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«Hellblazer» (2006-2007), de Denise Mina

John Constantine, a quien ahora leemos en la etapa escrita por Denise Mina, no cansa nunca a los seguidores que le fueron fieles en la colección de Vertigo.

En cuanto uno descubre su modo de investigar lo inexplicable, a base de hechizos y de existencialismo urbano, comprende que este personaje mantuviera su vigencia a lo largo de tantos años.

Hellblazer, en manos de Denise Mina, adquiere una textura que la escritora escocesa ya había perfeccionado en su faceta novelística. Me refiero a todo lo que tiene que ver con el mal en los suburbios y con el crimen visto desde los puntos menos luminosos de la sociedad contemporánea.

Los tres relatos que se incluyen dentro del recopilatorio que nos ocupa, «La empatía es el enemigo» (marzo-septiembre de 2006), «La estación del fanático» (octubre de 2006) y «La mano derecha roja» (noviembre de 2006-marzo de 2007) son fieles a las recetas más eficaces del género negro. Quien se adentre en ellas descubrirá magia oscura, contrabando sentimental, cinismo y malas noticias en una perfecta dosificación.

Dentro del apartado artístico, sobresale el arte de Leonardo Manco (con una intervención de Cristiano Cucina, a cargo del segundo relato). A Manco no le van bien las líneas finas y delicadas, sino el trazo expresionista, sombrío, capaz de llevarnos hasta latitudes impensadas e inquietantes.

Gracias a Mina, confirmamos todo aquello que nos atrae de John Constantine, un tipo empeñado en memorizar conjuros mientras el whisky le quema la garganta, buen conocedor de la aristocracia del Infierno, y lo más importante, dispuesto a aceptar casos que parecen estar perdidos de antemano. Casos en los que suele surgir algún maleficio y en los que el resultado acaba siendo trágico para alguien.

En buena medida, podemos relacionar las historias recogidas en este volumen con otras novelas de Denise Mina: por ejemplo, con el entorno marginal y desquiciado que retrata en Muerte en Glasgow (Diagonal, 2001), con los remordimientos fatales que afloran en Hora de muerte (Roca, 2007), o con los crímenes de trasfondo inesperado, como sucede en Campo de sangre (Roca, 2006).

Cuando nuestro ocultista predilecto desentierra secretos que afectan al pasado de Glasgow, la magia y el realismo sucio se adueñan del relato. Y es que, para felicidad del lector, Mina se mueve con la misma soltura en un viejo bar que en cenagal infestado de diablos.

Sinopsis

John Constantine tropieza en un bar de Londres con un desconocido que lo arrastra a los sórdidos callejones de Glasgow para impedir un apocalipsis cuyas raíces se hunden en la Edad Media. El cínico ocultista necesita la ayuda de sus amigos para detener el holocausto. Pero estos no van a recibir de buen grado, precisamente, su petición de auxilio.

En 2006, la novelista escocesa Denise Mina (Muerte en el exilioUn último suspiro) se asoció con el dibujante argentino Leonardo Manco (Hellblazer: Mike Carey) y con el artista italiano Cristiano Cucina para firmar trece episodios memorables que trasladaban al carismático antihéroe a tierras escocesas en medio de un torbellino de caos, locura y muerte.

EDICIÓN ORIGINAL: Hellblazer núms. 216 a 228 USA || FECHA PUBLICACIÓN: Marzo de 2017 || GUIÓN: Denise Mina || DIBUJO: Cristiano Cucina, Leonardo Manco.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © DC Comics, ECC. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.