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David Bowie y su identidad mutante

Escrito como intencionado tributo a Lou Reed y la Velvet Underground e incluido en el álbum Hunky Dory, un todavía poco conocido David Bowie le da a la bisexualidad protagonismo en el tema «Queen Bitch» (1971).

Como dice Lisa Perrott, «la pose de Bowie y su modo de tocarse en la portada de Hunky Dory están extraídos de la gestualidad de Garbo, Hepburn y Dietrich. Para la portada del álbum Aladdin Sane (1973), Bowie mutaría más allá del género. Renació como un extraterrestre exquisitamente andrógino, carnal, que juega con la alienación del Otro” (The Conversation, 14/06/2015).

«Su primer y posiblemente más grande alter ego ‒añade Maya Oppenheim‒ nació cuando Bowie irrumpió en la cultura de masas con Ziggy Stardust. Con el rostro maquillado con un rayo y un mullet teñido de rojo carmesí, Ziggy Stardust era una estrella de rock bisexual y extraterrestre, que actuaba como el mensajero de seres alienígenas. Vestido con un mono de lycra multicolor, el doppelgänger de Bowie, andrógino y escuálido, llegó a redefinir toda una era del rock. Considerado uno de los mejores álbumes de todos los tiempos, The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars llegó a vender aproximadamente siete millones y medio de copias en todo el mundo. Vale la pena señalar que la llegada de Ziggy a la escena coincidió con la salida del armario de Bowie. En una entrevista publicada ese año en Melody Maker, Bowie se declaró gay. Más tarde, en una entrevista con Playboy en 1976, anunció que era bisexual» (The Independent, 11/01/2016).

Alan Light recoge esta confesión de Bowie: «Lo que hice con mi Ziggy Stardust fue empaquetar un cantante de rock & roll hecho de plástico, pero totalmente creíble, mucho mejor que aquella fabricación de los Monkees. Quiero decir: mi rockero era mucho más artificial que ningún otro. Y eso era lo que se necesitaba en ese momento «. «A mediados de los sesenta ‒continúa Light‒, Bowie conoció al pionero del rock británico Vince Taylor, que había grabado el clásico de 1959 ‘Brand New Cadillac’ (más tarde interpretado por The Clash en London Calling). Después de demasiadas drogas y un colapso emocional, Taylor se había unido a una secta y decidió que era un dios alienígena en la Tierra. Bowie comenzó a desarrollar un personaje basado en Taylor, así como en otros tipos excéntricos, como el cantante psychobilly Legendary Stardust Cowboy y el diseñador japonés Kansai Yamamoto. (…) Bowie llamó a esta nueva creación «Ziggy Stardust» (un nombre tomado de una sastrería que vio desde el tren). A medida que desarrolló aún más el concepto, Ziggy se convirtió en una estrella de rock alienígena y omnisexual, enviada a la Tierra como mensajero. El argumento de Bowie, poco más o menos, era que la humanidad estaba en sus últimos cinco años de existencia, y Ziggy había sido enviado para entregar un mensaje de esperanza. (…) Al final, es destrozado por sus propios excesos y por sus fans» (Rolling Stone, 16/06/2016).

Bowie solía decir de una de las canciones del citado álbum, «Moonage Daydream» (1971), que la había escrito Ziggy, su alter ego campeón del sexo, las drogas y el rock and roll. En realidad, la compuso específicamente para el diseñador de modas Fred Burrett, al que conoció en el bar gay The Sombrero, de Kensington, donde solía acudir el cantante con su mujer Angie.

Bowie decidió hacerlo famoso y lo reclutó para encabezar un proyecto musical secundario que estaba organizando, The Arnold Corns. Pero no pasó mucho tiempo hasta que se dio cuenta que el talento del joven (que se cambió el nombre a Freddie Burretti) residía en el diseño y la costura. Además del famoso traje de Starman para Bowie, diseñó también el mono azul que vistió en el film promocional de «Life on Mars» y el que luce en la icónica portada del álbum Ziggy Stardust.

Cuando le dijeron a Bowie que Ziggy era algo parecido a un personaje de dibujos animados, el cantante ‒como recuerda Mike Jones‒ estuvo de acuerdo. «Ziggy era así, algo a medio camino entre el rock, la ciencia ficción y el teatro japonés. El vestuario era, en ese momento, simplemente escandaloso. Nadie había visto nada semejante».

A través de este personaje, Bowie unió, en opinión de Jones «los conceptos visuales y narrativos de la ciencia ficción y los del pop. Lo hizo de una manera que le permitió ser y no ser al mismo tiempo ese personaje inventado. Como ya había atraído a la audiencia, aquel fue un golpe maestro que luego le permitió acabar con esta exitosa creación, y asimismo confiar en que sus seguidores estaban preparados para aceptar y deleitarse con las sucesivas encarnaciones de Bowie y con los estilos musicales asociados a ellas. Eso le permitió a Bowie ser siempre «él mismo» (fuera lo que fuese), mientras disfrutaba al adentrarse en diferentes ámbitos musicales, desde la electrónica al funk y la música dance. Combinó la tipografía, la escenografía y el diseño videográfico para crear escenarios dramáticos y cargados de simbolismo, que destinó a sus sucesivos alter ego, antes de completar su siguiente avatar» (The Conversation, 11/01/ 2016).

A la hora de editar su sexto disco, Bowie creó otro personaje: «Hubo un determinado momento en 1973 en el que supe que todo había terminado. No quería quedar atrapado en este personaje de Ziggy toda mi vida. Supongo que con Aladdin Sane trataba de avanzar hacia un nuevo territorio, pero usando una imitación bastante pálida de Ziggy como dispositivo secundario. En mi opinión, era Aladdin Sane era Ziggy Goes to Washington. Ziggy bajo la influencia de Estados Unidos».

«Los temas en torno a la locura ‒destca Tom Stafford en Mind Hacks‒ impregnan toda la obra de Bowie. Hay constancia documental de que dos de sus tías fueron diagnosticadas de esquizofrenia, y la tercera fue recluida en un sanatorio mental. Uno de los primeros y más destacados referentes de Bowie, su hermanastro Terry, también fue diagnosticado de esquizofrenia y padeció períodos de psicosis. (…) El hermano de Bowie fue ingresado en el ya desaparecido psiquiátrico de Cane Hill, al sur de Londres, y esa experiencia influyó decisivamente en el álbum The Man Who Sold the World  (1970). (…) El tema que da título al álbum Aladdin Sane (un juego de palabras que suena como ‘A lad insane’ / ‘un muchacho loco’) se inspiraba en su hermano, al igual que la canción ‘Jump They Say’. Hay referencias más obvias, como el tema ‘I’m Deranged’, mientras que otras canciones se limitan a citar los estados alterados de la mente y la alienación psicológica, como sucede en The Man Who Sold the World. Por otro lado, es algo poco conocido que su avatar más famoso, Ziggy Stardust, se inspiraba en alguien que experimentó notables períodos de psicosis [el ya citado] Vince Taylor, con quien se encontró en varias ocasiones, probablemente entre los periodos de internamiento que Taylor pasó en un hospital psiquiátrico. Se cree que el propio Bowie experimentó un episodio psicótico, algunos años más tarde, originado en buena medida por una etapa en la que consumió grandes cantidades de cocaína, mientras trabajaba en el álbum Station to Station«.

En 1974, nos encontramos con una nueva encarnación de Bowie: Halloween Jack, en este caso creado para su disco Diamond Dogs.

«Rebel Rebel», un excelente tema rock en su melodía, letra y riff, extraído de dicho álbum, fue la última incursión de Bowie en el glam rock antes de evolucionar en su carrera musical. En él, Bowie se atrevía, haciendo honor al título y aprovechando la libertad sexual que se vivía en ese momento, a abordar el tema de la transexualidad.

Desde sus inicios, Bowie también mostró un gran interés en la ciencia ficción. Tanto el personaje de Halloween Jack como el tema central de Diamond Dogs estaban inspirados por la obra 1984, de Orwell. Pero incluso antes, en el inicio de su carrera, en su primer álbum homónimo (1969) encontramos  Space Oddity, su primer éxito y el último que obtendría en los tres años siguientes.

Su título alude, claro, a la seminal 2001: Una Odisea del Espacio y trata sobre un astronauta ficticio, el Comandante Tom que, en el espacio y desilusionado con el planeta Tierra, corta toda comunicación. Bowie recuperaría al trágico personaje en otras dos canciones, “Ashes to Ashes”, incluida en el álbum de 1980 Scary Monsters (and Super Creeps, y “Hallo Spaceboy”, que forma parte de Outside (1995).

Esta cercanía la ciencia ficción se plasma asimismo en el personaje que interpretó en la película El hombre que cayó a la Tierra (1976), de Nicolas Roeg. «Cuando no estaba delante de las cámaras –escribe Christopher Sandford en Bowie. Amando al extraterrestre (2009)–, Bowie pasaba horas buscando cuchillos, pipas, telas, chales, cerámica barata y baratijas nativas en una tienda del desierto y en una casa de empeños india. Descubrió los murciélagos vampiros del lugar y avistó gran número de ovnis en el cielo despejado de Nuevo México. E impresionó a Roeg y al resto de los actores por la paciencia con que se sometía a las muchas horas de maquillaje y por la profesionalidad que demostraba en el set. La película se estrenó en marzo de 1976, con críticas mayoritariamente positivas, o respetuosas cuando menos. (…) También se destacó el trabajo de Bowie en su papel del extraterrestre apropiadamente exótico, cuya misión en la Tierra acaba en ruina alcohólica. Hubo los inevitables reproches al hecho de que Bowie había quedado encasillado. Newton [el protagonista] era la imagen del propio Bowie, retraído, distante y capaz de sorprendentes alardes (…) A nivel personal, la película fue, claramente, una forma de terapia que permitió a Bowie transformar en actor a la estrella del pop, tomar un personaje y dejarlo, no vivirlo por completo, hasta el final (aun así confesó que después de interpretar el papel había sido Newton durante seis meses)»

Copyright del artículo © Manuel Rodríguez Yagüe. Reservados todos los derechos.

Manuel Rodríguez Yagüe

Como divulgador, Manuel Rodríguez Yagüe ha seguido una amplia trayectoria en distintas publicaciones digitales, relacionadas con temas tan diversos como los viajes ("De viajes, tesoros y aventuras"), el cómic ("Un universo de viñetas"), la ciencia-ficción ("Un universo de ciencia ficción") y las ciencias y humanidades ("Saber si ocupa lugar"). Colabora en el podcast "Los Retronautas".