¿Qué tienen en común estas dos portadas? A la izquierda, las memorias de Mercedes Formica, abogada gaditana, fundadora de Falange, delegada de la SEU en la Facultad de Derecho de la madrileña Universidad Central, en 1935. A la derecha, la autobiografía de Arthur Miller, dramaturgo y guionista estadounidense, uno de los muchos acusados de simpatías comunistas en la Norteamérica de la caza de brujas del macarthismo.
Ambas portadas tienen en común a la autora de la fotografía que las ilustra, la fotógrafa de origen austriaco Inge Morath, la primera mujer que entró en la agencia Magnum Photos, creada por Robert Capa, de memoria inmortal en nuestra historia más reciente.
En 1954, Robert Capa enviaba a Inge Morath a España, con el encargo de entrevistar a Mercedes Formica y hacerle un extenso reportaje gráfico. ¿Razón? En noviembre de 1953, la abogada gaditana había publicado un polémico artículo en ABC, titulado “El domicilio conyugal”, donde criticaba la injusticia del Código Civil para con la mujer española, condenada a vivir con un marido maltratador, pues la propiedad del domicilio era, por ley, del esposo.
Hablaba Mercedes, en su artículo, de Antonia Pernia, que en 1952 fue apuñalada hasta doce veces por su marido. Aunque había intentado separarse de él, el abogado al que acudió le aconsejó que lo mejor que podía hacer era aguantar porque, si abandonaba a su marido, se arriesgaba a perder casa, hijos y bienes, dado que la vivienda familiar era llamada por el código “la casa del marido” y si ella pedía la separación, debía abandonar el domicilio, fuese culpable o inocente, y ser “depositada” bien en casa de sus padres, bien en un convento, mientras los hijos quedarían con el padre.
El artículo de Mercedes Formica, retenido por la censura franquista durante tres meses, provocó gran polvareda en España y su repercusión llegó hasta Norteamérica. De ahí el reportaje fotográfico de Inge Morath. Una mujer que, con los años, se casaría con Arthur Miller, el hombre que transformó su particular persecución por parte del senador republicano Joseph MacCarthy en un concepto, desde entonces, de significado internacional: “caza de brujas”. Utilizando los acontecimientos históricos ocurridos a finales del siglo XVII en la Bahía de Massachusetts, en el tristemente célebre pueblo de Salem, donde hasta 162 personas fueron acusadas de brujería, Arthur Miller escribió una obra de teatro como alegoría de la fiebre persecutoria y los afanes represores que siempre están ahí, dispuestos a emerger en cualquier sociedad, a poco que se presionen los acontecimientos…
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