto) y el Dr. “Bones” McCoy (Karl Urban), Montgomery “Scotty” Scott (el propio Pegg) y la extraterrestre Jaylah (Sofia Boutella), y por último, Kirk (Chris Pine) enfrentado a su némesis, Krall (un imponente Idris Elba). De la estrecha relación que se establece entre ellos van surgiendo tanto la riqueza emocional de la película como las alternativas posibles en una aventura que, por lo demás, está llena de retos muy dramáticos.

Obviamente, aunque está claro que el guión se estructura alrededor de las parejas mencionadas, no me olvido del vínculo entre Spock y Kirk, amenazado aquí por una crisis que no adelantaré.

Hay otra aportación muy afortunada de Pegg. Me refiero al humor que colorea la trama, y que incluso los actores más serios ‒pienso en Zachary Quinto‒ asumen aquí con refrescante naturalidad.

La segunda novedad de la cinta es la personalidad del director, Justin Lin, bien conocido por su presencia en las mejores películas de la serie Fast & Furious. Para alegría del público más joven, Lin imprime a todo el filme una velocidad constante, que en algunos casos llega a ser frenética. Sin embargo, ese dinamismo narrativo no aturde al espectador, y constituye finalmente una virtud.

En todo caso, Lin cuenta con una gran ventaja, y es que dispone de un elenco de buenos actores, con un encanto y un entusiasmo que ya se demostró en las dos entregas anteriores.

Por cierto, dado que hablamos de Star Trek en su conjunto, conviene avisar a los trekkers ‒o trekkies, como prefieran‒ de un par de secuencias que aluden a la tripulación clásica. No entraré en más detalles: ya comprobarán que se trata de un homenaje tan afectuoso como elegante.

Con una estética que, si olvidamos la grandilocuencia de los efectos digitales, recuerda con claridad el tono de la teleserie original, Star Trek: Más Allá constituye un sólido espectáculo familiar, y sin duda, lo disfrutarán tanto los recién llegados a la franquicia como sus seguidores más veteranos.

Sinopsis

Después de dos películas en el sillón de director, Star Trek y la entrega de 2012 Star Trek: en la oscuridadJ.J. Abrams y su equipo eligieron al director Justin Lin, un veterano de la saga Fast and Furious, para que hiciese realidad Más allá.

Justin ha demostrado, una y otra vez, que es un excepcional narrador de historias”, explica Abrams, “pero lo que más me llamó la atención fue que amaba de verdad Star Trek. Sabía que podría ocuparse de las escenas de acción, pero lo que más me interesó fue oírle hablar de los personajes como si fueran personas a las que conocía. Encaja como un guante en el proyecto”.

Habiendo crecido en los 80, Lin recuerda que las repeticiones de Star Trek en la televisión formaban parte habitual de su vida familiar. “La serie original Star Trek tiene algo tremendamente especial para mí, porque ver esos viejos episodios era prácticamente el único rato que podía pasar con mis padres. Era como si la tripulación de la Enterprise formase parte de nuestra familia.”

Al igual que AbramsLin había dirigido para la televisión antes de recibir el proverbial bastón de mando de la saga. “Star Trek es única en el sentido de que ha atravesado unos cuantos medios”, explica Lin. “Después de haber trabajado en televisión, soy consciente del desafío al que se ha enfrentado J.J. para reanimar un proyecto episódico y trasladarlo al mundo de las películas veraniegas de gran presupuesto. Mantuvimos muchas conversaciones sobre la manera de equilibrar el tipo de acción que cabe esperar de una película de acción de gran presupuesto, mientras que a la vez se conservaba la esencia y lo fundamental de la serie de televisión.”

“La primera película se centró por completo en la formación del grupo que acabaría convirtiéndose en la familia que conocemos; en la segunda, el grupo se galvanizó ante una nueva amenaza”, dice Abrams. “En ambos casos se dirigían, en última instancia, a la Tierra, por lo que Mas allá es la primera vez que les vemos en su misión de cinco años de duración. Es una oportunidad de ver la Enterprise en el tipo de aventura que relacionarías con la serie original, alejándose hacia los confines más remotos de la galaxia.”

Los guionistas responsables de llevar a la tripulación a donde nadie ha llegado jamás fueron el recién llegado a la saga Doug Jung (Dark BlueBanshee) y el reiterado miembro del reparto convertido en co-guionista, Simon Pegg.

“Estaba trabajando en Misión: Imposible – Nación secreta en Londres”, recuerda Pegg. “Y Bryan Burk (productor de Nación secreta y En la oscuridad) me llevó a un rincón – pensé que iba a asesinarme, y me preguntó si quería escribir el guión de la película. Perdí completamente la compostura y le dije ‘Sí, rotundamente ¡Sí!’ Después conocí a Doug, que se convirtió en mi escolta inseparable y en un gran amigo.”

Simon y yo no nos conocíamos en persona”, dice Jung. “Pero yo era un gran admirador de su trabajo. En cuanto comenzamos a intercambiar ideas, me di cuenta de que era fabuloso contar con él, porque era brillantemente divertido, increíblemente creativo, y sabía todo lo que hay que saber sobre Star Trek.”

Además de Jaylah y Krall, los departamentos de maquillaje y vestuario trabajaron en colaboración para crear más de 50 razas alienígenas exclusivas para la película, más que en ninguna otra edición de Star Trek.

La tarea de dimensiones cósmicas de diseñar los mundos alienígenas de Star Trek Más Allá recayó sobre su diseñador de producción Tom Sanders. Rodando en exteriores y en estudios en Vancouver, Columbia Británica, y Dubai, Sanders creó la agreste desolación del planeta Altamid, y la metrópolis del siglo XXIII Yorktown.

Los recién llegados se integraron muy fácilmente en la familia de Star Trek.

“El reparto fue muy acogedor el primer día”, relata Elba. “Es un conjunto que funciona como un reloj, pero tienen un gran sentido del humor, y nadie se toma a sí mismo demasiado en serio. Encajamos desde el primer momento.”

“Son como una familia”, indica Boutella. “Hay un enorme flujo de energía entre todos ellos, y eso se aprecia en la pantalla y es increíble formar parte de ese fenómeno. Me siento muy agradecida. He aprendido muchísimo, pero al margen de la experiencia profesional, las conexiones humanas y las relaciones que he establecido en este rodaje son algo que me encantaría conservar toda mi vida. Los quiero a todos, ¡los amo!”

“Cuando veas la película, apreciarás las conexiones entre los personajes, porque el propio reparto son una familia”, dice Lin.

“Milagrosamente hemos encontrado un grupo de actores que representan perfectamente a estos personajes”, dice Abrams. “Hay una conexión familiar, auténtica que se aprecia con claridad, muy similar al espíritu del Star Trek original de Gene Roddenberry. Todos formamos familias compuestas por las personas con las que tenemos lazos de sangre, con las que trabajamos o con las que decidimos pasar nuestro tiempo. Star Trek es una especie de deseo hecho realidad, que permite que estés en un lugar en el que tu trabajo es importante, y tu valentía, lealtad e intelecto también lo son. Star Trek tiene algo poderoso y optimista, dulce y excitante, asombroso y sorprendente, y, en ocasiones, conmovedor. Es un futuro que es muy brillante, y aunque me parece que el 50º aniversario es un hito importantísimo, creo que habrá muchos más”.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.

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