La obra de Kafka sigue mereciendo lecturas. Por mejor decir: desciframientos. Calasso sostiene que Kafka resiste a cualquiera de ellos, pero no se priva de añadir los suyos propios.
Centrado, especialmente, en El castillo y El proceso, recorre con minucia aunque con escaso orden las peripecias de ambas novelas inconclusas, que lo son no porque Kafka no supiera o no tuviera tiempo de acabarlas sino porque apuntan al tema insistente de su literatura: lo indecible del núcleo que convoca a la narración.
Calasso apunta a que ese núcleo es lo sagrado, algo imprescindible e inabordable de lo cual estamos para siempre separados y que se convierte en la obsesión temática de toda existencia.
El castillo, el tribunal, el mensaje del emperador, la puerta infranqueable, todo reitera la presencia intangible y poderosa de lo sacro, lo que está en cualquier parte y en ninguna, que tiene presencia pero no se deja definir, que todo lo impregna sin permitir ser impregnado.
Un anhelo de certera patria liga a los seres humanos con él, de modo que la tierra se transforma en exilio y el camino, en vagabundeo o laberinto.
Calasso se provee de algunos elementos de religiosidad hindú y de los consabidos contactos de Kafka con el judaismo.
Nota editorial
¿De qué hablan las narraciones de Kafka? Después de haber recibido respuestas innumerables, la pregunta sigue suscitando un sentimiento de aguda incertidumbre. ¿Son sueños? ¿Son alegorías? ¿Son símbolos? ¿Son cosas que suceden día a día? Las múltiples soluciones que se han ofrecido no consiguen eliminar la sospecha de que el misterio permanece intacto.
Este libro no se propone disipar ese misterio sino dejar que surja «iluminado por su propia luz», como escribió una vez Karl Kraus. Por eso intenta mezclarse en el discurrir, en el tortuoso movimiento, en la fisiología de sus historias, encontrando por el camino las cuestiones más elementales. Como, por ejemplo: ¿quién es K.?
Copyright del texto © Blas Matamoro. Este artículo fue editado originalmente en Cuadernos Hispanoamericanos. El texto aparece publicado en Cualia con el permiso de su autor. Reservados todos los derechos.
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