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Crítica: «El hijo» («Brightburn», David Yarovesky, 2019)

Por qué el mundo necesita a Superman: A los fans del Hombre de Acero les sonarán estas palabras, siempre vigentes.

Hace mucho, mucho tiempo que no vemos un Superman cinematográfico que no tenga tonos siniestros. En el cine reciente, el último hijo de Krypton se nos muestra como un alienígena ajeno a nuestra especie, no como el chavalote de Kansas que siempre ha sido. Se pierde así la esencia del personaje. Los productores piensan, y quizá con razón, que al público no le gusta Superman, un personaje que inspira lo mejor de nuestra especie: bondad, simpatía, solidaridad, justicia… Y, mientras tanto, el mundo se llena de presidentes de gobierno que vienen a ser una versión zafia de Lex Luthor.

Tampoco es que sea algo extraño ver a Superman comportándose como un energúmeno. Hechizos, hipnosis, clones malvados y demás trucos servían para hacer sufrir a los jóvenes lectores de los viejos cómics, generando una larga colección de portadas en las que se veía al héroe perpetrando maldades. Pero, en todo caso, se echa de menos un Superman que inspire sentimientos que no sean terror o desconfianza.

El hijo es una muy buena película de terror, que destaca por su equilibrio entre suspense, gore y desarrollo de personajes. Se basa en el simple concepto de combinar dos películas de Richard Donner: La profecía (1976) y Superman (1978).

Con los nombres cambiados, por aquello de los derechos, la historia que aquí nos cuentan es la que ya conocemos: una pareja de granjeros de un pueblecito de Kansas (Brightburn, en lugar de Smallville) intenta tener un hijo, sin éxito. La respuesta a sus plegarias llega del cielo, en forma de cápsula espacial. En su interior, encuentran a un encantador bebé que se porta estupendamente hasta que la pubertad llama a la puerta y sus superpoderes se activan. Junto a ellos, Brandon (escalofriante Jackson A. Dunn) se muestra como el arma de conquista que es. Un psicópata de manual, pero con los poderes de un dios.

Los niños y adolescentes psicópatas siempre funcionan bien en el cine. El añadido fantástico, lejos de atenuar la intensidad dramática, la potencia. Este niño se muestra como un violador en potencia (y quizá más que eso) y como un asesino sádico con el cual no se puede acabar.

Este Damien extraterrestre mantiene en tensión al espectador en todo momento gracias a unas escenas de suspense y horror planteadas y desarrolladas a la vieja usanza, sin los apresuramientos del cine de terror actual. La violencia parece metida a ratos con calzador, pero adquiere un tono casi italiano, propia del cómic de terror de los años 70-80, dejándonos claro que el chaval no tiene redención posible.

Los sufridos padres son interpretados con convicción por David Denmann y Elizabeth Banks, actriz que se vuelve a asociar con el clan de los Gunn tras Slither (James Gunn, 2006), y que parece no haber envejecido ni un año desde entonces.

El hijo, pues, se agradece como película contundente de terror, de las que no dejan indiferente al espectador. Por otro lado, se ve con cierta pena, ya que es un reflejo más de la dificultad para “vender” al público al mejor superhéroe de todos.

Sinopsis

¿Qué pasaría si un niño de otro mundo aterrizara de emergencia en la Tierra, pero en lugar de convertirse en un héroe para la humanidad acabase siendo algo mucho más siniestro?

Después de tener problemas de fertilidad, Tori Breyer (Elizabeth Banks) sueña con realizarse como madre cuando aparece un misterioso bebé. Brandon parece ser todo lo que Tori y su marido Kyle (David Denman) siempre han querido, un chico listo y curioso. Pero cuando Brandon (Jackson A. Dunn) se acerca a la pubertad, una poderosa oscuridad se manifiesta en su interior, y a Tori le surgirán terribles dudas sobre su hijo. Una vez Brandon da rienda suelta a sus retorcidos impulsos, todos a su alrededor se encontrarán en gran peligro a medida que el niño milagro se transforma en un despiadado depredador suelto en la tranquila ciudad de Kansas.

Con El hijo, el productor James Gunn, el visionario cineasta detrás de Guardianes de la Galaxia y Slither: La Plaga, presenta una sorprendente y subversiva visión de un género radicalmente nuevo: terror de superhéroes.

En un tiempo en el que los superhéroes de cómic dominan la cultura pop, el equipo de cineastas de El hijo vieron una oportunidad única al usar los viejos clichés del género y darles la vuelta para crear una espeluznante película de terror completamente nueva. La idea se originó con el equipo de guionistas y primos Brian y Mark Gunn. Brian, el hermano pequeño del cineasta James Gunn (Guardianes de la Galaxia), había trabajado con Mark en cine y televisión a lo largo de sus 20 años de experiencia profesional. Juntos dieron con la idea de contar una historia en la que los peores temores de una pareja sobre su hijo se hacen realidad.

«Hay una tradición, que va desde Moisés a las historias de superhéroes contemporáneas, en la que padres sin hijos adoptan a un niño que encuentran en la naturaleza» dice Brian Gunn. «Estos personajes acaban creciendo para convertirse en nobles héroes, pero nos preguntábamos qué pasaría si ocurriese lo contrario y el niño acabase siendo algo siniestro».

Inicialmente, el guion abordaba la premisa de una forma más modesta, escrita para ser hecha con poco presupuesto. El director David Yarovesky (The Hive) y el productor ejecutivo Simon Hatt pensaron que tenía mucho más potencial. Imaginaron una implacable película de terror claramente enraizada en esa iconografía del cómic tan familiar para el espectador, una historia que sorprendiese y asustase sin tregua.

«Me encanta esta película porque es una visión completamente nueva del género de superhéroes» dice James Gunn. «Es algo que no hemos visto antes. Es acercarse a una película de superhéroes desde un ángulo de puro terror. También es una forma más honesta de abordar el mito, ya que hay algo terrorífico en la idea de que un alienígena súper poderoso venga a la Tierra. Tori piensa que su hijo va a traer gloria al mundo y nos va a ayudar, pero ese no tiene por qué ser el caso. Él es un fantasma, un niño demonio, y en la película le tratamos precisamente así».

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Screen Gems, Stage 6 Films, Troll Court Entertainment, The H Collective, Sony Pictures Releasing. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).