Disney, Pixar o Ghibli son estudios que cuentan en su haber un buen puñado de obras maestras del cine de animación, pero he de confesar que siempre he sentido una debilidad especial por las producciones de los muy británicos Aardman Animations Studios. Salvo por alguna de sus incursiones en la animación digital (estoy pensando en Ratónpolis), todas sus películas y cortometrajes han sido ejemplos de la más deliciosa artesanía visual, además de divertidísimas comedias para toda la familia.
Las grandes compañías siguen triunfando en taquilla con productos bien acabados, pero que acusan cierta pereza creativa: neo-princesas Disney, monstruitos cíclopes o parodias de superhéroes se suceden una y otra vez en películas más bien clónicas, con un humor posmoderno idéntico, que ya ha dejado de tener gracia desde hace unos años.
Películas como ¡Piratas! o esta oveja Shaun se reciben con gratitud, tanto por ofrecer algo distinto visualmente a la insípida animación digital, sino por su combinación de excentricidad británica y ternura sincera, pero no cursi.
La oveja Shaun es una vieja conocida de los seguidores de Aardman. Este animal y sus amigos ovinos debutaron en Wallace y Gromit: un esquilado apurado, allá por 1995. El éxito hizo que este personaje fuera objeto de todo tipo de merchandising en Reino Unido y más allá, y por eso ha vuelto a aparecer en otras producciones de Aardman, llegando a protagonizar su propia serie de televisión, formada por miniepisodios.
Ahora llega la película, una delicia sin diálogos que recoge la antorcha de la tradición del slapstick en un ejercicio de cine puro, sin ayudas literarias.
Aunque llena de momentos ingeniosos, la historia no es la más original, con Shaun y sus colegas viajando a la ciudad para encontrar al granjero, amnésico y perdido a causa de una pequeña trastada bienintencionada de las ovejas. El argumento se puede comparar con el de Babe, el cerdito en la ciudad (aunque Shaun resulte menos siniestra que la película de George Miller), pero hay incluso quien ha querido ver el parecido entre este film y el Amanecer de Murnau, una comparación en principio chocante, pero no falta de razón.
La oveja Shaun: la película, podría haber sido una mera excusa para vender nuevo merchandising (como sucede con las penosas entregas de Cars o Aviones de Pixar), pero no, es una estupenda película realizada con amor al detalle y muchísimo humor. Sus héroes se enfrentan a los problemas a base de usar la imaginación e incluye una interesante reflexión acerca de mantener el equilibrio entre la monotonía y el goce de la vida.
Aquí debería decir que es una película perfecta para ir con los más pequeños, pero eso es limitarla. Aunque usted no conozca a ningún niño que le sirva como excusa, no lo dude y vaya a ver esta magnífica comedia animada.
Sinopsis
Shaun es una oveja muy lista y muy traviesa que vive con sus compañeras de rebaño en la granja de Mossy Bottom bajo la «supuesta» supervisión del Granjero y de Bitzer, un perro pastor con muy buenas intenciones, pero bastante despistado. A pesar de los esfuerzos de Shaun, la vida en la granja es bastante monótona, y nuestra oveja idea un ingenioso plan para tener un día libre.
Pero los deseos no siempre acaban como uno espera. Los acontecimientos no tardan en tomar proporciones incontrolables, y por culpa de la trastada de Shaun, se llevan al pobre Granjero.
Acompañada por el rebaño, Shaun deja la granja por primera vez y viaja hasta la gran ciudad para rescatar al Granjero, consciente de que no puede fallar.
Pero ¿cómo sobrevivirán las ovejas? ¿Cómo conseguirán que no se las reconozca para evitar caer en las garras de un terrible atrapa-animales? Les espera un sinfín de aventuras tan divertidas como peligrosas.
Y Shaun conocerá a un perrito huérfano llamado Slip que le hará entender que tener un hogar y una familia no es algo que pueda darse por sentado.
Después del notable éxito de la serie de televisión La oveja Shaun, de Aardman, que se convirtió en un auténtico bombazo global después de su lanzamiento en 2007, los directivos de la empresa decidieron que había llegado el momento de desarrollar un largometraje protagonizado por Shaun.
Pero no era tan fácil. ¿Cómo pasar de una serie de episodios de 7 minutos basada en una historia relativamente sencilla a un largometraje de una duración al menos siete veces mayor con una narrativa compleja? ¿Qué historia podía contarse? ¿Sería posible ampliar la atracción de Shaun para llegar a niños de más edad e incluso adultos? Y lo más importante: la falta de diálogos «humanos» no tenía mayor importancia en episodios de siete minutos de duración, pero ¿no sería un problema tratándose de una película de 80 minutos? ¿Es posible mantener la atención del público durante ese tiempo sin diálogos hablados? Aardman empezó a plantearse el desarrollo del proyecto a partir de estos interrogantes.
Uno de los directores de la película, Richard «Golly» Starzak, dice: «Hay dos frases para describir a Shaun, «Va a contracorriente» y ‘Es muy listo… para ser una oveja'».
Mark Burton, el otro director, que empezó a trabajar con Aardman como guionista en Chicken Run: Evasión en la granja, añade: «Cuando me uní al equipo, ya tenían la idea básica, y era muy sencilla: ‘Vamos a hacer una película con la oveja Shaun… sin diálogos’. Me pareció una locura total y pensé que no podía perdérmelo».
Richard Starzak se unió al equipo de la serie de televisión para dirigir uno de los episodios que había escrito. «Hablé con Nick Park porque se me ocurrió que podíamos ‘envejecer’ a Shaun para que interesara a niños de diez años. Hizo un par de dibujos para que Shaun pareciera un poco mayor», dice. (Nick Park es el creador original de Shaun, que aparece brevemente en Wallace & Gromit – Un esquilado apurado, su oscarizado cortometraje de 1995).
De hecho, la serie tiene un público más amplio del que se piensa. «Creo que damos por sentado algo que no es real», explica el productor Paul Kewley. «Efectivamente, la CBBC (el canal infantil de BBC) emite la serie en Inglaterra, pero se sabe que muchos adultos la siguen, y tampoco la concebimos solo para niños».
El director Richard Starzak dice: «Es sorprendente. Hace ocho años que se emite la serie. Hay una generación de universitarios que crecieron con ella y la siguen viendo».
«Es obvio que todos esperamos un abanico de espectadores más amplio», añade Mark Burton. «Además, las ideas y los chistes van dirigidos a un público de más edad».
En cuanto a la ausencia de diálogos hablados, el productor Paul Kewley comenta: «Recuerdo que Golly me dijo en algún momento que debíamos hacer una película de la oveja Shaun y pensé que había perdido la cabeza. Pero me quedé con la idea y comprendí que era factible. La ausencia de diálogos hace que llegue a muchos más espectadores, desde los más jóvenes a los más ancianos».
Julie Lockhart, que también produce la película, recalca: «Todos nos preguntábamos cuánto tiempo aguantaría un espectador sin diálogos hablados, pero cuando vimos el primer montaje, que duraba unos noventa minutos, nos quedamos convencidos de que no habría problema».
Según Will Becher, el animador principal de La oveja Shaun – la película, que no hubiera diálogos humanos en la película planteaba otro problema: «Para un animador, el diálogo tiene mucha importancia, ayuda a caracterizar a los personajes y nos sirve de apoyo. Pero con Shaun, el Granjero y Bitzer, todo debe ser puramente visual. Es necesario comunicar los sentimientos, las emociones y lo que ocurre de una forma visual. Representaba un enorme reto».
Para el equipo de modelistas, Shaun presentaba muchas dificultades debido a sus grandes ojos y porque, al contrario de la mayoría de personajes de Aardman, no tiene cejas. «Se expresan muchas emociones mediante las cejas», sigue diciendo Will Becher. «Al no tenerlas, hubo que exagerar un poco los movimientos de los brazos, de las orejas y, en general, todo el lenguaje corporal».
Se sabe que el estilo stop-motion que hizo famoso a Aardman es un proceso extremadamente lento que requiere manipuladores con una paciencia sin par. Puede que para muchos, la extrema lentitud de producción sea el aspecto más notable de una producción Aardman.
Will Becher dice que en esta película han trabajado unas cien personas, entre las que había 20 animadores y 30 modelistas. Sin embargo, esto se considera un equipo pequeño para un largometraje stop-motion.
«Rodamos entre 40 y 50 tomas a la semana, lo que traducido en tiempo equivale, aproximadamente, a dos minutos y medio. Cada animador intenta rodar tres segundos diarios, y eso es mucho para nosotros», sigue diciendo. «Depende de la cantidad de personajes en la escena y de lo que hacen. Algunos personajes son más complicados que otros y requieren más trabajo con los muñecos».
A pesar de lo anterior, la producción de La oveja Shaun ha sido relativamente rápida. «Empezamos probando los modelos y la animación en noviembre de 2013 y el rodaje comenzó en el enero siguiente», recuerda Will Becher. «Para nosotros, eso es muy rápido. Por ejemplo, el desarrollo de ¡Piratas! duró seis meses. Que tardáramos tan poco se debe en parte a razones presupuestarias y también porque Shaun es un personaje con el que ya habíamos trabajado. El mundo de ¡Piratas! era totalmente nuevo».
Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.
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