Si hay un narrador ideal para rememorar tu vida es, precisamente, quien te echará de menos. En este caso, Mi padre alemán es el relato de un hijo, Ricardo Dudda, en busca del pasado de su progenitor.
Como sucede con las novelas familiares ‒con las que tanto comparte‒, esta obra pone en manos del lector el destino de un apellido. No en vano, el sino del protagonista invita a pensar en toda una familia en la que se incluye el propio autor, que es quien mejor conoce el telón de fondo de esta historia colectiva.
Sería un tópico decir que el libro nos sumerge en una biografía que merece ser contada. «¿Cómo explicas de dónde eres si tu lugar de nacimiento ya no existe?», se pregunta, para empezar, Ricardo Dudda. Tengamos en cuenta que su padre, Gernot, nace en Prusia Occidental, muy poco antes de que Europa salte en pedazos con la Segunda Guerra Mundial. A partir de ahí, su existencia traza la geografía emocional del siglo XX. ¿Qué puede deducir de ello el lector? Por ejemplo, la cenagosa conciencia de aquellos años en los que el nazismo aún era posible. O el horror que extendieron, tras la caída de Hitler, las tropas soviéticas. Y, por supuesto, el espíritu de los hijos de la guerra, ya en los cincuenta y los sesenta, todavía inconscientes de los pecados de sus padres, en un país que prefería mirar hacia otro lado.
Es en este último tramo donde damos con el Gernot Dudda más atrayente: ese personaje incansable ‒refugiado, superviviente‒ que hace el equipaje y recala en España, donde construye una nueva identidad, con otros roles que interpretar y otras reglas que romper. En este sentido, Mi padre alemán, además de muchas otras cosas, es el retrato de un hombre que tuvo que abrirse camino en un mundo muy duro y que logró inventar uno nuevo para reemplazarlo.
Antes de que lo pregunten, debería decir que no les adelantaré más detalles de su biografía ‒hay más de una sorpresa en el camino‒, pero sí les anticipo otra virtud emocionante: en este libro cualquiera de nosotros puede identificarse con el empeño de Ricardo Dudda, un hijo que desea comprender quién fue, de verdad, el hombre que tuteló sus primeros pasos por el mundo.
«A veces ‒escribe‒ pienso que si pudiera hablar alemán alcanzaría otro tipo de complicidad con mi padre, más profunda. Es una tontería esotérica, esencialismo lingüístico. ¿No saber alemán me impide conocer a mi padre? ¿No pertenecen a mi padre, con la misma fuerza, su español roto y heterodoxo que su alemán anticuado».
Decía Ortega en Espíritu de la letra que la historia recompone el pasado en grandes cuadros, y que por eso mismo, el memorialista corre el riesgo de dejarse absorber por la perspectiva histórica. La historia, añade el filósofo, «no es recuerdo, sino una reconstrucción intelectual del pasado». Así pues, el encanto de unas memorias radica en que «el autor se mantenga fiel a su punto de vista, precisamente por ser caprichoso; es decir, subjetivo e individual». Como podrán comprobar, esta virtud está muy presente en Mi padre alemán, un libro profundo, minucioso y admirable. ¿Bien escrito? Ya lo creo. Pero por encima de eso, encontrarán en estas páginas todo un ejemplo de autenticidad humana.
Sinopsis de Mi padre alemán
«Mi padre nació en 1940 y yo en 1992. Nos llevamos cincuenta y dos años. En su larga vida ha sido muchas cosas más que mi padre. Es padre de otros. Fue marido de una mujer que no es mi madre. Amante de mujeres que ya olvidó y que lo olvidaron, a las que abandonó o que le abandonaron. Hijo de unos padres a los que nunca conocí. Refugiado de un país que ya no existe.»
En Mi padre alemán, obra finalista del II Premio de No Ficción Libros del Asteroide, Ricardo Dudda investiga y reconstruye la infancia y juventud de su padre, que abandonó su hogar en Prusia tras la segunda guerra mundial y sobrevivió en campos de refugiados durante una década. Una apasionante historia en la que el autor combina la biografía, el ensayo y la no ficción narrativa, y que es también una larga conversación entre un padre y un hijo sobre el pasado, el desarraigo, la culpa, la vejez y la muerte.
Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacción de Letras Libres. Es autor de La verdad de la tribu. La corrección política y sus enemigos (2019). Con Mi padre alemán (Libros del Asteroide, 2023) ha resultado finalista del II Premio de No Ficción Libros del Asteroide.
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