Tengo entre mis manos el mejor libro que cualquier seguidor del Hombre Araña podría desear. El arte gráfico, la cultura pop y el retrato social se dan cita en esta formidable monografía: un ensayo que explora uno de los iconos más singulares y apreciados de la Casa de las Ideas.
Un huérfano, Peter Parker, que descubre la grandeza gracias a la picadura de una araña radiactiva… La premisa, bien conocida por todos, se debe a Stan Lee y a Steve Ditko. Con ella, ambos reinventaron el concepto del enmascarado con superpoderes en el número 15 de Amazing Fantasy (agosto de 1962).
Es Grant Morrison quien nos recuerda lo más innovador de ese personaje: «un superhéroe adolescente que no era la mano derecha de nadie, que podía ser el protagonista principal de su propio cómic y cuyo nombre no empezaba con Chico o Joven. (…) Los marginados llenos de granos y con las hormonas por las nubes encontraron en Peter a un nuevo héroe, pues, mientras que Clark Kent tenía su propio apartamento y un trabajo estable, Peter era un perdedor auténtico y genuino».
Para los fans de hoy, cada vez más exigentes y menos ingenuos ‒cuestión de edad‒, acaso sea difícil imaginar lo que sintieron los primeros lectores de Spider-Man, enfrentados a un cómic que se apartaba de la grandilocuencia, del melodrama y de los guiños pulp para adentrarse en la realidad de un estudiante de secundaria como tantos otros, transformado en superhéroe por puro accidente.
Ajeno a las tribulaciones cósmicas o al denso autoanálisis de otros mutantes, Spidey tenía, sobre todo en sus orígenes, una percepción de la realidad que propició, desde el primer momento, la empatía de sus admiradores. Al fin y al cabo, Peter Parker no era muy distinto de ellos, y en cierto sentido, sigue conservando algo de esa esencia en avatares más recientes, incluso cuando se ha tomado la libertad de madurar.
Como si quisiera confirmarnos que el de Spider-Man es un universo insuperable, Julián M. Clemente aporta numerosas interpretaciones sobre su desarrollo e historia editorial, siempre bien fundamentadas y expuestas con un estilo pulcro y ameno, animado por toda una retahíla de anécdotas.
Pero eso no es todo, ni mucho menos: además de analizar exhaustivamente los principales tebeos del Hombre Araña ‒hablamos de una obra de 600 páginas‒, Clemente estudia todas las derivaciones de la franquicia, particularmente en el cine y en la televisión. Ese recorrido no deja ni un fleco suelto, y abarca desde las superproducciones mainstream hasta los proyectos más humildes.
Julián M. Clemente posee un gran talento para guiarnos por las vidas ficticias del trepamuros, y además es capaz de mantener el interés del lector sin altibajos. Ampliando lo que relató en otras dos obras sobre el personaje ‒Spiderman, biografía no autorizada y Spiderman, bajo la máscara‒, el autor completa aquí un estudio modélico, que merecería ser traducido internacionalmente.
Sin duda, nos hallamos ante una lectura ineludible para los amantes del noveno arte.
Sinopsis
Icono de la cultura popular del siglo XX, personificación de todos los nerds que hayan existido, héroe de la calle, símbolo de Marvel Comics… En su más de medio siglo de existencia, Spider-Man ha sido todo eso y más. Su historia es la historia del cómic americano, en una época apasionante en que Marvel se reinventó una y otra vez, de pequeña editorial a líder del mercado, de empresa en bancarrota a gigante del entretenimiento.
Julián M. Clemente, autor de multitud de libros, artículos y estudios sobre La Casa de las Ideas y Editor Marvel en España, ha buscado en los rincones más oscuros de innumerables archivos, ha preguntado a autores y editores y ha investigado más allá de toda medida, a la caza de secretos nunca antes desvelados, para ofrecer el más exhaustivo y completo análisis de la historia de Spider-Man que se haya realizado jamás, en una obra que ha tardado más de quince años en completar. No lo sabrás todo sobre el trepamuros hasta que no hayas leído Spider-Man: La historia jamás contada.
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