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Crítica: «Monster Hunter» (Paul W. S. Anderson, 2020)

¡Paul W.S. Anderson! No confundir con Paul Thomas Anderson, el magnífico director de El hilo invisible. Este Anderson es conocido principalmente por su extensa carrera como adaptador de videojuegos a la pantalla de cine, con éxitos como Mortal Kombat (1995) o la larga serie de películas basadas en la franquicia Resident Evil, iniciada en 2002. Películas más bien malas, aunque no tan abismales como las del alemán Uwe Boll, otro activista del cine consolero, misterioso personaje que llegó, perpetró un buen puñado de adaptaciones espantosas y desapareció como había venido.

Anderson es responsable de un par de cintas tan estimables como el thriller británico Shopping (1994) o la historia de terror espacial Horizonte final (1997), pero aquellos tiempos quedaron atrás, y el buen inglés parece haberse construido su propio nicho con un cine, si no «de autor», sí reconocible. Con influencias estéticas de Matrix, el anime y, sobre todo, los videojuegos, la mayor parte de sus películas parecen basarse en ese entretenimiento digital, aunque no sean ‒del todo‒ adaptaciones de juegos, como se puede apreciar en Alien Vs. Predator (2004) o la desquiciada Los tres mosqueteros (2001), que incluía dirigibles, acrobacias virtuales y otra seña de identidad de su obra: la explotación de la fotogenia de su esposa, Milla Jovovich, siempre repartiendo leña en el papel de alguna aguerrida heroína de facultades sobrehumanas.

Monster Hunter apenas se diferencia de cualquiera de estos títulos, y bien podría ser otro capítulo más de Resident Evil, salvo por detalles como estar basada en otro videojuego distinto, la ausencia de zombis y el cambio de nombre de la protagonista, que ya no se llama Alice sino Artemis.

La historia es un batiburrillo en el que caben elementos de La patrulla perdida (1934), El mago de Oz (1939), Infierno en el Pacífico (1968) y, sobre todo, Temblores (1990). A pesar de la presencia de dragones, gatos cocineros y sables mágicos, Monster Hunter es, en realidad, una clásica historia de robinsones en la que la heroína, superviviente de un pelotón de Rangers trasportados a otra dimensión paralela, ha de hacer equipo con un «Viernes» interpretado por el tailandés Tony Jaa (Ong Bak), cuya simpatía y carisma hacen que robe la película al resto del reparto.

Por desgracia, la incompetencia de Paul W.S. Anderson provoca que las habilidades marciales del actor se echen a perder en las escenas de lucha, mal rodadas y peor montadas, como suele suceder en el cine de corte hollywoodiense. En realidad, Monster Hunter es una de esas coproducciones tan abundantes en el agonizante Hollywood actual, donde distintas empresas de diversos países ponen dinero en la producción y distribución (incluyendo a la clásica Toho japonesa, muy activa en los últimos tiempos).

El film, como tantos otros de Anderson, se queda a las puertas de ser un ejercicio de gozoso surrealismo (uno se imagina lo que habría ese loco guion en manos de, por ejemplo, Panos Cosmatos) por culpa de las numerosas y no muy brillantes secuencias de acción y efectos digitales, que saturan y no provocan ninguna emoción, si bien cuentan con algún momento notable, como el citando gato cocinero (de brevísima aparición, por desgracia) o algo que siempre se agradece y nunca se queda viejo: un monstruo gigante (en este caso, un dragón escupefuego) dando buena cuenta de un operativo militar, con tanques y aviones incluidos.

Con los antecedentes del director y la propia naturaleza del film, pocos espectadores se verán defraudados a la hora de ver la película, salvo los fans de los films asiáticos de Tony Jaa. A estas alturas, ya deberíamos saber lo que vamos a ver.

Sinopsis

Detrás de nuestro mundo, hay otro: un mundo de peligrosos y poderosos monstruos que reinan en su dominio con una ferocidad mortal. Cuando una inesperada tormenta de arena transporta a la teniente Artemis (Milla Jovovich) y a su unidad (TI Harris, Meagan Good, Diego Boneta) a un nuevo mundo, los soldados se sorprenden al descubrir que ese desconocido y hostil entorno es el hogar de enormes y aterradores monstruos que son inmunes a su potencia de fuego. En su desesperada batalla por la supervivencia, la unidad se encuentra con un misterioso cazador (Tony Jaa), cuyas habilidades únicas le permiten plantar cara a las peligrosas criaturas. A medida que Artemis y el cazador ganan confianza, ella descubre que él es parte de un equipo liderado por el Almirante (Ron Perlman). Enfrentándose a un peligro tan grande que podría amenazar con destruir su mundo, los valientes guerreros combinan sus habilidades únicas para unirse en la última batalla.

Hace casi 20 años, el director Paul W. S. Anderson y la actriz Milla Jovovich formaron equipo con la compañía de videojuegos Capcom y Constantin Film, una productora y distribuidora independiente líder en Alemania, para producir Resident Evil, basada en el videojuego superventas. Seis películas después, y más de $1.200 millones de recaudación en taquilla, la franquicia se posiciona como una de las adaptaciones de videojuegos de más éxito de la historia. La saga ha sido un éxito en todo el mundo, aunque especialmente en Asia, y su popularidad alentó varias giras promocionales en la región, cimentando el camino para la siguiente colaboración del equipo.

Ahora el equipo se ha reunido para Monster Hunter, basada en el videojuego Monster Hunter: World, el más vendido de todos los tiempos de Capcom. El origen del proyecto surge del tiempo que Anderson pasó en Japón. “En realidad conocí el juego Monster Hunter antes que mucha gente en América y Europa por todo el tiempo que pasé en Japón” explica Anderson. “Se convirtió en uno de mis países favoritos para visitar. Por eso empecé a jugar al videojuego en 2008, y en 2009 ya estaba en contacto con Capcom para crear una película basada en él”.

Durante los siguiente nueve años, Anderson jugó al juego durante sus frecuentes viajes a Japón y se convirtió en un proyecto que le apasionaba. “Me enamoré de las imágenes, los paisajes y la magia del juego” comenta. “A medida que jugaba, me lo imaginaba en cine”. Como la jugabilidad de Monster Hunter: World no depende de una narrativa, Anderson tuvo rienda suelta para inventarse una historia. “Fue una oportunidad increíble para crear todo un mundo en la gran pantalla, y dentro de ese mundo se podían contar una infinidad de historias. Cuanto más lo pensaba, más historias y personajes iban tomando forma”.

Anderson volvió a contar con el supervisor de efectos visuales Dennis Berardi de Resident Evil para crear los monstruos, además de ser productor de esta película. “Dennis ha trabajado en casi todas nuestras películas” dice el productor Jeremy Bolt. “Ha aportado mucha de su experiencia en Monster Hunter, que por sus monstruos los efectos visuales tienen mucho peso. El trabajo de Paul y Dennis hizo evidente desde el principio que la adaptación sería una película cautivadora y daría miedo”.

Durante muchos años, el juego ha sido más famoso en Asia que en América y Europa. Entonces se estrenó Monster Hunter: World en 2018, la última entrega de la saga que las hordas de seguidores esperaban con ansia. El juego tuvo tanto éxito que se convirtió en el más vendido de Capcom de la historia, con más de 16,4 millones de unidades vendidas. Había llegado el tiempo de la película.

Anderson decidió abordar los elementos de fantasía de la salvaje caza de monstruos con realismo, tanto en la historia como en el diseño, dando al espectador algo a lo que agarrarse del mundo real. “Nos parecía importante crear una película realista. Si los personajes se van a adentrar dentro de un mundo de monstruos, queremos que los espectadores les acompañen” dice el productor Robert Kulzer.

Así que, en su historia, Anderson se centra en un equipo del mundo real que se encuentra atrapado en un mundo de monstruos, y las localizaciones de este mundo están basadas en algunos de los sitios más extraños e increíbles de este mundo. “Yo siempre quiero hacerlo todo lo más real posible” dice Anderson. “Los increíbles paisajes del juego nos recordaron a otros alucinantes de nuestro mundo. Cuando no estábamos rodando en el mundo natural, lo hacíamos en enormes sets de rodaje. Raramente pusimos a un actor delante de un croma para crear un paisaje. El 80% de esta película es real, y el 20% restante que no es real son los monstruos”.

Aunque cada dos por tres, Anderson y el resto de cineastas volvían a los juegos originales para tomar inspiración. “La película no solo rinde homenaje a Monster Hunter: World, sino a toda la saga de la que ya llevo enamorado diez años” dice Anderson. “Los creadores del juego se imaginaron un mundo rico en texturas, y nosotros hemos tomado el relevo”.

Liderando el reparto encontramos a Milla Jovovich en el papel de la veterana teniente Artemis, jefa de un grupo de operaciones de las Naciones Unidas, que vuelve a trabajar con su marido, el director de Resident Evil Paul W. S. Anderson.

Cuando terminó de escribir el guion, Anderson tenía a su primera opción de actriz protagonista en casa. Aun así, tuvo que convencer a Jovovich un poco. “Lo primer que pensé fue, ¿en serio? ¿Pasamos de zombis a monstruos? Tienes que estar de broma” comenta la protagonista de Resident Evil. “Me pidió que lo leyese, y cuando lo hice me dio la impresión de que representaba todo lo que me gusta de las películas de acción, y me enamoré del personaje de Artemis. Me pareció muy realista. Me apetecía mucho interpretar a alguien tan disciplinado”.

“¿Hay alguien que de palizas y mate monstruos mejor que Milla Jovovich?” dice Anderson. “No solo es un icono de acción, sino que también aporta mucho carácter al personaje. Es una soldado. Está casada. Igual es madre. Milla investigó en profundidad para convertir a Artemis en un personaje realista y estuvo entrenando con el ejercito estadounidense. Trabajó codo con codo con una de las 18 mujeres ranger del ejercito que hay en el mundo y se hicieron buenas amigas. La ranger terminó convirtiéndose en asesora militar en la película. El nombre del personaje de Milla, Natalie Artemis, es en honor a nuestra nueva amiga. Los espectadores se van a entender bien con este personaje”.

El actor y cantante de hip-hop Tip “T.I.” Harris interpreta a Link, un ranger veterano y la mano derecha de Artemis. “Artemis y Link han vivido situaciones bastante peliagudas en el pasado, y cuando se enfrentan a esta crisis su química sale a relucir” comenta. “Mi hijo juega a videojuegos. Cuando le pregunté a ver si conocía un juego llamado Monster Hunter me dijo que hiciese la película sin pensármelo”.

Otro miembro del equipo es el sargento Marshall, un especialista en comunicaciones interpretado por el actor mexicano Diego Boneta. “Cuando me hablaron de Monster Hunter estaba rodando Terminator, que tenía muchos efectos visuales. Paul me enseñó los storyboards y me explicó que quería limitar los efectos visuales e introducir a los actores en localizaciones reales, y ahí ya me terminó de conquistar”.

Meagan Good interpreta a Dash. “Mi personaje es una habilidosa mecánica, muy rápida y con mucha iniciativa. No pude soltar el guion hasta que terminé de leerlo. Me metí en la aventura y podía ver todo claramente en mi mente”.

Cerrando el grupo encontramos al personaje de Jin Au-Yeung, Axe, que formó parte del primer equipo antiterrorista de las fuerzas especiales chinas llamado los Night Tigers. “Tiene experiencia más allá de la militar. Me siento honrado por ser parte de este equipo, contribuyendo a la protección del mundo entero. Me interesaba cómo podría traerle a la vida más allá del aspecto militar”.

Después de llegar al mundo paralelo, Artemis encuentra a un profesor y aliado, el misterioso Cazador, interpretado por el artista marcial Tony Jaa. “A Paul le encantaba la idea de que el cazador tuviese habilidades físicas, y no hay muchos artistas que sean creíbles como luchadores” recuerda Kulzer. “Cuando aparece Tony, el espectador se queda igual de sorprendido por sus habilidades que él está de Artemis”.

“Cuando Paul me dio la bienvenida a Monster Hunter fue como un sueño hecho realidad” dice Jaa. “Me enseñó el storyboard y los diferentes personajes. Hablamos sobre mi personaje y pensé que era increíble”.

Además de las habilidades de Jaa, a Anderson le sorprendió su compromiso con el papel, aunque Monster Hunter no requiriese que se involucrase tanto como en sus películas anteriores. “Soy un gran seguidor de Tony Jaa. Ong Bak: El Guerrero Muay Thai, Thai Dragon, me gustan todas sus películas” dice Anderson. “El tipo lo da todo en sus películas, y por supuesto, Tony ejecuta todo de verdad. Hay un gran escena de lucha en Ong Bak: El Guerrero Muay Thai en la que tiene las piernas ardiendo. Le pregunté cómo habían hecho esa escena y me dijo, ‘¡Ah! Es muy simple. Me rociaron las piernas con gasolina y les prendieron fuego. Luego rodamos muy muy rápido e intentamos hacer la escena solo una vez”.

“Es un placer trabajar con Tony” comenta Anderson. “Es un artista marcial maravilloso, un actor brutal y tiene una gran vena cómica. Milla y Tony tienen mucha química en la película. Los dos son obviamente grandes guerreros, pero también tienen mucha gracia juntos”.

Las criaturas están hechas por ordenador, pero Anderson tenía claro que no quería grabar a los actores con una pantalla verde de fondo. Anderson buscaba visuales dramáticas en las que introducir el universo de Monster Hunter, desde un terreno rocoso a verdes junglas y vastos desiertos pasando por cuevas subterráneas. Sudáfrica y Namibia fueron los destinos que ofrecían a los cineastas una selección diversa de entornos entre los que elegir.

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Constantin Film, AB2 Pictures, Screen Gems, Constantin Film Verleih, Tencent Pictures, Toho-Towa. Cortesía de Sony Pictures. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).