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«Abre todas las puertas [Antología, 1972-2014]», de Luis Alberto de Cuenca

Hay diversas razones por las que esta antología puede considerarse un resumen perfecto de la obra poética de Luis Alberto de Cuenca. Y aunque el tramo recorrido es amplio ‒la selección arranca en 1972 y nos lleva hasta 2014‒, lo cierto es que uno puede leerla sin distracciones históricas, como si el autor vistiese su poesía con distintos ropajes no a través del tiempo, sino desde una pasión muy actual.

Excelentemente editada por Victoria León, esta miscelánea parece una hermana mayor de aquella Poesía 1970-1989 que Renacimiento publicó en 1990. Así, quien lea Abre todas las puertas descubrirá, una vez más, todas las dimensiones de De Cuenca, desde los inicios hasta hoy, como si fuera otra mina a cielo abierto en la que emprender una generosa excavación.

En el estudio previo, León recorre toda la biografía poética del autor, aclarando la filiación de cada pieza. Este prólogo detalla las vías de progreso que el poeta exploró en cada periodo y describe sus principales cualidades, tanto en sus procedimientos como en los temas elegidos. Todo ello nos confirma, una vez más, que Luis Alberto de Cuenca no debe su maestría a una carambola cósmica, sino a un talento extraordinario y a una cultura opulenta, muy presente en su quehacer literario

Por la necesidad que tenemos de etiquetas, es lógico que intentemos resumir el estilo de este escritor con una receta breve. ¿Qué contiene esta obra? Poemas de construcción muy esmerada, que no están en contra de casi nada, sino a favor de la fantasía y de la vida misma. Poemas claros, pulcros, inspirados, con un acompañamiento intenso de leyendas, fotogramas y tebeos. Poemas escritos al compás de los clásicos grecolatinos y con la fuerza narrativa de un brevísimo relato.

A grandes rasgos, Luis Alberto de Cuenca viene a ser la antítesis de esos poetas que, enamorados de la retórica, se abrochan el último botón de la camisa. Por eso mismo, su poesía debe leerse con naturalidad, sin subrayados, porque ‒insisto en ello‒ su tono es el que se corresponde con una mayor fidelidad con la vida.

Por lo que hace al contenido, resulta un poco más difícil acotar los temas, sobre todo teniendo en cuenta la natural curiosidad que mueve al poeta. Dentro de esa gama impredecible, encontramos confidencias amorosas, tributos a la amistad, reflexiones morales, anécdotas cotidianas y más de un apunte épico.

Todo ello convierte a esta antología en una experiencia gratísima, no sólo para los aficionados a la poesía, sino para cualquier lector de buen gusto, dispuesto a dejarse sorprender.

Sinopsis

Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) es, desde hace más de treinta años, uno de los grandes referentes de la poesía española contemporánea. Su obra poética pretende ser, ante todo, comunicación, intercambio catártico de ideas, sentimientos e historias con el lector.

En esta antología, que recorre toda su trayectoria e incluye poemas inéditos hasta hoy, la vida es la protagonista indiscutible de los poemas seleccionados, que sustentan una poética asentada sobre los cimientos de un inagotable vitalismo y de una lectura del mundo a través de modelos éticos y estéticos basados en los viejos mitos y en los héroes de siempre.

El mito «opera en el ánimo de todas las épocas a modo de sedante», ha escrito el autor en alguna parte. Y también: «Lo terrible sería pensar que nuestro combate de todos los días mide sus fuerzas con lo desconocido, sin precedente alguno». Por ello, el edificio de su poesía está llamado a perdurar, como perdura todo lo intemporal y necesario.

En esta colección se han publicado otras tres antologías suyas: De amor y de amargura (2003), Su nombre era el de todas las mujeres y otros poemas de amor y desamor (2005; 5ª edición, 2016) y Por las calles del tiempo. Antología personal (2011).

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.