El polaco Piotr Moss (Bydgoszcz, 1949) se incorpora de pleno derecho a la fuerte presencia actual de Polonia en la música, a la vez que resuelve de manera muy personal la exigencia ecléctica que el arte sonoro parece decretar desde fines del siglo anterior. Instalado en París a partir de la década de 1980, la capital francesa le ha servido de escenario desde donde proyectar su obra y de favorable clima a esa eclectización en la cual confluyen y conviven distintos elementos de la polémica musical del Novecientos.
Moss se vale de dispositivos instrumentales canónicos: la orquesta, la flauta, el piano. En él se oyen momentos atonales, no tonales y sutilmente tonales, sin que falten las resoluciones. En esto recoge las herencias del mundo germánico en cuanto a la tensión entre mantener o disolver la tonalidad.
De la tradición francesa hereda la frase breve, sin continuidad, adherida a otra que, en sucesivas brevedades, propone una suerte de mosaico o rompecabezas discursivo donde el todo se dispersa a la vez que la dispersión va trazando una suerte de intermitente coherencia por la exposición musical, siempre sucesiva.
Pero Moss es evidentemente y expresionistamente polaco. Ama los climas bruscamente contrastados, los estremecimientos patéticos, las abruptas explosiones de energía, enseguida amansadas en una reflexión que parece incrustada desde lejos como por una presencia ajena y reveladora, todo por junto.
Le gustan los “retratos”. No sometidos a determinados personajes sino como vagos caracteres fantasmales que se apoderan del espacio sonoro.
Son como presencias que componen un mundo y nos demuestran que el gran retrato, hecho de pequeñas piezas o de añicos, pertenece al mismo Moss, a su confidencia compartida, convertida en humanidad.
Disco recomendado: Piotr Moss (1949): Sinfonía concertante; Adagio III; Portraits The Polish Radio Symphony Orchestra. National Polish Radio Symphony Orchestra. Polish Radio and Television Orchestra in Cracow. Zbigniew Graca y Tomasz Bugaj, directores / DUX / Ref.: DUX 0839 (1 CD)
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