Unos científicos encuentran flotando olvidado entre un campo de asteroides un artefacto extraterrestre que encierra la fuerza vital de un alienígena. Los científicos proceden a revivirlo tras descifrar su lenguaje. Sus temores iniciales resultan bien fundados cuando la criatura conquista la Tierra gracias a su carisma y poderes mentales.
Obra que bebe plenamente de los viejos pulps y las space opera del estilo de las imaginadas por E.E. Smith (no en vano el autor se curtió en el oficio en aquellas publicaciones, si bien nunca llegó a despegarse del todo de sus esquemas), leerla hoy puede no resultar tan gratificante como lo fue en su día Hay demasiadas armas de flujo atómico, órganos psíquicos alienígenas injertados, naves viajando a velocidades superiores a la de la luz y sensores capaces de detectar naves a galaxias de distancia… pseudociencia demasiado disparatada incluso para la historia que se cuenta.
En fin, siendo benignos, considerando que era el año 1951 y tratando de no ser muy severos con las patadas a la ciencia y el mediocre papel que se otorga a las mujeres, nos encontramos con una obra menor pero entretenida al fin y al cabo. A destacar especialmente los capítulos iniciales, de los que quizá algún cineasta podría sacar buenas ideas para una hipotética película.
Copyright del texto © Manuel Rodríguez Yagüe. Sus artículos aparecieron previamente en Un universo de viñetas y en Un universo de ciencia-ficción, y se publican en Cualia.es con permiso del autor. Manuel también colabora en el podcast Los Retronautas. Reservados todos los derechos.