Crítica: «El Origen del Planeta de los Simios» (Rupert Wyatt, 2011)

Rise of the Planet of the Apes (El Origen del Planeta de los Simios), que en principio iba a titularse Rise of the Apes, responde a esa fórmula llamada reboot o precuela, y que consiste en imaginar los orígenes de una determinada franquicia desde un punto de vista actualizado. Habrá quien no resista la tentación de comparar esta producción con El planeta de los simios (1968) y con la versión rodada en 2001 por Tim Burton, pero está claro que la cinta de Rupert Wyatt tiene muchos puntos a su favor.

El protagonista de esta superproducción es Will Rodman (James Franco), un científico de San Francisco que dedica sus esfuerzos a encontrar una cura para la enfermedad de Alzheimer. Por cercanía genética, realiza sus pruebas experimentales en chimpancés.

Sin esperarlo, uno de los sujetos sometidos al test, César (Andy Serkis), sorprende al investigador con una prodigiosa evolución en su inteligencia. Para proteger al chimpancé mutante, Rodman decide esconder a César en su propia casa.

Por desgracia, ese gesto conducirá a una batalla sin cuartel por la supremacía en el planeta, entablada entre simios y humanos.

Hasta aquí, los lectores ya habrán reconocido pequeños detalles extraídos de Huida del planeta de los simios (Escape from the Planet of the Apes, 1971) y de La rebelión de los simios (Conquest of the Planet of the Apes, 1972). Esa continuidad ha sido buscada por Wyatt, quien desea que El Origen del Planeta de los Simios forme parte de una mitología reconocida por miles de fans, como ha sucedido con el relanzamiento cinematográfico de Batman. De hecho, como un guiño a los admiradores de la película de 1968, la nave espacial de aquella cinta hace su aparición en Rise of the Planet of the Apes.

Más allá de las peculiaridades técnicas del film –sobre las que volveré más adelante–, otro de sus méritos es el sólido reparto. Acompañan a James Franco y a Andy Serkys intérpretes como Freida Pinto, un colosal John Lithgow, Tom Felton, Brian Cox, David Hewlett y Chelah Horsdal.

El equipo de El Origen del Planeta de los Simios emprendió su rodaje en julio de 2010 en Vancouver, esa ciudad de la Columbia Británica donde, por razones fiscales y de equipamiento, se ha trasladado una parte de la producción hollywoodense. Otros escenarios incluyen San Francisco y el entorno de O’ahu, en Hawai.

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El papel de James Franco como ingeniero genético introduce un giro en la saga que otros guionistas ya habían querido introducir previamente. Años antes de que Burton rodase su versión, Oliver Stone le pidió a Terry Hayes que escribiese un guión titulado Return of the Apes. Su protagonista era Will Robinson, un especialista en genética que descubre una plaga mortal para los seres humanos. Rastreando el origen de la pandemia, llega a la conclusión de que ésta se originó en la Prehistoria. Con el fin de impedir ese apocalipsis que podría acabar con su especie, viaja en el tiempo con su la doctora Billie Rae Diamond, y ambos se ven inmersos en la lucha entre los hombres del Paleolítico y un linaje de simios de elevada inteligencia.

Gracias a sus conocimientos, Robinson y Diamond encuentra a una joven, Aiv (Eva), que está destinada a protagonizar el siguiente salto evolutivo de los seres humanos. Protegerla a ella equivale a salvar a la humanidad de ese destino fatal que le aguarda en el presente.

Con el apoyo directo del presidente de Fox, Peter Chernin, Return of the Apes entró en fase de preproducción. De hecho, en marzo de 1994, Arnold Schwarzenegger firmó su contrato para dar vida a Will Robinson. Aquel proyecto fracasó por desacuerdos creativos. Sin embargo, la idea de un genetista investigando los mecanismos evolutivos acreditó su potencial y se introduce con fuerza en la película que nos ocupa.

Esta es la primera vez que los simios de una cinta de la saga van a estar creados por medio de tecnología CGI. Los responsables del milagro son los creativos de Weta Digital, que han empleado los mismos recursos de captura de movimientos que utilizaron en Avatar. Como casi todo en el mundo del cine, este empeño tecnológico también tiene sus antecendentes.

Fíjense: cuando Tim Burton afrontó el rodaje de su versión de El planeta de los simios, Stan Winston, que había sido contratado para realizar los efectos prostéticos, abandonó el proyecto. Y fue entonces cuando la Fox pensó en crear los simios por medio de efectos digitales. La tecnología aún no estaba lo suficientemente desarrollada, y al final, el CGI fue descartado por insistencia de Burton, y en su lugar se confió en ese genial maquillador que es Rick Baker.

Joe Letteri y Dan Lemmon, de Weta Digital, son los directores del equipo que ha dado vida a los simios de la película. A la vista de los resultados, no hay duda de que esta firma neozelandesa empieza a ganarse un lugar en la historia del séptimo arte, al menos en la categoría técnica.

Su excepcional trabajo queda realzado por el director de fotografía, Andrew Lesnie, que aborda su trabajo con una paleta de tonos y colores que convierte El Origen del Planeta de los Simios en un oscuro cuento de hadas.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © Chernin Entertainment, Twentieth Century Fox Film Corporation. Cortesía de Hispano Fox Film. Reservados todos los derechos.