La fotógrafa Toni Frissell (1907-1988) donó en 1970 una impresionante colección de negativos, imágenes y manuscritos a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Ese inmenso catálogo abarca sus cuarenta años de carrera, e incluye tanto sus retratos de personalidades bien conocidas como muchos de los trabajos que publicó en Vogue, Harper’s Bazaar y Sports Illustrated.
Dentro de este repertorio, archivado bajo el título The Toni Frissell Collection, encontramos alrededor de 340.000 ítems, pero lo más interesante es una selección realizada por la propia Frissell, que incluye sus 1.800 fotografías más importantes.
Aunque en un primer momento Toni quiso ser actriz ‒incluso llegó a probar suerte en la compañía de Max Reinhardt‒, su hermano Varick descubrió para ella otra vocación: la fotografía. Lewis Varick Frissell (1903-1931) tenía un profundo conocimiento del lenguaje audiovisual. Gracias a Robert Flaherty, se convirtió en un audaz explorador y documentalista. Por desgracia, durante el rodaje de The Viking (1930) en el Ártico canadiense, la detonación de una carga de dinamita acabó con su vida y con la de otros 27 miembros del equipo.
Toni Frissell pertenecía a una familia muy adinerada, y podría haberse dedicado a la vida social. Sin embargo, la muerte de su hermano y la enfermedad de su madre marcaron su debut como fotógrafa en Vogue, donde acabó siendo la alumna de Cecil Beaton.
Trabajó para la revista Harper’s Bazaar hasta 1950 y después, como independiente, para todas las revistas gráficas de la época, incluidas Life y Look. Como veremos, su labor se extendió a distintos ámbitos. Por ejemplo, retrató a personajes famosos, como Churchill, Eleanor Roosevelt, los duques de Windsor y Frida Kahlo. Asimismo, fue la fotógrafa en la boda de John F. Kennedy y Jacqueline Bouvier.
Imagen superior: varios miembros de la familia Kennedy retratados por Frissell durante la ceremonia, en 1953.
Cuando Frissell realizó sus mejores obras, la fotografía era el instrumento más potente a la hora de determinar la sensibilidad popular. Es preciso tener en cuenta la tremenda importancia que tenían por aquellos años las revistas gráficas: desde las especializadas en fotoperiodismo y estilo de vida ‒Look‒ a las que se interesaban por la actualidad ‒Life‒ o la moda ‒Vogue‒. Estas cabeceras, desde fines de los años 1930 hasta prácticamente 1960, conformaron los estilos imperantes en la sociedad del momento.
Imagen superior: un niño en las ruinas de Londres, tras un bombardeo alemán.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Frissell sirvió como fotógrafa para la Cruz Roja americana y la Octava Fuerza Aérea. En Londres, en 1942, realizó reportajes para documentar los bombardeos alemanes.
Hay una fotografía suya de 1944 (“My Shadow”) que fue elegida por Edward Steichen para que formase parte de The Family of Man, la exitosa exposición que el MoMA inauguró en 1955.
Uno de sus trabajos durante la contienda consistió en lograr imágenes de la única unidad del arma aérea estadounidense formada exclusivamente por afroamericanos. Fueron conocidos como los Aviadores de Tuskegee (Tuskegee Airmen) porque habían sido instruidos en Tuskegee, Alabama. Integrados en el 332nd Fighter Group y el 477th Medium Bombardment Group, estos pilotos participaron en diversos combates en Italia, en el desembarco de Anzio, y posteriormente realizaron labores de escolta de bombardeos en el corazón de Alemania.
Los Aviadores de Tuskegee pilotaron diversos aviones, sobre todo de caza: el P-39, Bell Aircobra, el P-47, Republic Thunderbolt, y finalmente, en junio de 1944, el avión que permitió, por su autonomía, la escolta integral de bombarderos, el P-51, North American Mustang. El P-51 fue uno de los mejores aviones americanos en la guerra. Su diseño inicial fue fallido, con un motor Allison que perdía potencia y no funcionaba a gran altura. Los británicos recomendaron sustituir el motor por el Rolls Royce Merlin 61. Al final la Packard fue la encargada de fabricar, bajo la patente de Rolls Royce, el motor V-1650-7 que convirtió, en palabras del historiador Williamson Murray, “un pavo en un águila”.
Imagen superior: una mujer flotando en Weeki Wachee Springs, Florida (1947).
Aunque siguió cultivando la fotografía de moda y el retratismo, Frissell quiso acercarse a otras realidades. Por ejemplo, en 1953 se convirtió en la primera mujer en formar parte de la plantilla de Sports Illustrated. Sus imágenes de mujeres deportistas consolidaron un prestigio creciente, que al final de su carrera la hizo merecedora de distintos homenajes.
Por desgracia, la enfermedad de Alzheimer minó sus recuerdos, y finalmente, también acabó con su vida. No obstante, su obra, llena de sutileza, dramatismo y elegancia, aún sigue dando testimonio de todo un periodo histórico.
Imagen superior: la modelo Lisa Fonssagrives en la estación de Paddington, Londres, 1951.
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