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Crítica: «Asesinato en el Orient Express» (Kenneth Branagh, 2017)

Agatha Christie es una de las novelistas más populares que jamás han existido (prácticamente en todos los hogares hay, al menos, uno de sus libros), y Asesinato en el Orient Express bien podría ser su obra más famosa.

En este caso, la intriga sigue una fórmula infalible: un misterioso asesinato, sospechosos confinados, un detective destapando verdades. Toda la trama se desarrolla en un ambiente de lujo y aventura, y cuenta con un protagonista de lo más llamativo, el célebre detective belga Hercule Poirot, un tipo algo pedante y ridículo, pero de elevada inteligencia.

En la primavera de 1933, el segundo marido de la escritora, Max Mallowan, había logrado que la junta de gobierno del Museo Británico y la Escuela Británica de Arqueología en Irak le patrocinasen una expedición arqueológica, no lejos de Nínive. Janet Morgan, en su biografía de la novelista (editada por Ultramar en 1986), nos cuenta que Agatha llevó un registro escrito de todos los hallazgos. También colaboró con el equipo de restauración, y en los ratos libres, dando pruebas de una productividad asombrosa, dejó listas para su publicación «dos novelas policiacas, dos colecciones de relatos y una novela escrita bajo el seudónimo Mary Westmacott». Una de aquellas obras era Asesinato en el Orient Express.

La novela cuenta con varias adaptaciones televisivas y una conocida versión cinematográfica estrenada en 1974, con la que Sidney Lumet intentó recuperar la elegancia de antaño, en una época en la que lo hortera y el mal gusto invadían Hollywood (y el resto del mundo). Contó para ello con estrellas por entonces boyantes y otras ya entradas en años, representantes de los buenos tiempos de la Meca del Cine.

En la última década hemos asistido a una revisión del más famoso de los detectives de ficción: Sherlock Holmes. La serie televisiva Sherlock, de la BBC, la americana Elementary y las dos entregas del Sherlock Holmes de Guy Ritchie han adaptado la creación de Arthur Conan Doyle a los nuevos tiempos, tomando los rasgos más extravagantes de su personalidad y exagerándolos hasta convertir al personaje en una suerte de sociópata desquiciado, con gran éxito entre el público actual.

Da la impresión de que Kenneth Branagh, director y protagonista de la película que nos ocupa, ha querido hacer algo similar con Poirot a través de este nuevo Asesinato en el Orient Express, film que parece plantearse como el comienzo de una franquicia a mayor gloria del detective belga. En este caso, pese a tratarse de una historia coral, el personaje acapara quizá demasiada atención, y se nos muestra como un hombre aquejado de trastorno obsesivo-compulsivo.

Esa manía enfermiza por el orden y la perfección provoca que Poirot detecte enseguida pistas, inconsistencias y anomalías, algo que convierte al belga el mejor investigador del mundo, pero también le impide vivir en paz.

Branagh intenta reinventar a una figura que ya bordaron otros intérpretes, como Peter UstinovAlbert Finney o David Suchet, quien prácticamente lo hizo suyo en exitosas producciones televisivas. ¿Consigue aquí sorprender como lo hizo el Sherlock de Benedict Cumberbatch? Quizá no tanto.

Esta nueva versión trata de establecer un equilibro entre los sabores clásicos y la ficción contemporánea (Lo más llamativo es la inclusión de un personaje de raza negra en una obra de la autora de Ten Little Niggers). Los efectos digitales y algún que otro momento de acción se alternan con elegantes movimientos de cámara y un diseño de producción que celebra el glamour de los años 30.

Aunque lo mejor de la película, como corresponde en una obra de Kenneth Branagh, sean las escenas de pura interpretación, la excesiva presencia de Poirot y cierto apresuramiento narrativo provocan que el espectacular reparto (Tom Bateman, Willem Dafoe, Johnny Depp, Judi Dench, Derek JacobiMichelle Pfeiffer, Penélope Cruz, Daisy Ridley…) esté algo desaprovechado. Algunos actores casi parecen extras, como el bailarín Sergei Polunin, en un papel que goza de una llamativa presentación, pero se queda en nada.

Así pues, esta revisión del clásico del misterio termina siendo un film agradable de ver. Adapta una historia que siempre funcionará y lo hace con un acabado lujoso y un elenco excelente. Sin embargo, no termina por decidir su tono, y al quedar en esa tierra de nadie, no genera una impresión memorable, ni para bien ni para mal.

Sinopsis

La historia de misterio más atemporal de siempre, Asesinato en el Orient Express, vuelve junto con el famoso detective Hércules Poirot (Kenneth Branagh) para tratar de resolver lo que se convirtió en uno de los crímenes más infames de la historia.

Tras el impactante asesinato de un rico hombre de negocios en el lujoso tren europeo que se dirige hacia el oeste en pleno invierno, el detective privado Poirot debe usar todas las herramientas a su alcance para descubrir cuál de los eclécticos pasajeros del tren es el asesino antes de que ataque de nuevo.

Publicada en 1934, la novela de Agatha ChristieAsesinato en el Orient Express, es considerada una de las historias más ingeniosas jamás concebidas. Más de 80 años después de su publicación, la novela de Christie sigue siendo muy querida entre las nuevas generaciones de lectores. El asombroso remake de Kenneth Branagh de la querida obra de misterio junto con su aclamado reparto y su asombrosa fotografía invita a los espectadores a subirse en el tren con más suspense de sus vidas.

El clásico de misterio de Agatha Christie, con sus ricos personajes confinados en un lujoso tren de pasajeros, sus escenas tensas y su fresco diálogo, ha obsesionado al público desde que se publicó la novela en 1934. The Times of London escribió en una publicación: «El cerebro resuelve una vez más lo que parece irresoluble. La Sra. Christie hace que una historia improbable parezca muy real, y mantiene a sus lectores cautivados e intrigados hasta el final».

Los lectores se han visto cautivados por el misterio, el crimen, la historia y el personaje de Hércules Poirot durante generaciones. El encanto del Orient Express se magnificó gracias a la obra de Christie, y los viajeros siguen acudiendo para descubrir los ilustres compartimentos y servicios del tren hasta el día de hoy. La habitación 411 del Pera Palace Hotel en Estambul, donde supuestamente Christie escribió la novela, también sigue siendo un destino muy popular. Hay sociedades y clubes en todo el mundo dedicados a redescubrir los misterios de Christie, particularmente aquellos en los que aparece Hércules Poirot.

¿Por qué esta interminable fascinación?

«Agatha Christie es experta en aportar profundidad a los personajes, haciéndolos distintos y coloridos, pero también creíbles. Creo que ella disfruta del resplandor literario de eso, pero en el Orient Express, también tienes glamur. Tienes nieve. Tienes elegancia y la edad de oro del romance en los viajes. Y, por supuesto, tienes un asesinato», resume Kenneth Branagh. Esta película presenta a otra generación de cinéfilos una nueva y apasionante interpretación de uno de los misterios más queridos de todos los tiempos. Un «quién es quién» de actores famosos y un aclamado equipo de producción listos para el viaje.

A pesar de todos estos elementos de Agatha Christie, todo comienza con la historia. Pero para hacer una película, obviamente, es necesario obtener los derechos de la historia, y para los productores Mark Gordon y Simon Kinberg, eso supuso un viaje de casi cinco años. Inicialmente, preguntaron por los derechos por separado, pero pronto decidieron que sería mejor trabajar en equipo.

Posteriormente, Gordon y Kinberg se asociaron con Ridley Scott. Y llegado a este punto, sólo quedaba encargar el guión…

Como gran admirador de Agatha Christie y antiguo colaborador del productor Ridley Scott, el guionista Michael Green (LoganBlade Runner 2049) se emocionó cuando le pidieron que adaptara esta fabulosa historia a la gran pantalla. El productor Scott, un fanático de Christie y admirador de la versión de Sidney Lumet de 1974 de Asesinato en el Orient Express, tuvo la oportunidad de volver a explorar el libro, lo que consideró una maravillosa oportunidad para presentar el trabajo de la autora a un público moderno. Green coincide.

«Son historias increíbles con personajes de los que quieres ver más y más», comenta Green. «Y si tienes la suerte de coger un libro o una obra de teatro de Agatha Christie a la edad adecuada, se quedará contigo y permanecerá como un bonito recuerdo en tu memoria».

Branagh no sólo estaba entusiasmado con la perspectiva de trabajar con el guión de Green, sino que también estaba muy interesado en colaborar con los herederos de Agatha Christie: «Mathew Prichard [nieto de Christie] y James Prichard [bisnieto de Christie] fueron dos de las primeras personas que conocí cuando me embarqué en el proyecto, y esta conexión tan particular fue muy importante para mí. Mathew creció con Agatha Christie, y James no sólo es un miembro de la familia, sino una influencia muy inteligente y creativa en la forma en que se gestiona la herencia, así como un muy buen colaborador. Todos sentimos que el trabajo de Agatha Christie está en un momento muy intenso de su evolución. Ella ya ha realizado una enorme contribución al mundo del entretenimiento, pero se la está redescubriendo como una persona que ha tocado áreas de la experiencia humana que tienen relevancia a día de hoy. Christie sigue entreteniendo y nos hace pensar de una manera diferente».

El venerado detective ficticio Hércules Poirot, es uno de los personajes más famosos de Agatha Christie, que ha aparecido en 33 novelas y más de 50 cuentos, y fue clave para garantizar que la película funcionara. El presidente de Agatha Christie Ltd, James Prichard, explica: «Hace mucho tiempo que leí el guión y lo interesante es que las cosas han cambiado, pero el tono general y el aroma del guión no han cambiado. Desde el principio, el guionista Michael Green capturó bien la esencia, particularmente en cuanto a Poirot; realmente entiende a Poirot y eso se refleja en el guión. Hay cambios y diferencias, particularmente en su aspecto, con respecto a lo que uno podría haber visto antes, pero la esencia de Poirot está ahí y eso para mí es increíblemente importante».

Los preparativos de Branagh para interpretar a Poirot fueron extensos e incluyeron la lectura de todas las novelas de Poirot. Empezó un año antes del rodaje con un regalo de cumpleaños de una primera edición en rústica de El misterioso caso de Styles.

El rodaje de Asesinato en el Orient Express duró trece semanas y se llevó a cabo en Longcross Studios, ubicados cerca de Londres, y en localizaciones de Malta, desde noviembre de 2016 hasta marzo de 2017.

Agatha Christie

Agatha Mary Clarissa Miller nació el 15 de septiembre de 1890 en Torquay, en el sudoeste de Inglaterra, siendo hija de madre inglesa y padre norteamericano.  Con cinco años ya sabía leer, aprendiendo de forma autodidacta, y empezó a escribir poemas a una edad muy temprana.  Su educación fue una combinación de clases particulares de carácter informal en casa (impartidas principalmente por sus padres) y formación en centros docentes de París, donde se convirtió en una consumada cantante de ópera y pianista.  A los 18 años, Christie se entretenía escribiendo relatos cortos, algunos de los cuales fueron publicados en una versión más actualizado durante los años 30.

En 1914, Christie trabajó como enfermera en el Destacamento de Ayuda Voluntaria del Hospital de la Cruz Roja desplegado en Torquay, y cuando el hospital abrió un dispensario, Agatha aceptó la oferta de trabajar allí y aprobó el examen de la Sociedad de Boticarios. Esto despertó en ella un perenne interés por el uso de venenos, lo que supuso una gran contribución a su primera novela, ‘El misterioso caso de Styles.  La utilización de veneno por parte del asesino estaba tan bien descrita que Christie recibió un honor sin precedentes para un escritor de ficción: una reseña en The Pharmaceutical Journal.

Christie se vio incitada a escribir una historia policiaca a raíz de un desafío de su hermana mayor, Madge. Como había muchos refugiados belgas en la mayor parte de la campiña inglesa, y Torquay no era ninguna excepción, Christie pensó que un refugiado belga, quizás un antiguo buen policía belga, podría ser un excelente detective para su primera novela. Hércules Poirot había nacido.

En 1919, fruto de su matrimonio con ArchieChristie dio a luz a su primer retoño, su hija Rosalind. Ese fue también el año en el que el editor John Lane suscribió con ella un contrato para la publicación de cinco libros más. Christie se convirtió posteriormente en uno de los primeros autores de Penguin que publicó ediciones de bolsillo.

Después de la guerra, Christie continuó escribiendo y viajando junto a su marido Archie, viajes que incluyeron un Grand Tour por el Imperio en 1922, durante el cual Agatha aprendió a surfear en Sudáfrica y Hawái (de hecho, se convirtió en la primera mujer británica que hizo surf). Archie y Agatha se divorciaron en 1928, y entonces Christie cumplió uno de los deseos que había ambicionado toda su vida: viajar en el tren Orient Express a Oriente Medio. Tanto éste como futuros viajes suyos son fácilmente reconocibles en libros tales como Asesinato en el Orient ExpressMuerte en el NiloAsesinato en MesopotamiaCita con la muerte e Intriga en Bagdad, así como en numerosos relatos breves.

En 1930, durante una excursión a unas excavaciones en la ciudad sumeria de Ur, Christie conoció al arqueólogo Max Mallowan, el hombre, catorce años más joven que ella, que se convirtió en su segundo marido. Su matrimonio duraría 46 años. A lo largo de casi treinta años, Christie acompañó a Max en las expediciones arqueológicas que realizaba anualmente. Dichos viajes no redujeron en absoluto el flujo de su creación literaria, y su libro Ven y dime cómo vives, publicado en 1946, contiene una ingeniosa descripción de sus primeros días con Max en unas excavaciones en Siria.

Alrededor de 1930, habiendo escrito ya varias novelas y relatos cortos, Christie creó un nuevo personaje con ínfulas detectivescas. Miss Jane Marple era una amalgama de varias ancianas que Agatha había conocido en los pueblos que visitaba cuando era niña.  Cuando la creó, Christie no esperaba que Miss Marple se convirtiera en rival de Poirot, pero con la novela Muerte en la vicaría, que fue la presentación pública del personaje, pareció que Agatha había creado otro popular e imperecedero personaje.

En 1971, Christie logró uno de los más altos honores de Gran Bretaña al ser nombrada Dama del Imperio Británico. Su última aparición pública fue en 1974, en la noche del estreno de la versión cinematográfica de Asesinato en el Orient Express, protagonizada por Albert Finney, interpretando a Hércules Poirot.  ¿Su veredicto? Una buena adaptación, exceptuando la cuestión menor de que el bigote de Poirot no era lo suficientemente ostentoso.

Christie murió en paz el 12 de enero de 1976.  Está enterrada en el cementerio de la iglesia de St. Mary, ubicada en Cholsey, cerca de Wallingford.

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

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Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).

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