Cualia.es

Chaves Nogales, el liberal acosado

La palabra liberal tiene origen español y significa, en su fuente, generoso, es decir sujeto que reconoce la libertad del prójimo. Los mundos de nuestra lengua han registrado a intelectuales de cierto brillo en el espacio liberal: Ortega y Gasset, Madariaga, Marañón entre otros. No obstante, el liberalismo no ha tenido arraigo histórico y social suficientes ni en España ni en Hispanoamérica. Sólo inquietó a algunas cabezas pensantes, civiles y militares. Caso ilustre de esta tradición, en algún sentido positiva y, en otro, negativa, es Manuel Chaves Nogales (1897-1944), cuya biografía suscribe Francisco Cánovas Sánchez como Barbarie y civilización en el siglo XX (Alianza, Madrid, 2023, 414 páginas). Se trata de un muy documentado recorrido vital, que no abandona la ponderación a pesar de la evidente admiración del autor por su personaje. La tarea ha sido intensa porque la obra de Chaves es sobre todo periodística y está dispersa por Europa y América. Además, por ser justamente periodística, exige lo que Cánovas aporta en paralelo: una cumplida narración de sus contextos históricos, el sangriento caos europeo del siglo XX.

Chaves vivió en España hasta 1937, siendo director de la revista republicana Ahora, ya en un Madrid sometido a la guerra civil. Se marchó como lo que era, un liberal acosado desde la ultraizquierda por ser un liberal burgués y desde la ultraderecha por ser un burgués liberal. Ambos extremos, armas en mano, se plantaron contra la república liberal y burguesa, que se quedó sin espacio.

El escritor vivió en una Francia también republicana, decadente y caótica, fácil presa de la invasión nazi y a la cual halló simétrica de su paralela España de posguerra. Luego debió huir de nuevo, esta vez a Londres, donde lo alcanzó la muerte, asistiendo a la batalla de Inglaterra con una especial admiración por la tenacidad autosuficiente de los ingleses, y poco antes del decisivo desembarco aliado en Normandía.

Según se ve, Chaves fue un tenaz liberal en medio de un continente muy poco hospitalario para tal simpatía. No obstante su credo, lo más admirable de su obra es la lucidez con que dio cuenta de dos fenómenos paralelos: la Unión Soviética y la Alemania nacional-socialista. A la URSS viajó en 1927, en plena crisis por el enfrentamiento de Stalin con (contra) Trotsky. Comprobó la desilusión de los humanistas y reformistas occidentales, que esperaban de los bolcheviques la liberación de los oprimidos y la dignificación de los humillados. El Estado soviético era policíaco y represor, mantenía al proletariado en condiciones paupérrimas y todo lo confiaba a una atroz política industrialistas, especialmente armamentística, con su fetichismo de la máquina, la electrificación del campo, las grandes centrales eléctricas y fundiciones.

La lucidez de Chaves se advierte en la comparación estructural entre sovietismo y nazismo, dos dictaduras basadas en correlativos ideales mesiánicos a cargo de la clase redentora y la raza redentora. Iguales proyectos industriosos con pueblos escolarizados y sometidos a la propaganda partidista, similares ideologías nacionalistas en torno a la patria de sus respectivos socialismos.

Escrita, como quien dice, al pie del cañón y mayormente dispersa en artículos de periódicos y revistas, la tarea de Chaves cobra, sin embargo, unidad orgánica y una imprevista actualidad. Socialismo y liberalismo siguen siendo invocaciones en circulación entre nosotros, habitantes del siglo XXI que no sabe aún si es o no una prolongación del anterior o una rasante novedad tecnológica que tal vez no alcance a renovar las paralelas parcialidades ideológicas de los humanos. La historia acosó a Chaves Nogales como un desafío. Su entereza de conducta y su claridad intelectual lo conservan a nuestro lado por los arduos caminos del tiempo.

Copyright del artículo © Blas Matamoro. Reservados todos los derechos.

Blas Matamoro

Ensayista, crítico literario y musical, traductor y novelista. Nació en Buenos Aires y reside en Madrid desde 1976. Ha sido corresponsal de "La Opinión" y "La Razón" (Buenos Aires), "Cuadernos Noventa" (Barcelona) y "Vuelta" (México, bajo la dirección de Octavio Paz). Dirigió la revista "Cuadernos Hispanoamericanos" entre 1996 y 2007, y entre otros muchos libros, es autor de "La ciudad del tango; tango histórico y sociedad" (1969), "Genio y figura de Victoria Ocampo" (1986), "Por el camino de Proust" (1988), "Puesto fronterizo" (2003), Novela familiar: el universo privado del escritor (Premio Málaga de Ensayo, 2010) y Cuerpo y poder. Variaciones sobre las imposturas reales (2012)
En 2010 recibió el Premio ABC Cultural & Ámbito Cultural. En 2018 fue galardonado con el Premio Literario de la Academia Argentina de Letras a la Mejor Obra de Ensayo del trienio 2015-2017, por "Con ritmo de tango. Un diccionario personal de la Argentina". (Fotografía publicada por cortesía de "Scherzo")