Vicente DíazUna de la cosas buenas del suspense es que no requiere grandes presupuestos. Sólo hay que fijarse en los espectáculos de títeres, capaces de sacar de sus casillas a un público infantil que sabe dónde está la bruja, algo que el protagonista ignora.
Por supuesto, es preciso conocer muchos resortes y trucos para que una historia de suspense funcione. Tal es el caso del danés Gustav Möller, quien demuestra una astucia nada desdeñable en The Guilty, sobre todo si tenemos en cuenta que es su primera película.
No llega a ser un film de los que provocan taquicardias y sudores fríos, pero mantiene pendiente al espectador con lo mínimo: un tipo al teléfono.
Sí, se ha hecho antes, con diversos sabores y matices. ¿Se podría hablar de un subgénero? Última llamada (Joel Schumacher, 2002), Buried (Rodrigo Cortés, 2010), Locke (Steven Knight, 2013) y los monólogos de Gila han funcionado perfectamente, cada cual en su estilo, con una fórmula simple pero bien llevada.
The Guilty se beneficia de la intensa pero no sobreactuada interpretación de Jakob Cedergren, en el papel de un policía destinado temporalmente en el 112. Su paso por esa centralita le llevará a descubrir asuntos que se irán desvelando a lo largo de la película.
La llamada de una mujer secuestrada por su marido, un tipo con antecedentes penales e historial violento, es el inicio de una historia tensa y emotiva, que sabe jugar con la imaginación del espectador, aprovechando al máximo lo que no vemos.
Más allá del entretenimiento agobiante, The Guilty se construye sobre la psicología del protagonista, un tipo atormentado por la culpa y muy preocupado acerca del tipo de persona en la que se ha convertido. ¿Logrará redimirse o se dejará llevar por la oscuridad?
Podemos sospechar que The Guilty tendrá en breve un insulso remake hollywoodiense dirigido por algún nuevo talento europeo (quizá un español) con ganas de trabajar como mercenario en encargos de este tipo. O quizá ese remake nunca se haga, ¿quién sabe? En todo caso, recomendamos ver este correcto film danés con el que resulta imposible aburrirse.
Sinopsis
Asger Holm, un exoficial de policía, ha sido suspendido de sus funciones y relegado a operador del servicio de emergencias.
Durante su rutinario turno de noche, recibe la extraña llamada de una mujer aterrada. A pesar de su reacción de sorpresa, Asger se dará cuenta de que la mujer al otro lado del teléfono ha sido secuestrada, y es entonces cuando comenzará la búsqueda.
Recluido en su mesa en la centralita de emergencias, Asgar tendrá que localizar y ayudar a la mujer en peligro con la ayuda de sus compañeros en todo el país. Conforme avanza el reloj y pasan los segundos, Asgar tendrá que enfrentarse no sólo a la precipitación de los acontecimientos relacionados con el crimen, sino también a sus propios demonios personales.
Declaraciones del director
«Creo que las imágenes más fuertes de la película, las que te cuesta más olvidar, son las que no se ven. La idea se me ocurrió cuando me topé con una llamada real al 112 de una mujer secuestrada. La mujer viajaba en coche y, como estaba sentada a lado de su secuestrador, hablaba en clave. Al principio me intrigó el suspense de la llamada, como a cualquier otro oyente. Pero después empecé a reflexionar sobre lo que la hacía tan intrigante.
A pesar de que solo había escuchado una grabación de sonido, tuve la impresión de haber visto las imágenes. Había visto a la mujer, el coche en el que estaba, la carretera por la que iba el coche, e incluso al secuestrador sentado a su lado. Me di cuenta de que cada persona que escuchara esa llamada telefónica vería imágenes diferentes: una mujer diferente, un secuestrador diferente, y así sucesivamente.
Así que empecé a darle vueltas. ¿Qué pasaría si se utilizara esa idea de imágenes mentales en una película?.
Mi objetivo con The Guilty es hacer un thriller de suspense y basado en los personajes, pero también una película que ofrezca a cada espectador una experiencia completamente única».
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