Dos cortes de este disco bastan para definir su esencia: «Amalgama» y un tema escondido que se llama «Upakatung», que viene a ser una muestra de esos frenéticos ritmos de la India, un país donde, lógicamente, podemos rastrear elementos del flamenco.
No es esta referencia la única que aparece a lo largo de este tremendo trabajo de Kejaleo. Se nota que, además de flamenco-jazz, los integrantes de esta formación respiran mucha música de Cuba, mucha música de África, de Brasil, y como ha quedado dicho, también de la India.
Cálido, generoso y brillante, este álbum, Alaire (Galera / Karonte, 2013) reúne al percusionista Xavi Turull, miembro de Amalgama y Ojos de Brujo, con el guitarrista Diego Cortés, otro veterano del flamenco-jazz, a quien conocimos en grupos como Iberia y Jaleo.
Ambos comparten espacio con la magnífica vocalista Rosalía Vila y con dos excelentes músicos: el batería Roger Blàvia y el bajista Jordi Franco.
En compañía de todos ellos, otro fabuloso guitarrista, Cristo Fontecilla, transmite aquí la experiencia musical que proviene de su trabajo en Oriente Medio, junto al libanés Jean-Marie Riachi, un productor del que tantas veces hemos hablado, conocido por esos discos que funcionan como un fascinante punto de encuentro intercultural. Y es que, como bien saben los amantes de este tipo de experiencias, esa colaboración de Fontecilla con Riachi le permitió enriquecer el sonido del flamenco con los motivos y las cadencias orientales: una aproximación artística bien concebida en este álbum, Alaire, que es una pequeña maravilla.
El grupo acierta de lleno al enriquecer su sonido flamenco con el jazz, y también al aprovisionarse con los ritmos, con el hechizo y con el colorido de otras tradiciones musicales, logrando aquí un resultado indiscutible, que apunta al mejor legado del flamenco-jazz.
Este artículo amplía una transcripción de mi programa radiofónico «Orient Express», emitido por Radio Círculo © Gernot Dudda. Reservados todos los derechos.