¿Cómo podríamos definir esta versión brasileña de la psicodelia? Yo la sitúo como una suerte de eslabón perdido entre dos manifestaciones musicales de mucho peso: la Jovem Guarda, aquel movimiento de fines de los sesenta que además fue todo un fenómeno social y mediático ‒tan yé-yé, por otra parte‒, y el sonido Tropicália, cuya exuberancia pervive en las canciones de Caetano Veloso, Gal Costa o Gilberto Gil. En ese parámetro se sitúan, asimismo, bandas tan poderosas como Os Mutantes, y por supuesto, muchas otras que vinieron después.
En esa antología tan recomendable que es The Rough Guide To Psychedelic Brazil, publicada en 2013 por el sello World Music Network, se dan cita grupos y artistas vinculados a esta psicodelia tan especial: Laranja Freak, Tom Ze, Quintal de Clorofila, Lula Cortes, Liverpool, Lucas Santtana, Graveola, Jose Mauro… Sin embargo, entre toda esta diversidad creativa, me llaman especialmente la atención dos de los temas escogidos, muy representativos de esta corriente.
El primero de ellos es «Cantando ciranda na beira do mar», un tema redondo, de esos que siempre nos gusta escuchar. Es una canción que su autor, Siba, incluyó en el álbum Avante (2013), donde combinaba los ritmos tradicionales del Noreste brasileño con el brega pop y con referencias africanas, como la música popular senegalesa de los setenta o el sonido de bandas congoleñas como Konono N°1 o Kasai Allstars, popularizado en aquella serie de discos que se llamó Congotronics.
Siba, cuyo nombre completo es Sérgio Roberto Veloso de Oliveira, nació en Recife, en 1969, y en su carrera como cantautor ha tocado con frecuencia la rabeca (lo que nosotros llamamos rabel). Se trata de un instrumento de tres cuerdas ‒parecido al violín‒ que llegó a la Península Ibérica desde el Norte de África, y que luego pasó de Portugal a Brasil.
La primera formación en la que Siba se dio a conocer fue la banda Mestre Ambrósio, con la que grabó LPs como Fuá na casa de Cabral (1997) o Baião de Viramundo (1999). A partir de ahí, se adentró de una forma cada vez más decidida en los territorios del folk, en compañía de otra formación que él mismo creó en la Zona da Mata pernambucana, Fuloresta de Samba, junto a la que editó discos de parecido interés, como Toda Vez Que eu Dou Um Passo o Mundo Sai do Lugar (2007) o el EP Canoa Furada (2009). Prolongaría luego esa investigación en 2009, en compañía del violinista y musicólogo Roberto Corrêa. El resultado de aquella colaboración fue otro disco importante, Violas de Bronze.
«Cantando ciranda na beira do mar» corresponde a una etapa más eléctrica de Siba, en la que, por cierto, tiene mucho que ver el guitarrista Fernando Catatau, de la banda Cidadão Instigado.
«Cantando ciranda na beira do mar» no sólo es un tema bien construido musicalmente. También se beneficia de una letra muy poética: «Ao modo de aves cruzando as alturas / Milhares de peixes vermelhos e azuis / Na cega certeza de algum que conduz / Percorrem distâncias nas águas escuras / Mas no oceano tem mais criaturas / Que esperam famintas pra lhes devorar / E aqueles que escapam vão ter de esbarrar / Que nem peregrinos exaustos de sede / Nos braços dos homens que arrastam a rede / Cantando ciranda na beira do mar».
En The Rough Guide To Psychedelic Brazil también nos encontramos con otro magnífico tema, «O Jarro», de Baby do Brasil. Hablamos de una artista cuyo verdadero nombre es de esos que quitan el hipo: Bernadete Dinorah de Carvalho Cidade. Nacida en 1952, su primer impulso musical se debe a una banda mítica, los Novos Baianos. Con ellos grabó como cantante nada menos que diez discos: É Ferro na Boneca (1970), No Final Do Juízo (1971), Acabou Chorare (1972) ‒su mayor éxito‒, Novos Baianos F.C. (1973), Novos Baianos (1974), Vamos Pro Mundo (1974), Caia na Estrada e Perigas Ver (1976), Praga de Baiano (1977), Farol da Barra (1978) y un álbum posterior, esta vez grabado en vivo, Infinito Circular (1997).
En 1978, Baby do Brasil lanzó su primer álbum en solitario, O Que Vier Eu Traço, con el apoyo de Warner Music. Caetano Veloso le compuso una canción enormemente popular, «Menino do Rio», y su siguiente disco, Pra Enlouquecer (1979), confirmó la solidez de una carrera que acabó siendo memorable.
Si en los álbumes que grabó con los Novos Baianos se advierte todo este mestizaje musical ‒rock, samba, bossa nova, choro, Tropicália… ‒, la canción que motiva estas líneas, «O Jarro», se incluye en un LP, Um (1997), donde esa confluencia de estilos y raíces es igual de sólida. Y es que en «O Jarro» podemos encontrar relaciones sicodélicas con los «abuelos» de la psicodelia californiana, a través de esa instrumentación en la que oímos el órgano eléctrico Farfisa, y por supuesto, el imprescindible sitar.
Imagen superior: Os Mutantes, la banda formada en 1966 por la cantante Rita Lee, el gutarrista Sérgio Dias, Arnaldo Baptista (bajo, teclado y voces) y el percusionista Ronaldo Leme, «Dinho».
Este artículo amplía una transcripción de mi programa radiofónico «Orient Express», emitido por Radio Círculo © Gernot Dudda. Reservados todos los derechos.