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Homenaje a Jaume Pla

“Jo no sóc ni famós, ni popular, ni escriptor ni res” (De l’art i de l’artista – Dietari, 1982-1991, de Jaume Pla).

Mi catalán es estropajoso, mal encajado, casi montillano (casi). El único idioma bastardo que mi lengua agradece es el inglés, de preferible un deje tejano, ahuecamiento palatal mediante. El francés me produce rechazo en la boca y ya he resuelto confiscarlo a mis lecturas: el catalán no puedo, pero disfruto más leyéndolo que ejecutándolo.

Saturado de lecturas familiares, hace poco me dio por desempolvar uno de esos libros que regalaban en las Cajas de Ahorros (ya no sé si). Jamás se me había ocurrido hojear ninguno, pero algo me atrajo a éste: Premio Sant Joan de Literatura Catalana (como Maria de la Pau Janer, creo; en este Jurado de 1995, Gimferrer, Perucho y otros apellidos catalanes que ignoro por ignorancia), se trata de un Dietario a cargo de un pintor y grabador llamado Jaume Pla, fallecido el mismo año. Suele pasar.

No tenía idea de quién era este señor, pero el estilo casual y riguroso de sus páginas me sedujo desde etcétera. He devorado el libro, paladeándolo. ¡Es el primer dietario que leo entero en toda mi vida! No sé qué me ha hecho identificarme con este hombre: categórico y discreto, se autodefine fracasado sin excesivos motivos para tal convicción (“Pero la sensación de fracaso es real, no es una manía. El fracaso es real”) y su amargura se redobla cierta, lógicamente, por los quebrantamientos de la salud (“Esto del humor me parece que no es mucho más que fisiología”).

La mala vista le desdibuja sus últimos años. Hay algo de morbo en compartir su desgracia y algo de alivio catártico al poder refundir los sufrimientos propios en los suyos.Pero también es catalanista acérrimo, y le entiendo. Es razonador ecuánime, y le entiendo. Es talante sereno, y le entiendo. En nada de ello se asemeja mucho a mí, pero le entiendo y le admiro.

Incluso me define con sorna, en una fascinante elucubración sobre lo que él da en llamar “energumenismo”.

Su mala leche y su sinceridad en plasmarla sí creo compartirlas: “Ahora se aplaude en los entierros. ¿Qué se aplaude? (…) Aplaudir un muerto me parece una prueba más de que el mundo, en este momento, es una especie de mierda monumental”.

Desnudarse en la página tampoco le causa ningún trauma: “Aquel barrio, pegado al Museo Rigault, está lleno de argelinos. No me son simpáticos. Debo de tener un fondo racista”. Y esa tristeza gruñona que empaña su perspectiva de la vida tanto como la ceguera empaña sus ojos me melancoliza cual mujer acompañada. Pongamos por caso cuando Pla habla con su nieto de su pasado y, más que desahogo de batallitas, siente frustración y rabia: “He pasado a ser el abuelo que estuvo en la guerra y en un campo de concentración. He pasado a ser un recuerdo”.

Algunos de sus escritos aquí son hermosísimos, así como muchas de sus reflexiones sobre el arte (odia la vanguardia y reconviene a Picasso, detalles que le hacen mucho más interesante) y el color (para él, Holanda es un paisaje vestido con abrigo verde y España un desnudo integral, con su piel ‒la polvorienta piel de la tierra‒ al aire: “En España el paisaje siempre enseña el culo”).

Su sentido del humor, omnipresente, no trivializa: ahonda y, en ocasiones, descorazona. Su catalán es rico y exacto, pero esponja sin complejos y se ríe de las expresiones de moda (“També li va fer gran efecte –ara em caldria dir impacte-…”).

Pla publicó en esos años de confidencias escritas un libro de semblanzas titulado Famosos i oblidats, que localicé en una biblio(teca). Pero su obra más certera es este Dietari, donde no se preocupa por demostrar su calidad literaria: en la portada, uno de sus cuadros. Parece bueno, pero no entiendo de pintura. Un buen escritor.

Copyright del artículo © Hernán Migoya. Previamente publicado en Comicsario, un blog para la fenecida editorial Glénat España. Reservados todos los derechos.

Hernán Migoya

Hernán Migoya es novelista, guionista de cómics, periodista y director de cine. Posee una de las carreras más originales y corrosivas del panorama artístico español. Ha obtenido el Premio al Mejor Guión del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, y su obra ha sido editada en Estados Unidos, Francia y Alemania. Asimismo, ha colaborado con numerosos medios de la prensa española, como "El Mundo", "Rock de Lux", "Primera Línea", etc. Vive autoexiliado en Perú.
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