El título español de esta película resulta tan descriptivo como poco chisposo, teniendo el cuenta lo sonoro del original: Chappaquiddick. Ese impronunciable nombre es el de una isla de Massachusetts en la que Ted Kennedy, el único superviviente de los famosos hermanos, se vio involucrado en un asunto más que turbio en las mismas fechas en las que el Apollo 11 llegaba a la Luna, siguiendo el plan iniciado por John F. Kennedy.
El incidente en cuestión fue la muerte accidental de Mary Jo Kopechne (Kate Mara), estrecha colaboradora del fallecido Bob Kennedy en su campaña electoral. La muchacha tuvo la mala idea de ir de copiloto junto a Ted, mientras este conducía de noche por la isla, con la cabeza en otros asuntos y más de una copa encima. Cuando el coche acabó dentro del agua, la chica murió ahogada y, según nos cuenta la película, Ted no actuó precisamente como un héroe, huyendo del lugar y tratando de tapar el asunto.
Estamos ante un film que comienza como un drama psicológico, con un protagonista introspectivo y superado por la carga que le ha caído: mantener en lo más alto el apellido Kennedy en unos tiempos convulsos.
Ted, por ejemplo, es incapaz de manejar en condiciones el barco de la familia durante esa regata anual en la que participa, en lo que supone un claro símbolo de su situación.
Mientras el ser humano pisa por vez primera nuestro satélite ‒culminación (¿tardía?) de la malograda Era Kennedy‒, Ted y sus colaboradores deben afrontar la acusación de homicidio involuntario, y ahí la película pasa del drama intenso a una mezcla de thriller y de sátira maliciosa.
Las pocas luces y la inseguridad de Ted (Jason Clarke), el endiablado carácter irlandés del patriarca Joseph Kennedy (Bruce Dern) y la desesperación de Robert McNamara (Clancy Brown) ante las chapuzas y los abusos de amistad que sufre Joseph Gargan (Ed Helms), el más estrecho colaborador de Ted Kennedy, animan inesperadamente la película, que acaba provocando alguna que otra carcajada, a pesar de lo siniestro de la historia.
El guión de Taylor Allen y Andrew Logan y la realización de John Curran son trabajos más que competentes, aunque el espectáculo viene de parte de un reparto realmente brillante. Destaca un sorprendente Ed Helms, al que estamos acostumbrados a ver en comedias gamberras, y que aquí se ocupa con máxima sutileza de un personaje de lo más complejo.
Sinopsis
La cinta revisita uno de los escándalos políticos más relevantes de los últimos 50 años en Norteamérica, que acabó con la opción del hermano menor de los Kennedy a ocupar el despacho Oval de la Casa Blanca.
La película está dirigida por John Curran (El velo pintado, Stone, El viaje de tu vida) e interpretada por Jason Clarke (El amanecer del planeta de los simios, Everest, La noche más oscura) en el papel de Ted Kennedy, Kate Mara (127 horas), Ed Helms (Resacón en las Vegas) y Bruce Dern (Nebraska).
El nuevo trabajo de Curran vuelve a poner bajo el foco de la actualidad detalles del accidente del coche del senador Edward M. Kennedy y todo lo que sucedió en las siguientes horas y días para intentar maquillar lo que había pasado y que acabaría suponiendo el final de la carrera de uno de los políticos demócratas más queridos del momento.
18 de julio de 1969. El senador Ted Kennedy abandona una fiesta en la isla de Chappaquiddick, Massachusetts, acompañado de Mary Jo Kopechne, una antigua secretaria de su hermano asesinado, Robert Kennedy. Ted, que ha bebido, se descuida mientras conduce y su coche se precipita a un lago desde un viejo puente. Sólo el senador sale del vehículo. Pero no avisa del accidente hasta varias horas después y el cuerpo de la mujer es recuperado sin vida. La maquinaria para proteger la carrera política de Ted Kennedy se pone en marcha.
Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.
Copyright de imágenes y sinopsis © A Contracorriente Films. Reservados todos los derechos.