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Crítica: «Amigo» (Óscar Martín, 2019)

La presencia del viejo fantaterror español de los 70 (y proximidades) no se le escapa a nadie en Amigo. En la televisión de la casa donde transcurre toda la película no dejan de aparecer personajes como Paul Naschy o Chicho Ibáñez Serrador, cuyas icónicas Historias para no dormir se plantean de forma evidente como modelo para este asfixiante y sencillo film (imposible no recordar el episodio La cabaña, de 1967).

Amigo comienza como una película de las llamadas «intimistas» para luego transformarse en puro y duro thriller psicológico, rozando el terror.

Javier Botet, uno de los dos protagonistas y coguionista de la película, sabe mucho de películas de miedo. No en vano, se ha convertido en una de las mayores estrellas del género a lo largo de una década larga. Es más, posiblemente le esté disputando el puesto a Antonio Banderas como «actor español más internacional». El suyo es un currículum de impresión, en el que se cuentan trabajos con directores como Álex de la Iglesia, Paco Plaza, Jaume Balagueró, Ridley Scott, James Wan, Alejandro G. Iñárritu o Guillermo del Toro, por no hablar de sus participaciones en franquicias como Star Trek Alien. En casi todos esos títulos, Botet ha aparecido caracterizado como un fantasma, un demonio, un extraterrestre o algún engendro similar, pero en los últimos tiempos estamos cada vez más su auténtico rostro, sin (demasiado) látex de por medio, y gracias a ello hemos comprobado que es más que un especialista o un actor puramente físico. Amigo bien podría ser su reconocimiento «oficial» como talento cinematográfico patrio.

No obstante, Amigo es algo más que Botet, y el talento de su compañero de reparto (y coguionista) David Pareja también se desata. Entre ambos actores se establece una relación que, más que un duelo interpretativo, es una simbiosis impactante. Se puede percibir la buena sintonía entre ellos y el director (y también, oh sí, coguionista) Óscar Martín, quien tiene muy claro qué quiere contar y cómo hacerlo.

Martín logra una atmósfera muy concreta, la de una casa en lo alto de la sierra durante tiempos pretéritos y analógicos, en las navidades más deprimentes, nevadas y desoladas que uno se podría imaginar.

Amigo es una película muy física, casi se huele el aire del interior de la casa y se siente el frío, pero la tensión psicológica (y psiquiátrica, ya que estamos) es el motor del drama. Del drama y también de la comedia, si se sabe ver, porque Amigo puede pasar por una nigérrima humorada propia del mencionado Chicho o de la sana tradición española en estas lides. Con no poco de ¿Qué fue de Baby Jane? y sin dar la tabarra dando demasiadas explicaciones sobre el pasado de los personajes, el film nos habla de la problemática relación entre enfermo y cuidador, capaz de destrozar la mente y la salud de quien se supone que vela por el bienestar de la persona más débil.

No es raro que lo que comienza como un acto de amor acabe generando un odio extremo, así que cuando la motivación es el sentimiento de culpa, como sucede en Amigo, la mecha está encendida y la explosión se hace inevitable.

Sin demasiadas sorpresas ni vueltas de tuerca en el género, Amigo es un film de suspense y «mal rollo» bien hecho, con sustancia y que logra sus objetivos de angustiar al personal. No resulta una experiencia agradable y quizá no es recomendable para el público más sensible. No se trata de un asunto de violencia gráfica (la hay, pero escasa), sino de presión psicológica y de fatalismo aplastante. No hay piedad para los personajes ni para el espectador, pero tampoco aburre en ningún momento. Pese a su limitado presupuesto, no se echa de menos más lujo en cuanto a medios, y de hecho Amigo tiene un aspecto estupendo, gracias en gran parte al director de fotografía Alberto Morago (que no es coguionista, lo sentimos).

El satisfactorio debut en el largometraje de Óscar Martín deja con ganas de más películas de este director. ¿Qué más se puede decir de una ópera prima?

Sinopsis

Tras un grave accidente, David decide acoger y cuidar en su casa a su mejor amigo, Javi. Sin embargo, las rencillas entre ambos no tardarán en aflorar poniendo en evidencia una relación envenenada y homicida, más cercana a la locura que a la amistad que aparentan mantener.

Amigo cuenta con dos actores de excepción en el papel de los protagonistas: Javier Botet (REC, Alien, Juego de Tronos) y David Pareja (Matar a Dios, Late Motiv).

El largometraje ha tenido un exitoso recorrido por festivales, cosechando más de 15 premios nacionales e internacionales y grandes críticas de los medios especializados. La première mundial fue el Fantastic Fest de Austin, TX, donde compitió en Sección Oficial junto a obras de la talla de Parásitos o El Hoyo. A partir de ahí ha seguido el circuito de certámenes internacionales tan importantes como Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, Florida Film Festival o Molodist Kyiv International Film Festival (Kiev – Ucrania). Entre los galardones recibidos destacan los conseguidos en en el Festival Cinespaña de Toulouse —Premio Mejor Nuevo Director—, el Nocturna Madrid International Fantastic Film Festival —Mejor película, Mejor director, Mejor actor (David Pareja)— y el Festival Internacional de Cine de Alicante —Tesela de Oro Mejor Película, Tesela de Plata Mejor Director, Mejor actor ex-aequo (David Pareja y Javier Botet), Premio de la Crítica ‘Sergio Balseyro’—.

Nota del director

«Me interesan las películas con ambientes claustrofóbicos, con pocos personajes y cómo se va desarrollando y complicando una situación inicial aparentemente idílica, pero repleta de secretos y con un pasado oscuro. Dándole toda la importancia al acting, me gusta encuadrar a los personajes en situaciones cotidianas, naturalistas, de estilo casi documental, para que acontezca poco a poco lo sorprendente, lo inesperado. Queremos que el espectador sufra y viva las situaciones con ellos, que los conozca a ambos, que entienda sus motivaciones. Como en la vida, hay momentos trágicos, patéticos, divertidos y terroríficos.»

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

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Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).