Todos los estudiosos de las abejas, incluidos los entomólogos, tienen la costumbre de hablarnos de ellas como si fueran personajes de una saga.
Industriosas, organizadas, comunicativas, jerarquizadas y con una estrategia colectiva fundada sobre lo práctico, las abejas competan su ciclo vital pensando siempre en la supervivencia del enjambre.
Desde la danza de las obreras a la muerte de los zánganos ‒esos pobres desgraciados que perecen durante la cópula con la reina‒, su comportamiento adquiere valores y significados que, en cierto sentido, nos resultan muy cercanos. En definitiva, es como si ocupasen ese lugar simbólico que las asemeja a las comunidades humanas y que, por esa misma afinidad, nos permite recurrir a ellas como una metáfora muy esclarecedora.
Y es esa dimensión simbólica, que convierte a la abeja en un modelo de virtudes, la que aparece en el centro de este bellísimo libro, escrito por el filósofo Pierre-Henri Tavoillot, y por su hermano, el apicultor François Tavoillot.
A mitad de camino entre el ensayo y la guía de campo, la obra recorre con sosiego todas las visitas de los filósofos al universo de los panales, al tiempo que va desgranando los pequeños y grandes secretos de la apicultura, con apuntes que apasionarán tanto al experto en zoología como al lego en la materia.
Es evidente que el núcleo de la reflexión de Pierre-Henri Tavoillot son las relaciones o analogías entre el comportamiento de las abejas y la perspectiva político-filosófica de los humanos. Y es en esa filosofía de la miel y de la cera donde prosperan lecciones muy beneficiosas para el lector, que agradecerá el amplio panorama de la historia del pensamiento que primorosamente se resume en estas páginas.
La amenidad y la alta cultura se reconcilian aquí en la misma medida en que los comentarios científicos de François Tavoillot enriquecen la experiencia intelectual con datos igualmente esclarecedores, propios de un tratado ecológico.
Es como si las notas a pie de página cobrasen protagonismo y rivalizasen en interés con el cuerpo del texto. No se me ocurre un modo más natural de aproximarse a ese concepto que John Brockman llamó tercera cultura, y que consiste en relacionar ‒o incluso fundir‒ las ciencias y las humanidades, superando las fronteras que hay entre ambas.
Como obra de referencia para que el lector se oriente con facilidad en los recovecos de la colmena, nada mejor que este ensayo de los hermanos Tavoillot. Hacía tiempo que no me tropezaba con un libro tan sugerente.
Sinopsis
Ningún animal como la abeja ha fascinado más y durante más tiempo a los filósofos. Los pensadores de todas las épocas y de todas las civilizaciones han buscado en la colmena los secretos de la naturaleza y los misterios de la cultura. Desde la Antigüedad hasta la actualidad, hay una extraordinaria historia de la cultura occidental que se recoge en este libro. Tras el delicado vuelo de la abeja se encuentra el genio de Aristóteles, el advenimiento de Augusto o el nacimiento del cristianismo, por no hablar de la ciencia experimental. Un libro sorprendente.
Pierre-Henri Tavoillot es un filósofo reconocido y prestigioso que imparte clases en La Sorbona; sus obras se caracterizan por el rigor del análisis y la exhaustiva labor de documentación.
Hermano de Pierre-Henri Tavoillot, François Tavoillot estudió filosofía, pero terminó como apicultor profesional en el Alto Loira.
Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.
Copyright de imágenes y sinopsis © Espasa. Reservados todos los derechos.