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El difícil viaje hacia la libertad individual: ‘Heimweh’ (Adi Dror, 2022)

Conviene escapar de los circuitos habituales de exhibición para descubrir que, más allá de los festivales fílmicos tradicionales, existen otras alternativas donde disfrutar de excelentes creadores y propuestas. Será el caso del Festival de Cine de Cefalù, en Italia, que en su tercer año de existencia ha premiado una cinta bien interesante. Se trata de Heimweh, un cortometraje realizado entre Alemania y Turquía, dirigido e interpretado en el papel protagonista por Adi Dror. A medio camino entre el drama y el misterio, posee un planteamiento sencillo y a la vez complejo, pues precisa de elementos mínimos para lograr un máximo resultado. Siguiendo la máxima de «menos es más«, deslumbra por la calidad en sus diferentes componentes: realización, argumento —guión—, interpretación, fotografía, música y montaje.

Pieza esencialmente poética, en Heimweh la imagen exhibe su absoluto poder de sugerencia, abstracción y concreción, apoyada en las palabras. Visualidad y lenguaje literario no recorren idéntico camino, evitando ilustrar un mismo discurso de forma literal o absolutamente descriptiva. Sus derroteros, aunque diferentes, contienen un nexo común a través del cual el espectador puede atar cabos, haciendo uso de su inteligencia. Un puzzle desordenado que poco a poco va cobrando sentido, dosificando la información de forma eficaz para ir poco a poco visualizando la historia. Una historia hermosa y a la vez dolorosa que describe una doble lucha, interna y externa. La valentía que exige romper una relación insana —tóxica, donde interviene el maltrato psicológico— para curar el alma. Algo que describe perfectamente su protagonista con dos frases: «Me haces daño y te sigo eligiendo. Me haces daño y te elijo de nuevo».

El título del cortometraje, de procedencia alemana y enigmático para foráneos, viene a representar en su concepto el contenido del argumento. Unión de dos términos, «Heim» (casa) y «Weh» (dolor, extrañamiento), su unión significa en germano «morriña, dolor o nostalgia». El hogar como símbolo de la intimidad del individuo, así como la invasión que puede sufrir y su trastocamiento posterior.

¿Cómo liberarse de esa intrusión que puede afectar a los cimientos de una vida? A través del viaje que nos propone esta historia, comprobaremos que la única salida se encuentra en ser conscientes de ese elemento nocivo para, acto seguido, luchar por expulsarlo de ese hogar y lograr recuperar, poco a poco, la estabilidad que esa casa presentaba anteriormente, habitada solamente por su propia dueña. La reflexión de Etsy hacia sí misma es clarificadora: «Escucha a tu mente, escucha a tu corazón. Te estás alejando de mí, ven conmigo».

El film tiene como escenario un paisaje campestre con el que da comienzo. Un coche lo atraviesa, mientras la presencia sonora hábilmente escogida inunda la imagen. Su melodía impondrá una atmósfera voluptuosa, pero también lánguida y melancólica. Enseguida comprendemos que se trata de música diegética, es decir, procedente de la propia narración, pues es emitida por el coche en el que viaja la protagonista, Etsy (interpretada por Adi Dror), una joven israelí de fuerte apariencia y personalidad. Ante el espectador, se muestra afectada por algo que la atormenta en su interior. Sus ojos se encuentran humedecidos, mientras trata de dominar sus sentimientos buscando mostrarse calmada. La voz del saxofón queda interrumpida abruptamente cuando la joven decide detener el coche. Toma una taza que reposa en el salpicadero y la acerca para apreciar su contenido –los restos de un café, sus posos—. Pretende leer en ellos el futuro, pero tal vez lo que busca es lo que ha abandonado o, mejor dicho, la persona que ha dejado (encarnada por Evin Bilgin).

Etsy sale del coche con una maleta y tirando de ella atraviesa un bosque, no sin dificultades debido a lo inhóspito del terreno. Una clara metáfora del tortuoso viaje interior que se encuentra afrontando tras haber pasado por una etapa traumática. Mediante un ágil montaje, se producen una serie de cortes en la escena, progresando abruptamente en su desarrollo, a lo que se une nuevamente el elemento sonoro que se ve interrumpido numerosas veces con la imagen, produciendo alteraciones en la protagonista.

De nuevo, el tratamiento formal exterioriza el interior fracturado del personaje. Se trata, en este caso, de música extradiegética, pues no se produce de forma natural sino que se crea en la mente de la protagonista o sirve para ilustrar su interior. Afloran entonces los sonidos propios del paraje, como el de los pájaros que pululan por la zona, o el de la hojarasca pisada por Etsy. Tras no pocos esfuerzos, ésta logra finalmente superar el boscaje y llegar hasta una casa, emplazada en una elevación natural. Etsy la observa como si se encontrase ante un nuevo desafío, por cuanto la edificación conlleva en su significado simbólico. Es ese hogar íntimo que le pertenece y es, a la vez, el espacio donde ha compartido tantas cosas con aquella persona de quien ahora se ha alejado.

Dentro del baño y despojada de sus ropas, Etsy permanece acurrucada bajo la ducha, rodeada de las impurezas de las que acaba de deshacerse su cuerpo con el agua. Sedimentos que pueden representar también ese pasado que acaba de dejar atrás. Contempla un anillo —símbolo de la unión amorosa, del que busca despojarse— mientras su voz interior recuerda la tradición turca de leer en el café el destino; voz que acaba solapándose con otras pertenecientes al pasado: las de ella y su pareja. Esta última aparece a su lado, evocada frente al espejo en que Etsy se mira tras salir del baño. «Te pasas mucho tiempo delante del espejo», dicen sus voces distorsionadas.

Hay en la observación frente a los espejos un elemento de reconocimiento, de enfrentarse a la propia identidad. Ésta aparecerá en este caso empañada, como la imagen que le devuelve el azogue, difuminando la suya y la de su pareja. «Podríamos haber sido nosotras. No, ya no». Una imagen casi pictórica que habla de cómo una relación puede acabar distorsionando la imagen de ambos miembros.

¿Cómo reconstruir la propia personalidad cuando ha sido distorsionada por la psicología de un sujeto manipulador? Algo que puede ser duro y frágil al mismo tiempo, sólido y a la vez susceptible de hacerse añicos, resquebrajando la propia percepción. «Tan vulnerable, mirándote fijamente. Enfrentándote a tu propia desnudez y defectos. Reconociéndote en tu propio reflejo». El amor mal entendido puede pasar de un extremo a otro, como una droga. «Es amargo y dulce. […] Una vez te acostumbras al sabor, es adictivo. Es energizante. Pero debes tener cuidado. No bebas demasiado. podría provocar inquietud, taquicardia e incluso ansiedad». Como un licor delicioso que puede tornarse venenoso y adictivo, si se acaba convirtiendo en dolorosa dependencia.

«¿Hasta dónde llegarías para alejarte de mí?», le susurra a Etsy la voz de quien había sido su pareja. Se trata de un estado capaz de romper otro anterior aparentemente indestructible, el de la independencia que ofrece la soledad. La protagonista define perfectamente estos dos estados, uno de fortaleza y otro de debilidad: «Es como cuando estás solo, pero para mí no en un mal sentido. Como estar solo, estar contigo mismo, escuchar tu propia mente. No tengo apego a nada ni a nadie. Cuando sientes apego por alguien sientes un tipo distinto de soledad. por eso no me gusta el apego. Tan dependiente, estás dependiendo de alguien, estás cediéndole tu poder, básicamente». Estas palabras suenan en absoluta negrura, tanto que provocan temor y llega la pregunta: «Está muy oscuro. ¿Puedes encender la luz?»

Producida por Kultur & Art Initiative e.V. y Fonofox, Heimweh posee todos los mimbres para convertirse en una de las realizaciones más prometedoras del nuevo cine. A buen seguro, su recorrido seguirá brindándole nuevos reconocimientos en futuros festivales y visibilizará el talento de su autora, Adi Dror. Previamente ya nos había dado muestras de su excelente trabajo en el cortometraje Antes amaba(s) mi LoCUrA, también dirigido, escrito e interpretado por ella en 2019. Una de tantas facetas de su profesionalidad poliédrica, pues además ha destacado como comediante, bailarina e incluso modelo. Esperemos que a buen seguro estos pronósticos se cumplan y tengamos la suerte de ver más pronto que tarde nuevas muestras de su arte.

Copyright del artículo © Javier Mateo Hidalgo. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © CityBlue Films. Reservados todos los derechos.

Javier Mateo Hidalgo

Javier Mateo Hidalgo (1988) es doctor en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid (2019). Su tesis doctoral "El fragmento como referencia de la modernidad en los procesos de creación de la vanguardia artística española (1906-1936)" propone el estudio de las obras de la vanguardia artística española como un todo fragmentado cuyos elementos refieren al nuevo arte que estaba desarrollándose en el resto de Europa. Ha publicado diversos artículos en revistas académicas como "Aniav", "Asri", "Re-visiones", "Archivos de la Filmoteca", "Cuadernos para la Investigación de la Literatura Hispánica", "Quaderns de Cine", "Anales de Literatura Española" o "Síneris"; en esta última fue pionero en el estudio de la considerada como primera cineasta española, Helena Cortesina. Del mismo modo, ha participado como ponente en diferentes congresos, organizados por el Instituto Cervantes, la UCM, la UAM o las universidades de Valencia y Huelva. También es colaborador asiduo de periódicos como "El Imparcial," "Crónicas de Siyâsa" o "El Periódico de Aquí", así como de las revistas "Zenda (XL Semanal)", "Mutaciones", "El Cuaderno" o "Revista de Letras". Como creador multidisciplinar, ha participado en diversas exposiciones, recibido diversos premios y participado como jurado en festivales. Por su libro de poemas "El mar vertical" obtuvo el accésit del XI Certamen Literario “Leopoldo de Luis” de poesía y relato corto (2019). En 2022 publicó su poemario "Ataraxia" (Editorial Almadenes) y su estudio histórico sobre el séptimo arte "De la llegada en tren a la salida en caravana: 126 hitos de la historia del cine (1895-2021)" (NPQ Editores). En la actualidad, se dedica a la investigación, la creación y la enseñanza.