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Crítica: «Slender Man» (Sylvain White, 2018)

Alvin Schwartz, investigador y recopilador de leyendas folclóricas y urbanas (muy recomendables sus Scary Stories to Tell in the Dark), mostraba su sorpresa al descubrir que una de esas historias, referente a un fantasma y una parada de autobús, en realidad tenía sus raíces en la antigua Grecia con la historia de Filinion y Macates. Y posiblemente ya por entonces fuera una vieja leyenda.

Las leyendas son como organismos con vida propia, seres que seguirán vivos mientras existan los humanos, extendiéndose y mutando para adecuarse a los cambios en la sociedad, pero manteniendo su esencia. Su evolución es larga, constante y natural, al menos hasta que hemos llegado al siglo XXI, donde la paciencia y la “cocción lenta” se han desvanecido. ¿Qué ha sido de las leyendas urbanas? Pues ahí siguen, pero de una forma algo artificial: los creepypastas.

En realidad, los creepypastas no son más que cuentos breves de terror escritos en Internet con la intención de que se extiendan por la red mediante el método de copiar y pegar (copy-paste), hasta que llegue el momento de que haya gente que piense que sean reales. No es más que una evolución digital de las historias de miedo narradas junto a la fogata de un campamento, pero con vocación viral. Teniendo en cuenta la cantidad de estupideces que ha generado Internet, la verdad es que los creepypastas se salvan de la quema porque en realidad son ejercicios creativos.

De todas estas creaciones, la más popular resulta, sin lugar a dudas, Slender Man, personaje inventado por Victor Surge (pseudónimo de Eric Knudsen) en 2009. En menos de una década, este personaje ha aparecido en películas, series, canciones, videojuegos, ilustraciones o disfraces de Halloween. La diferencia con otros personajes “folclóricos” es que Slender Man tiene copyright.

Victor Surge ha citado los relatos de H.P. LovecraftWilliam S. Burroughs y Stephen King como principales influencias en la creación de este ser, un Hombre del Saco contemporáneo, similar a un espantapájaros, zancudo y trajeado y sin rostro, cercano en cierto modo a los Caballeros del episodio «Silencio» de la serie Buffy, cazavampiros.

Slender Man también es célebre por un suceso lamentable, el asesinato en 2014 de una niña de 12 años a manos de un par de compañeras de clase, quienes aseguraban que lo hicieron como sacrificio al monstruo, creyendo que era real. Quizá las pequeñas asesinas eran tan cortas de luces como para pensar que Slender Man era auténtico, o lo usaron como una mera excusa, pero el trágico incidente alimentó la leyenda.

Alguien se preguntará cuándo voy a hablar de esta nueva película basada en Slender Man, pero es que no hay mucho que contar. Más allá de lo interesante del fenómeno (¿Nueva evolución del Coco o pura mercadotecnia?), la película de Sylvain White es pura desidia, rodada de cualquier manera, con un reparto de muchachas no muy brillantes y evidentemente despojada de los elementos más perturbadores por parte de los productores para vender mejor el film al público más joven.

Slender Man combina elementos de The Ring (Hideo Nakata, 1998) y Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984) de forma desangelada e inocua, con una estética propia de película de videoclub de finales de los 90. Respecto a eso, resultan sorprendentes unos efectos digitales caducos y risibles.

Pero la última palabra respecto a este film la tiene su público objetivo, la juventud de entre 10 y 13 años, no un señor cuarentón con demasiado cine de terror ya a sus espaldas como para no dar cabezadas con según qué cosas.

Sinopsis

En un pequeño pueblo en Massachusetts, cuatro estudiantes llevan a cabo un ritual en un intento de desmentir la leyenda de Slender Man. Cuando una de las chicas desaparece misteriosamente, empiezan a sospechar que ella podría ser su última víctima.

En verano de 2017, un grupo de cineastas comenzaron a buscar localizaciones en varios pueblos al noroeste de Boston. Estaban preparándose para hacer una película sobre un misterioso ser que todos pensaban conocer bastante, aunque cuando interrogados, todos admitían no saber casi nada de él. Mientras tanto, encontraron un reparto perfecto y crearon un pequeño pueblo realista con casas, instituto, hospital, cementerio y bosques, y así poder adentrarse en el terrorífico mundo de Slender Man.

Una noche durante la producción, los productores, el director y los actores se sentaron alrededor de una fogata virtual para compartir sus miedos y sentimientos sobre este personaje paranormal y hablar sobre cómo el mito se había alimentado de las esperanzas y miedos del siglo XXI.

«Slender Man tiene una altura antinatural y una forma fantasmagórica. Está asociado con la desaparición de personas, casi siempre niños, en áreas suburbanas y bosques, y nadie sabe qué fue de ellos» explica el productor Brad Fischer. «A veces se le puede ver en fotografías. Al principio puede que no lo veas, pero luego lo reconoces de repente en una esquina de la foto. Su aparición se puede comprender como un ‘Ten cuidado con lo que pides’, una advertencia para todos, pero especialmente para los niños del suburbio que se aburren y se sienten atraídos por el lado oscuro. ¡Pues ahora sí que se van a encontrar de frente con algo que da miedo!».

«Es un tipo alto con traje, pero que no tiene cara» comenta la productora Sarah Snow. «Es una figura de autoridad que va a por ti, y eso puede ser algo espeluznante».

«Creo que la imagen es terrorífica» admite la actriz Julia Goldani Telles, quien interpreta a la cuerda y estable Hallie. «Como no tiene expresión, puedes inventarte lo que quieras que vaya ahí. En la película, todas las chicas tienen un concepto distinto sobre lo que Slender Man es. En internet hay foros sobre lo que cada uno piensa. Se ha convertido en una comunidad, una forma en la que la gente se desquita de sus miedos. Y también los desarrollan. Hay gente que disfruta creando historias. Otros proyectan sus propios miedos. Se convierte en algo obsesivo».

El actor español Javier Botet interpreta al personaje que da nombre a la película. «Slender Man es como un papel en blanco. Ese es el poder del personaje, ya que puedes verter en él todos tus miedos. Cuando me enteré de que interpretaría a Slender Man estuve encantado, ya que de todo el trabajo que he hecho estos últimos años en terror, he disfrutado mucho cuando algo sólo se insinúa. Me encanta cuando hay algo ahí, sientes que hay algo, pero sólo eres capaz de verlo durante unos instantes. La gente necesita ese espacio para rellenarlo con sus propios miedos».

El creador de Slender Man, Eric Knudsen, más conocido como Victor Surge, colaboró con el reparto y cineastas para aportar su visión del personaje. «Describirlo es fácil y difícil al mismo tiempo. Es fácil describir su apariencia y, hasta cierto punto, también lo son sus métodos, pero es imposible describir sus motivos. ¡Ese es el quid de la cuestión! Es como una criatura escrita con código abierto. Puedes añadirle lo que sea que te dé miedo. Y eso creo que es lo que atrae a la gran masa. Crees saber cuáles son las normas, a por quién va a ir o cómo va a ir a por ti, pero entonces puede que dé la vuelta al guion y hago todo lo contrario. Y eso es lo que lo hace tan terrorífico. Es no saber qué es lo que quiere… ni por qué lo hace».

El personaje de Slender Man fue creado por Eric Knudsen, como parte del concurso del foro de internet Something Awful. «Básicamente, el concurso consistía en coger una foto existente y añadirle algo paranormal» comenta el productor ejecutivo, Louis Sallerson. «No creo que se requiriese un texto, pero Eric se lo añadió de todas formas. Envió dos imágenes y se creó una historia de fondo en la que hubo un incendio en un colegio o biblioteca y nunca encontraron la mitad de los cuerpos. Después escribió otro texto en el que detallaba la experiencia de alguien que había sido abducido por Slender Man. Creo que las palabras exactas fueron, ‘sus brazos abiertos nos fascinaron, nos consolaron y nos aterraron al mismo tiempo'»

«Allá por junio de 2009, hubo un hilo en Something Awful llamado ‘¡Creemos Imágenes Paranormales!'» explica Knudsen. «En ese momento el hilo todavía llevaba poco tiempo, sólo había unas tres o cuatro páginas de entradas. Mientas ojeaba algunas de las entradas y sus imágenes, pensé que eran muy buenas y que yo también podría crear alguna imagen terrorífica. Entonces me puse a crear un personaje y a pensar en qué es lo que me daba más miedo. Me vino a la cabeza el Mad Gasser de Matton, que fue un extraño suceso de histeria colectiva que ocurrió en Illinois a mediados de los años 40. También pensé en videojuegos como Silent Hill. Me imaginaba algo desconocido y muy amenazante acechando en la oscuridad. Y también pensaba en H. P. Lovecraft. Estoy muy interesado en la mitología de Lovecraft sobre terrores desconocidos en los que no puedes discernir los motivos. Creé las primeras dos imágenes de Slender Man que estoy seguro casi todo el mundo conoce. Más tarde pensé que no quería crear sólo una imagen, así que escribí un pequeño texto de ficción. Escribí una descripción de la foto, para hacerla más interesante, y la respuesta fue instantánea. A todo el mundo le pareció aterradora pero muy guay, así que continué haciendo entradas. Creo que en total fueron nueve o diez, en las que creé una historia de fondo que enganchó a todo el mundo. Y así empezó a crecer con rapidez el mito de Slender Man».

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Screen Gems, Mythology Entertainment, Madhouse Entertainment, Sony Pictures Releasing. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).

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