Así como el Quijote rodado un año antes por Pabst acoge la multiplicidad del mundo cervantino, este Don Quixote que Ub Iwerks volcó al dibujo animado desbarata la sucesión narrativa, se deja enajenar por los tópicos de la farsa, y al cabo despoja al personaje de profundidad con sus exigencias chistosas.
Cuando ubica la fábula en un contexto contemporáneo, Iwerks ya sabe que ha de quedarse en lo anecdótico, reforzando así el perfil más delirante y convencional de Alonso Quijano. No en vano, este Quijote es un loco de atar, recluido en un manicomio; un chiflado, un tipo delirante que escapa y que revive la peripecia caballeresca mientras la policía lo persigue sin tregua.
Desvelemos aquí el desenlace: al rescatar a una dama que no es tal, el pobre Quijote se ve acosado por esta y a duras penas puede escapar del entuerto. Una vez recuperado el buen juicio, quema sus libros y pone fin a tan desaforada aventura mientras los niños (reales y fingidos) aplauden desde el patio de butacas. Don Quixote figura entre los cortometrajes de la serie ComiColor, patrocinados por los estudios Celebrity y filmados por medio de ese vistoso procedimiento fotográfico que llamaron Cinecolor. Desde luego, no consta entre las películas de animación más famosas del periodo, y ni siquiera se admite su preeminencia dentro de la carrera de Iwerks (1901-1971), sobre cuya carrera hemos de explayarnos.
Allá por 1919 este creador había conocido a Walt Disney en las oficinas del Pesmen-Rubin Commercial Art Studio. En 1922, ambos fundaron la empresa de animación Laugh-o-Gram. Su primera cinta de éxito fue Alice’s wonderland (1923), donde se entremezclaban la imagen real y el dibujo animado.
Pocos años después, Ub diseñó los bocetos preliminares de Mickey Mouse, cuyo primer cortometraje, Plane crazy (1928), era obra de Iwerks en su integridad. Cansado de las exigencias de Disney, el dibujante decidió iniciar una carrera independiente bajo la protección del distribuidor Pat Powers, propietario de la compañía Celebrity Productions.
Entre los personajes que desarrolló durante esa etapa figuran la rana Flip (1931-1933), Willie Whopper (1933-1934) y Porky Pig (Warner Bros, 1937). En 1940 se reconcilió con Disney y encabezó su equipo como ingeniero asesor. Hay constancia de su labor en La Cenicienta (1950), Alicia en el país de las maravillas (1951), Peter Pan (1953), La dama y el vagabundo (1955) y La bella durmiente (1959). Aparte de crear algunas de las atracciones del parque temático Disneylandia, Iwerks también ideó los efectos especiales de películas como Mary Poppins (1964), de Robert Stevenson, y Los pájaros (1963), de Alfred Hitchcock. El mismo año en que rodó su Don Quixote, Ub Iwerks elaboró para Celebrity los siguientes cortometrajes: El Sastrecillo Valiente, Good Scout, Cave Man, Reducing Creme, The Brave Tin Soldier, Robin Hood Jr., Jack Frost, The Headless Horseman y Viva Willie. En varios de ellos, queda en evidencia el gusto de este realizador y dibujante por la literatura infantil.
Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Esta es una versión expandida de un artículo que escribí en el Centro Virtual Cervantes, portal en la red creado y mantenido por el Instituto Cervantes para contribuir a la difusión de la lengua española y las culturas hispánicas.