Con este tema, el principal de la banda sonora de la famosa película Easy Rider, el Sueño Americano nunca había sido tan brutal y despiadadamente golpeado. La estrella y guionista del film, Peter Fonda, había ofrecido en primer lugar el privilegio a Bob Dylan, pero éste declinó el ofrecimiento. Lo que sí hizo fue escribir rápidamente un fragmento de la letra en una servilleta, y luego se la dio a Fonda, recomendándole que se la diera a Roger McGuinn, el líder de los Byrds. Éste hizo de esas líneas el primer verso de una canción que compuso él.
En un pase privado de Easy Rider, Dylan se vio acreditado como coautor de la canción. Telefoneó a McGuinn y le pidió que retiraran su nombre. Parece ser que no tanto por modestia y reconocimiento de su escasa participación, sino porque le disgustó profundamente el final de la película. Los genios y famosos pueden permitirse estos arrebatos.
«Durante la primavera de 1969 ‒escribe Tim Connors‒, los Byrds (en cuyas filas aún encontramos a McGuinn, Clarence White, Gene Parsons y John York) se reunieron con Terry Melcher, que había producido los dos primeros álbumes de la banda [Mr. Tambourine Man (1965) y Turn! Turn! Turn! (1965)]. (…) En octubre de 1969, se lanza el octavo álbum del grupo, Ballad of Easy Rider (Columbia CS-9942 / CK-9942, 1969). La producción ha mejorado considerablemente con respecto a la de su predecesor, Dr. Byrds & Mr. Hyde (1969): clara, de buen gusto y nada turbia. Gracias a varias versiones bien elegidas, el material es igual de poderoso, a pesar de que solo hay un tema original de McGuinn, la canción principal. Esta última ya había aparecido en una versión ligeramente diferente del propio McGuinn, en la banda sonora de Easy Rider. La característica más notable de este álbum es el papel cada vez mayor de White, Parsons y York, con resultados mixtos».
«La canción principal, ‘Ballad of Easy Rider’ ‒añade Tim Connors‒, es una de las melodías más bonitas de McGuinn. Está construida a partir de un fragmento lírico que Bob Dylan le dio a Peter Fonda. La banda sonora presenta la versión acústica en solitario de McGuinn, pero la del LP ‘Ballad of Easy Rider’ incluye unos elegantes arreglos de cuerdas, con punteos propios de un banjo. En apariencia, estos arreglos se inspiran en el sonido de ‘Everybody’s Talkin’, la canción de Harry Nilsson compuesta por Fred Neil, convertida en gran éxito cuando apareció en la banda sonora de Cowboy de medianoche (Midnight Cowboy) en el verano del 69. Sin duda, se trata de una derivación, pero le sienta bien a «Ballad». La reedición de 1997, desafortunadamente, no incluye la versión de la banda sonora, pero agrega una versión más larga de la pista incluida en el álbum, con 26 segundos adicionales y un solo muy hermoso de Clarence White. (…) Si los fanáticos de la Easy Rider (acaso engañados por la campaña publicitaria de Columbia para el LP) eligieron el álbum esperando temas hard rock acerca de motos Harleys, debieron de sentirse decepcionados. Incluso aquellos con una noción más amplia del tema de la película probablemente estaban desconcertados por el contenido del LP, que aparte de la canción principal no tenía nada que ver con el film. A pesar de esa tenue conexión del álbum con el largometraje, (…) los mejores cortes, ‘Ballad of Easy Rider’, ‘Tulsa County’ y ‘Deportee’, realmente suenan a los Byrds de antaño, a pesar de la infrautilización de la guitarra de doce cuerdas de McGuinn» (ByrdWatcher: A Field Guide to the Byrds of Los Angeles, 1997).
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