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«Rossini y España», de Fernando Fraga

La principal enseñanza de este valioso ensayo es que Rossini exploró España y lo español tanto en su faceta creativa como en su vida personal. Con una inteligencia musical que aún sigue sorprendiéndonos, el músico descubrió ‒y describió‒ nuestro país desde la distancia, ayudado por toda una serie de figuras que Fernando Fraga reúne en este libro extraordinario.

Sorprenden, sobre todo cuando uno es un lector poco especializado, las peripecias y los encuentros que acá se suceden. ¿Cómo resumirlo? Digamos que Rossini conoció a muchos personajes interesantes. Es la respuesta que debe darse al acceder a esta galería por la que transitan la familia real española, la cantante Isabel Colbran ‒amante, musa y esposa de Rossini‒, el banquero sevillano Alejandro María Aguado, marques de las Marismas del Guadalquivir ‒otro amigo del compositor‒, y asimismo los diversos cantantes españoles, o de ascendencia española, que intervinieron en estrenos de óperas de Rossini, o que le agradecieron algún otro lucimiento.

La lista comienza con María Amigo y continúa con Lorenza CorreaAdelaida Sala y las hermanas Francisca y Benita Moreno. Merece un punto y aparte María Malibran, hija de Manuel García, maestro de canto, compositor, productor y además formidable intérprete ‒»el cantante español que más relación tuvo con Rossini«‒, y a su vez, hermana de otros dos cantantes: Pauline Viardot, que también se asoma en estas páginas, y Manuel Patricio Rodríguez García, a quien la medicina moderna debe la invención del laringoscopio.

Fernando Fraga examina con detenimiento la suerte del repertorio rossiniano en España, y tanto en esa como en otras dimensiones de su libro demuestra un conocimiento exacto y admirable. Por decirlo con más claridad, el autor de Rossini y España es uno de los conocedores más destacados del mundo operístico a los que uno pueda leer en nuestro idioma, y su prestigio, acumulado a lo largo de décadas de investigación, también se acredita en esta novedad editorial.

Nada deben temer, por otro lado, quienes se acerquen a esta lectura sin muchas nociones previas del cosmos rossiniano. Fraga es un divulgador ameno y cordial, que sabe narrar historias verdaderas como si fueran ficciones apasionantes.

Si quien lee estas líneas ya es un aficionado de larga trayectoria, poco más puedo añadir. Desde las primeras páginas, entenderá que este libro es un mensaje de admiración a Rossini y a todos aquellos compatriotas que un día le ofrecieron su talento o compañía.

Sinopsis

La historia ha sido particularmente mendaz con el compositor Gioachino Rossini. La imagen de un compositor dotado pero perezoso, emotivo pero despreocupado, pronto a la réplica rápida y chistosa, con una afición desmedida a la buena mesa y a las libaciones, responde a una popularidad muy mal conocida que lo presenta como protagonista de una serie de anécdotas, normalmente apócrifas.

Stendhal, autor de una copiosa y fascinante biografía suya, salpicada de numerosos errores y otras tantas imprecisiones, llamó a Rossini «el Napoleón de la ópera».

Cuando se cumplen los 150 años de su fallecimiento, el ensayista y crítico musical Fernando Fraga –autor de los libros Simplemente divas y Maria Callas, el adiós a la diva– rinde un especial homenaje al genial músico de Pésaro, en unas páginas que rastrean las múltiples facetas de la singular relación que Rossini tuvo con España. Aunque viajó a Madrid nada más que en una ocasión, gracias a esa visita compondría una de sus obras religiosas más impresionantes: el Stabat Mater.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.