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Chris Isaak, más allá de las modas

Sin notables muestras de envejecimiento físico o artístico, Chris Isaak sigue deleitando a fans y sorprendiendo a neófitos con sus espectaculares conciertos, en los que evidencia cierto carácter sobrehumano al mostrar sus distintas facetas: virtuoso cantante, sobresaliente músico, inmejorable showman y divertido sex symbol.

Chris Isaak se muestra cercano a su público, y siempre con un tono distendido, más bien cómico, hila sus temas bailables con sus estremecedoras baladas con la aparente facilidad del que sabe cómo hacer las cosas.

Sin llegar a ser una megaestrella del rock, la carrera de Isaak ha sido larga y estable, y a pesar de que en los últimos años sus discos salen al mercado con menos regularidad que antes, eso no quiere decir que el artista pase por momentos menos creativos, ya que, aparte de actuar sus impresionantes conciertos, desarrolla una sólida carrera como presentador televisivo, incluyendo un show propio en el que charla y toca temas con compañeros de profesión y correrías.

Los fans de Chris Isaak, por otro lado, se mantienen fieles y forman un tan grupo heterogéneo como la música del cantante, y no es raro encontrar entre el público de los conciertos a rockabillies, fans del country y hasta a algún que otro gótico, sin contar con una gran cantidad de seguidores «sin etiquetar».

Hijo de padres proletarios, nacido en 1956 (aunque no aparente más que unos escasos 40 años), Chris Isaak comenzó a triunfar allá en 1984 con su disco Silvertone, cuyos sonidos atemporales y fantasmagóricos llamaron la atención del cineasta David Lynch, quien incluyó un par de temas del álbum en la banda sonora de la ya clásica Terciopelo azul (1986).

Bebiendo de mil fuentes musicales distintas, pero poseedor de un estilo propio muy reconocible, Isaak tiene como principal referente a Elvis Presley, al cual homenajea con reverencia, aunque sin llegar a ser un simple imitador, sino más bien un eco de las mejores cualidades del Rey.

El rock onírico de Roy Orbison, los clásicos del country, las steel guitars de la música surf y hasta los sonidos mexicanos, incluyendo un poco de soul y música hawaiana, se reinventan en sus temas. Ello provoca que la mayoría de estas canciones no reflejen las modas específicas de ninguna época, pues se trata música que ni suena «pasada de moda», ni mucho menos se parece a lo que suena en las cadenas de radio actuales.

Como artista y como persona, parece que a Chris Isaak no le afecta el paso del tiempo tiempo, lo cual le convierte en un activista de la relatividad einsteniana.

Esa cualidad, además del carisma que derrocha, ha propiciado una relación bastante sólida del californiano con el cine. Además de la mencionada aparición de sus canciones en Terciopelo azulDavid Lynch incluyó el tema «Wicked game», publicado originalmente en el disco Heart Shaped World (1989), en la banda sonora de la exitosa Corazón salvaje (1990). El tema se convirtió en un hit tremendo, y hasta el día de hoy es la canción más famosa y versionada de su carrera.

Otros temas de Chris Isaak se han popularizado gracias al celuloide. Son los casos de «Two hearts», canción que cerraba la entrañable y sangrienta Amor a quemarropa (Tony Scott, 1993), o «Baby did a bad bad thing», un tema muy sexy que ilustraba el teaser trailer de la última película de Stanley KubrickEyes wide shut (1999).

Precisamente el videoclip de «Baby did a bad bad thing» es el más famoso de la carrera de Chris Isaak, quien en ese vídeo compite en atractivo con una incendiaria Laetitia Casta, siguiendo con la inteligente tradición de aparecer en casi todos sus videoclips al lado de top models.

El desparpajo y la fotogenia del cantante también le han llevado a intervenir con pequeñas apariciones en películas de Jonathan Demme (Casada con todosEl silencio de los corderos), el citado Lynch (Twin Peaks: Fuego camina conmigo) e incluso a tener papeles de más relevancia en films como El pequeño buda (Bernardo Bertolucci, 1993) o Los sexoadictos (John Waters, 2004).

Entre sus trabajos, algunos tan celebrados como San Francisco Days (1993) o Forever Blue (1995), Chris Isaak ha incluido algunos álbumes especiales, como aquel homenaje a su territorio favorito del surf (el artista es un fiel practicante de este deporte) lleno de sonidos mejicanos que es Baja Sessions (1996), o un alarde navideño, Chris Isaak Christmas.

En 2006, reivindicó sus raíces en el rock de los cincuenta con Mr. Lucky. “Para bien o para mal ‒dijo entonces‒, este disco refleja donde esta mi vida en estos momentos. Si la gente piensa que tras estas canciones estoy yo, entonces estoy haciendo bien mi trabajo. Al mismo tiempo creo que cualquiera que se haya enamorado o haya pasado por una ruptura sentimental, se verá reflejado en este LP”.

Tanta diversidad, lejos de romper la armonía de su discografía, refuerza la coherencia de un artista fiel a su propio estilo, y por ello un superviviente a los caprichos del mercado y de esas modas que devoran a sus hijos.

Discografía

Silvertone (Warner Bros. Records, 1985)

Chis Isaak (Warner Bros. Records, 1986)

Heart Shaped World (Reprise Records, 1989)

San Francisco Days (Reprise Records, 1993)

Forever Blue (Reprise Records, 1995)

Baja Sessions (Reprise Records, 1996)

Speak of the Devil (Reprise Records, 1998)

Always Got Tonight (Reprise Records, 2002)

Chris Isaak Christmas (Reprise Records, 2004)

Mr. Lucky (Wicked Game/Reprise Records, 2006)

Beyond the Sun (Vanguard Records, 2011)

First Comes the Night (Vanguard Records, 2015)

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).