¿Quién no jugó de niño a chocar coches de juguete entre sí, a hacer con ellos carreras disputadísimas mientras mantenían desafiantes conversaciones y luchas, como gladiadores acorazados?
Existe la tentación antropológica infantil de conferir a una cosa las propiedades de otra, de humanizar objetos inanimados, convertir a robots en autos o viceversa, y emplearlos como armas o guerreros, arquetipos-comodín que desempeñan mágicamente roles para los que no fueron concebidos.
La transformación es el tema principal de esta vigorosa y espectacular entrega de animación digital que nos regala la franquicia Transformers, como capítulo preliminar de todo la que ya nos contaron en la popular saga.
La historia desarrolla la conversión espiritual de quien ha sido creado para cumplir un papel limitado y gregario, pero que alberga en su esencia el potencial de crecer tomando la iniciativa, ejerciendo el liderazgo, y ganándose una libertad que jamás le iba a ser concedida de otro modo.
Transformers One nos muestra así la metamorfosis de la crisálida en la mariposa que despliega sus poderes y sus alas como un origami de metal, con la convicción del insecto que no asume su condición de obrero, y lucha como soldado para derrocar a una reina impostora.
Orion Pax (Chris Hemsworth) y D-16 (Brian Tyree Henry) son dos bots que trabajan duramente en las minas de energón, un mineral fluido que proporciona a las máquinas su energía vital, y que es tan indispensable para su funcionamiento como para nosotros el café de la mañana, o el Monster Energy con el que la chavalería lubrica sus resacas. Pero este bien preciado escasea, y la supervivencia del planeta robótico Cybertron se ve amenazada.
Ambos amigos, tras la prueba que afrontarán durante la revolución que se ven obligados a encabezar, acabarán convirtiéndose en el líder Optimus Prime, y en su antagonista Megatrón, enemigos sin marcha atrás, y protagonistas de esta serie de aguerridos autos contorsionistas.
El diseño artístico de la película resulta soberbio, y meticuloso en el detalle. La recreación remasterizada de una ciudad-máquina semejante a la Metrópolis de Fritz Lang, y enlucida de una plasticidad a lo Blade Runner, logra un efecto futurista nítido y monumental que causa vértigo en su contemplación aérea, y claustrofobia en el descenso a sus insondables subniveles.
Asimismo, resultan evidentes influencias como la del anime post-apocalíptico Akira, o la del manga mecanicista Blame!, además del siempre inevitable estilo Star Wars en todo lo que resuene a ciencia ficción plagada de robots y mega-construcciones espaciales.
Un fabuloso producto de esencia coral
Si bien en ocasiones asistimos a grandes producciones que decepcionan pese a contar con medios técnicos notables, Transformers One asombra por el prodigioso despliegue de recursos al servicio de lo que acaba siendo toda una exhibición de ingeniería artística, y de una historia bien narrada que se inicia plena de colorido, y que se va tiñendo de oscuridad a medida que se acerca a su desenlace.
«Los bots también tenemos potencial», reivindican nuestros compañeros del metal, quienes sueñan con ovejas eléctricas y edenes de acero y cromo. Saltarse el protocolo es algo esencial cuando este resulta ser una cinta-trampa de Moebius que no conduce más que a la casilla de salida, o a la mina más profunda.
«Todos somos uno, trabajo en equipo», son los redundantes lemas que presiden el frontispicio de esta película. Dirigida por Josh Cooley, y doblada en su versión original por voces eminentes como las de Scarlett Johansson, Chris Hemsworth o Steve Buscemi, si de algo puede presumir este fabuloso producto es de esa esencia coral que queda patente en el interminable listado de nombres random que desfilan por los créditos finales, ese que solemos leer con pereza los más puristas, o del que injustamente desertamos sacrificando epílogos más o menos prescindibles.
Acción dinámica e intensas aventuras marcan esta lúdica space opera, apta para todos los públicos, y decidida a sorprender y emocionar a los fans del género fantástico y la ciencia ficción más exigentes.
Sinopsis
Transformers One es la historia jamás contada del origen de Optimus Prime y Megatron y de cómo pasaron de ser hermanos de armas que cambiaron el destino de Cybertron para siempre, a convertirse en enemigos acérrimos. La primera película de Transformers animada totalmente por CGI, cuenta con un reparto de voces repleto de estrellas, como Chris Hemsworth, Brian Tyree Henry, Scarlett Johansson, Keegan-Michael Key, Steve Buscemi, con Laurence Fishburne y Jon Hamm.
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